La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) manifiesta su más enérgico rechazo a la violenta represión ejercida por las fuerzas de seguridad argentinas durante las recientes manifestaciones de jubilados en Buenos Aires, protestas pacíficas que se han venido sucediendo semanalmente frente al Congreso Nacional para reivindicar mejoras en las pensiones y condiciones de vida de los mayores del país. El desmesurado uso de la fuerza da buena muestra de la falta de interés del gobierno del ultra Milei en establecer el diálogo necesario que aborde las legítimas demandas de los jubilados y sectores vulnerables de la sociedad argentina ante la situación de gravedad extrema que atraviesa el país.

El pasado miércoles, 12 de marzo, la protesta fue respaldada por diversos sectores, desde organizaciones sindicales a hinchadas de fútbol y movimientos sociales. La desproporcionada respuesta de las autoridades, que incluyó el uso masivo de gases lacrimógenos, balas de goma y agua a presión para dispersar a las personas que se manifestaban, se saldó con 120 detenidos y al menos 45 heridos, entre ellos periodistas que cubrían la protesta. Uno de ellos, el fotógrafo Pablo Grillo, sufrió una fractura craneal tras recibir en la cabeza un cartucho de gas lacrimógeno y se encuentra en estado grave. Ante estos gravísimos hechos, la respuesta de la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, ha sido declarar que los detenidos podrían ser sujeto de aplicación de la nueva ley antimafia y, como tal, se enfrentan a penas de hasta 20 años de cárcel.

UGT hace un llamado al Gobierno del presidente Javier Milei para que cese la represión y abra canales de diálogo con las organizaciones sindicales y demás sectores afectados por las brutales medidas de ajuste económico. El derecho a la protesta pacífica es un derecho fundamental y que está protegido por instrumentos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Aunque de manera inmoral se haya hecho una perversión del relato de los hechos como acostumbra Milei para justificar la brutalidad ordenada por el Gobierno, la vulneración de ese derecho tiene consecuencias penales ulteriores.

Asimismo, el sindicato expresa su solidaridad y apoyo a sus organizaciones argentinas hermanas, CGT, CTA-A y CTA-T y demás colectivos represaliados. UGT se une al clamor internacional para que en Argentina se respeten los derechos humanos y laborales. En este sentido, UGT insta a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos a monitorear de cerca la situación en el país y se exija al Gobierno de dicho país el cumplimiento de sus obligaciones en materia de derechos fundamentales.

UGT reafirma su compromiso con la defensa de los derechos de las y los trabajadores y trabajadoras en Argentina y con las personas jubiladas, una generación que tras sufrir la más cruel de las dictaduras, trajo democracia y prosperidad al país sudamericano. En este sentido, el sindicato expresa su apoyo a la convocatoria de huelga nacional en apoyo a las demandas de los jubilados y en protesta por la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad.