A pesar del bombo mediático existente alrededor de la Inteligencia Artificial y la digitalización de la economía, los nuevos datos publicados por la Encuesta de uso de TIC y Comercio Electrónico (CE) en las empresas 2023-2024 del INE confirman que las nuevas tecnologías no calan en nuestro tejido empresarial.

Ni un 14% de las empresas españolas de más de 10 empleados han contratado, o intentaron contratar, a un especialista en TIC en 2024 (un 2,51% en el caso de las empresas de menos de 10 personas trabajadoras). De hecho, el 84% de las empresas españolas no dispone de un experto en nuevas tecnologías en su plantilla. Se ratifican así los últimos datos de Eurostat, que indicaban que 7 de cada 10 empresas españolas presenta un perfil digital bajo o muy bajo, casi cuatro puntos más que la media de los Veintisiete.

En cuanto a la IA, si bien su adopción entre las empresas sube ligeramente (+3 pp hasta un 12%), este hecho no conlleva la contratación de expertos en la materia. Apenas un 2% de las compañías españolas cuenta entre su plantilla con un experto en IA, lo que lleva a pensar que las empresas adquieren productos de Inteligencia Artificial empaquetados por terceros y sin posibilidad de desarrollo propio. Además, ha descendido por debajo del umbral del 3% el porcentaje de expertos en IA sobre el total de expertos en nuevas tecnologías, lo que demostraría la menor importancia que se le da frente a otras tecnologías como las redes sociales, cloud, etc.

De nuevo, el mito de miles de vacantes tecnológicas insatisfechas se cae por su propio peso: el porcentaje de empresas que tuvieron alguna dificultad para cubrir alguna vacante de especialista en TIC en 2024 fue de un 4,3%, inferior al de 2023 e igual al de 2022 (en el caso de las empresas de menos de 10 empleados, que aglutinan a 9 de cada 10 empresas españolas, ni un 0,25% tiene problemas para contratar talento tech). 

Las empresas españolas presentan un perfil digital bajo o muy bajo 

Pero donde el abandono digital de las empresas se visualiza a la perfección es cuando hablamos de formación en nuevas tecnologías: apenas un 22% de las empresas la imparten, situándose en niveles inferiores a 2014. 

Finalmente, se constata un nuevo retroceso en paridad de género, descendiendo el número de mujeres que trabajan en el campo de la IA y con sólo un 7% de firmas que acreditan paridad de género en personal dedicado a la digitalización de procesos (un punto menos que en 2023).

De manera que, si las empresas no contratan, ni forman a las personas trabajadoras, ni se toman medidas para conseguir la paridad de género, la digitalización de nuestra economía y el aprovechamiento de la IA será imposible.