Una recuperación basada en mayores niveles de precariedad en el mercado de trabajo

Fecha: 28 Ene 2016

​Los datos de la EPA del último trimestre de 2015 reflejan un aumento del empleo  en 525.100 personas y un descenso del paro en 678.200 durante todo el año anterior, situando la cifra total de desempleados en 4.779.500 personas y la tasa de paro en el 20,9%.

Sobre el papel, los datos corroboran una mejora general de la economía. Sin embargo, UGT alerta de que este empleo creado es temporal y precario, afianzándose la parcialidad involuntaria y otras formas de subempleo. El sindicato considera que la reforma laboral y la crisis han dejado un rastro de precarización del mercado laboral y de los derechos de los trabajadores sin precedentes.

Aún se necesitan casi dos millones de empleos para lograr los niveles que teníamos en 2008. Además, avanza la precariedad en el desempleo, con una grave extensión del paro de larga duración y una tasa de cobertura en descenso continuo.

Por ello, UGT considera imprescindible otra política económica y social, centrada en las personas. Una política que reduzca el desempleo, que cree empleo de calidad y que mejore los salarios, con la derogación de las reformas laborales de 2010 y 2012, con el fin de aumentar la demanda interna, sentar las bases de un crecimiento sólido y sostenible y disminuir los altos niveles de desigualdad y pobreza que existen en la actualidad.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el último trimestre de 2015 el empleo creció en 45.500 personas con respecto al trimestre anterior (un 0,25%), mientras el desempleo descendió en 71.300 (un -1,47%). El número total de desempleados se situó en 4.779.500, y la tasa de paro sólo se redujo en el último trimestre 0,29 puntos, hasta el 20,9%.

En la serie desestacionalizada, la tasa de variación trimestral del empleo es del 0,73%, mientras la de paro es del -3,66%.

En el balance del año las cifras muestran un aumento del empleo de 525.100 personas (un 2,99%) y un descenso del paro (678.200 personas menos en desempleo, lo que supone una reducción del 12,43%). La tasa de empleo se sitúa en el 59,53%, 1,94 puntos por encima que un año atrás. Mientras, la tasa de paro, en un 20,9%, no logra descender más que 2,81 puntos en el año.

Cabe resaltar la trayectoria seguida por la población activa. Esta muestra un descenso trimestral del 0,11% (25.800 personas activas más), acorde con el aumento de la inactividad en el trimestre (entran en inactividad 28.700 personas). La tasa de actividad desciende 0,07 p.p. hasta el 59,43%. En el año, la población activa cae en 153.200 personas (-0,67%), al tiempo que los inactivos aumentan (119.400 más). La tasa de actividad baja 35 décimas.

El trimestre es positivo para los sectores con alto comportamiento estacional, agricultura y servicios, donde el número de ocupados aumenta un 9,89% y un 0,40% respectivamente. Sin embargo, cae el empleo en industria y construcción (-2,2% en ambos).  En el año, aumenta en el empleo en todos los sectores. También destaca el sector primario con un crecimiento de la ocupación del 6,97% y el de servicios (3,15%), por delante de la construcción (2,73%) y la industria (1,01%). ha sido en este sector primario donde más ocupación se ha perdido (un 6,23%).

En términos trimestrales y anuales aumenta el número de ocupados en el sector público y, sobre todo, en el privado.
Por sexo, en el año, ha aumentado el número de ocupados (un 3,19%) y de ocupadas  (un 2,75%) y ha descendido el de parados entre los hombres y las mujeres (-15,44% y -9,19%).

Pero se encuentran diferencias trimestrales. En el caso de las mujeres, aumenta la ocupación y se mantiene el número de desempleadas, debido al incremento de la actividad respecto al trimestre de verano. Por el contrario, entre los hombres, desciende la ocupación y desciende el desempleo, debido a una caída de la actividad. La tasa de paro masculina se encuentra en el 19,49%, mientras la femenina es superior, del 22,52%.   

Entre los extranjeros aumenta el empleo en términos trimestrales (un 0,5%) y anuales (4,48%), al tiempo que se reduce el número de desempleados y la tasa de paro.

Por grupos de edad, el paro desciende en el año en todos los tramos, pero en el trimestre aumenta entre los hombres de 55 y más años (un 2,33%) y entre las mujeres de 25 a 54 años (un 2,04%).

Sin embargo, cabe destacar la destrucción de empleo anual mostrada en determinados grupos de jóvenes: de 16 a 19 años (-2,72%), debido a la caída del empleo femenino (-9,41%) y de 25 a 34 años (-2,15%) por el descenso en ambos sexos. Asimismo, en el trimestre, se produce un descenso de la ocupación entre los 16 y los 40 años, que ha afectado principalmente a los hombres.

Una situación que, junto al descenso del paro entre el colectivo de jóvenes, sólo se explica por la caída de la actividad en estos tramos de edad, debido no sólo al envejecimiento de la población sino también por la salida de jóvenes a otros países en busca de oportunidades de mejores empleos y por un efecto desánimo. En definitiva, unas cifras que muestran la ausencia de medidas implantadas en el marco del Plan de Garantía Juvenil.

UGT advierte del riesgo de efecto desánimo y de la situación de los grupos de trabajadores con mayores dificultades de inserción (jóvenes y mayores de 55 años).

A ello se añaden los datos de desempleo de larga duración. En 2008 poco más del 20% de las personas en desempleo llevaba más de un año buscando empleo, un porcentaje que se sigue elevando hasta el 59,5% en el cuarto trimestre de 2015, siendo cada vez mayor la incidencia de las personas que llevan buscando empleo más de dos años (43,6% de los desempleados).

