​UGT considera que los datos sobre empleo de las personas con discapacidad publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística confirman las dificultades este colectivo para acceder y mantenerse en el mercado laboral. Los datos confirman que los empleos son de baja calidad, bajos salarios y se desarrollan en empresas no ordinarias, sino centros especiales de empleo. Solo el 1,31% de los contratos registrados se celebraron con trabajadores con discapacidad y de ellos tan sólo el 30% en empresas ordinarias.  El sindicato, que pide un cambio en las políticas de integración, defenderá en la negociación colectiva la reserva del 2% de empleo para las personas con discapacidad como instrumento

Los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre "El Empleo de las personas con discapacidad (EPD)" referentes al año 2015 ponen de manifiesto, una vez más, las dificultades de las personas con discapacidad de acceder a un empleo y que, cuando lo consiguen el empleo es baja calidad y en empresas no ordinarias, sino centros especiales.

Las cifras hablan por sí solas. La tasa de actividad es de un 33,9%, un 25,38% menos que la población sin discapacidad. Y la tasa de desempleo, que ha aumentado levemente, se sitúa en el 31%, diez puntos más que la de la población en general.

Y, por sexos, el número de hombres ocupados supera al de las mujeres en un punto (23,8% frente al 22,8%). Al revés ocurre con la tasa de paro, que son las mujeres las que superan a los hombres en un punto. Es decir, son ellas las más afectadas por el desempleo. Además, cuanto mayor es el grado discapacidad menor es la posibilidad de acceder a un empleo. UGT denuncia que el empleo que se ofrece a las personas con discapacidad es un empleo de baja calidad. Si según la estadística el 77% de los asalariados con certificado de discapacidad tenía contrato indefinido, las condiciones de trabajo de estas personas son precarias de bajos salarios, como consecuencia de la reforma laboral, y se desarrollan, fundamentalmente, en centros de trabajo no ordinarios, es decir, en centros especiales. Por lo que se puede concluir que no existe una integración plena en el mercado laboral.

Además de exigir la derogación de la reforma laboral, el sindicato reclama un cambio de políticas en materia de integración sociolaboral de las personas con discapacidad para, en el marco del Diálogo Social, aumentar la tasa de ocupación y de actividad, a través de políticas activas de empleo y dirigiéndolas a sus necesidades específicas.

UGT defenderá, a través de la Negociación Colectiva, con cláusulas específicas, la reserva de cuota del 2% de empleo para las personas con discapacidad porque es la herramienta más importante para el acceso al empleo ordinario, ya que obliga a las empresas de más de 50 personas en plantilla a la contratación efectiva de personas trabajadoras con discapacidad. En este sentido, es fundamental promocionar su cumplimiento efectivo e intensificar la actuación de la Inspección de Trabajo, junto con el incremento de las sanciones por su incumplimiento. Actualmente, únicamente el 1,31% de los contratos registrados se celebraron con trabajadores con discapacidad y de ellos tan sólo el 30% en empresas ordinarias.

La verdadera integración debe contextualizarse dentro de los derechos humanos, en ámbitos como el acceso la libre elección de un empleo en igualdad de condiciones laborales y salariales, a la educación, a la formación, a, a la cultura, o al transporte en igualdad de condiciones, y dotando a las personas con discapacidad de herramientas para su pleno ejercicio.