El vicesecretario general de política Sindical de UGT, Fernando Luján, participó ayer en el Foro de Alto Nivel sobre la Ampliación de la UE, organizado por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) y la Comisión Europea en Bruselas donde ha intervenido una mesa redonda sobre el papel de los interlocutores sociales en el fomento de una transición competitiva, ecológica y digital junto a otros participantes como Nicolas Schmit, Comisario de Empleo y Derechos Sociales; Olivér Várhelyi, Comisario de Vecindad y Ampliación; Oliver Röepke, Presidente del CESE, o Lucie Studničná, Presidenta del Grupo de los Trabajadores del CESE.

En su intervención, Fernando Luján destacó que la convergencia entre la transición digital y la transición verde es una oportunidad única para redefinir las bases de la economía y sociedad europeas y señaló, asimismo, que la Confederación Europea de Sindicatos (CES), el CESE y el Pilar Europeo de Derechos Sociales han subrayado la importancia de que esta transformación sea inclusiva y justa, por lo que los interlocutores sociales deben jugar un papel central en este proceso.

Un diálogo social robusto que garantice una transición justa y empleos de calidad

El vicesecretario general de Política Sindical de UGT también advirtió sobre los riesgos que la digitalización y la transición verde pueden plantear si no se gestionan adecuadamente, y subrayó que estas transiciones podrían generar desigualdades y precarización del trabajo. Además, se hizo eco de las recomendaciones del Informe Draghi respecto a la necesidad de un diálogo social robusto que garantice una transición justa y la creación de empleos de calidad en sectores sostenibles.

El evento, celebrado en paralelo al pleno del CESE, y que reunió a representantes de alto nivel de la Comisión Europea, los Estados miembros y países candidatos, así como Presidentes de sindicatos europeos y otros interlocutores sociales, ha servido para destacar la importancia de integrar a los interlocutores sociales en los procesos de transformación digital y ecológica, asegurando que estas transiciones no solo impulsen la competitividad europea, sino que también promuevan la cohesión social y el bienestar de los trabajadores.