El número de asalariados ha aumentado en 505.700 personas en el año (3,49%); con un avance anual del empleo temporal (un 9,54%; 335.100 personas) y del indefinido (un 1,56%, 170.600 personas). Este trimestre se observa la finalización de la temporada estival en cuanto a la menor incidencia de la contratación temporal, que desciende un 1,63% respecto al trimestre de verano; mientras, sube la contratación indefinida un 0,94%.

No obstante, la temporalidad sigue constituyendo uno de los elementos estructurales del mercado laboral español: la tasa de temporalidad se mantiene en el 25,66%, 1,4 puntos superior a la registrada en el mismo trimestre del año 2014.

Destaca de nuevo la parcialidad, que definitivamente se consolida como un elemento estructural más de nuestro mercado de trabajo que permite obtener mejores ritmos de creación de empleo. En un año queda plasmado que hay 23.300 ocupados a tiempo parcial más que en igual trimestre del año anterior.

La tasa de parcialidad (tras el descenso que muestra cada trimestre de verano) aumenta otra vez este trimestre hasta llegar al 15,7%. Hay que tener en cuenta que, sólo en el último trimestre el número de ocupados a tiempo completo descendió en 47.900 personas, mientras a tiempo parcial subió un 3,39% (93.300 personas). La parcialidad involuntaria se mantiene así en el 61,89%, con 1,76 millones de ocupados a tiempo parcial involuntario.

Conclusiones
Los datos de cierre de 2015, ofrecidos esta mañana por el Instituto Nacional de Estadística, corroboran una mejora que se viene produciendo en algunos indicadores económicos y del mercado de trabajo, perfilando una mejora general en 2015.

Es una realidad que la recuperación económica en España, impulsada por factores externos, está viniendo acompañada de un aumento en el empleo. Sin embargo, las optimistas cifras de cierre del año 2015 presentadas no pueden hacer olvidar que el paro, especialmente de larga duración, se ha enquistado en nuestra economía, con tasas que difícilmente bajarán del 20% en el año 2016 (según diversas previsiones).

Además, como ponen de manifiesto las estadísticas, se trata de un empleo con una parte importante de precariedad, donde sigue enquistada la temporalidad, y se afianzan la parcialidad involuntaria y otras formas de subempleo.

El fuerte carácter estacional que muestra la evolución del empleo, con crecimientos en las actividades y trimestres de mayor empuje, junto a la débil recuperación del sector industrial, advierten de la inestabilidad y fragilidad que posee la actual senda de consolidación del empleo.

Por tanto, para UGT, son datos insuficientes.  Casi 4,8 millones de parados, que elevan la tasa de desempleo hasta rozar el 21%, son elementos que prueban la fragilidad del modelo. Aún se necesitan cerca de 2 millones de empleos y reducir el paro en 1,5 millones para lograr los niveles que teníamos a fin de 2008.

Tampoco hay que olvidar que a lo largo de la crisis la destrucción de empleo y el aumento del paro han ido acompañados de peores condiciones laborales para aquéllos que no han perdido el empleo o han sido contratados durante la recuperación. Una flexibilidad impuesta al trabajador, facilitada la reforma laboral, a remuneraciones inferiores y con peores condiciones laborales.

A los fenómenos estructurales de nuestro mercado laboral, como es la temporalidad descausalizada en la contratación (cuya tasa se ha alzado por encima del 25%), se han unido con fuerza nuevas formas de precariedad. Entre ellas, un auge del empleo a tiempo parcial involuntario (situado cerca del 62%).

Asimismo, se está produciendo un avance de la precariedad en el desempleo, con una extensión del paro de larga duración (próximo al 60%), una tasa de cobertura en descenso (el porcentaje de beneficiarios de prestaciones sólo alcanza al 45% de los desempleados EPA) y unas políticas de empleo que no están siendo efectivas a la hora de mejorar la empleabilidad de las personas, en especial de los jóvenes y de los mayores de 55 años.

La crisis y la reforma laboral han dejado un rastro de precarización del mercado laboral y de los derechos de los trabajadores, produciendo un aumento de los niveles de desigualdad hasta situar a casi el 30% de la población española en riesgo de pobreza y exclusión social.

La Unión General de Trabajadores considera imprescindible otra política económica y social, centrada en las personas. Una política que reduzca el desempleo, que cree empleo de calidad y con derechos, que mejore los salarios de la población de nuestro país en el marco del III AENC 2015-2017 firmado por los agentes sociales, para estimular el consumo y la inversión y consigamos consolidar la recuperación, en una senda de crecimiento sostenible.

Por una parte, es imprescindible una nueva orientación de la política económica que modifique los Presupuestos Generales del Estado aprobados para 2016, y que apueste por los factores que permiten a una economía crecer a medio y largo plazo, en innovación y conocimiento, logrando aumentos de productividad y competitividad, lejos de las incertidumbres del entorno.

Por otra parte, UGT considera que las políticas de empleo deben enfocarse a la reducción del desempleo, sobre todo de larga duración, a través de la protección a las personas y de las políticas activas desde lo público, teniendo en cuenta a los colectivos con mayores problemas de inserción. Todo ello es necesario para que España consiga encarar una recuperación sostenible, para todos, consiguiendo la disminución de los niveles de desigualdad y pobreza.

Vídeo valoración de Toni Ferrer, Secretario de Acción Sindical de UGT

Fuente: UGT
EPA