UGT va a plantear un salario mínimo de 1.000 euros en la negociación del nuevo AENC
Fecha: 03 Ago 2017
El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, anunció ayer que el sindicato va a plantear "un salario mínimo de 1.000 euros por convenio" en las próximas reuniones con las organizaciones empresariales para negociar el nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), con el fin de "ayudar a los trabajadores a salir de la situación de dificultad en la que se encuentran, a pesar de la recuperación. Vivir en nuestro país con 1.000 euros es muy difícil, pero con los 600 euros de ahora es imposible".
Pepe Álvarez ha realizado estas declaraciones durante su entrevista en el programa "Hora 25" de la Cadena Ser, donde manifestó que espera que "en septiembre, cuando hablemos de 2018, no sea imposible llegar a un acuerdo. Las propuestas de la patronal para 2017 eran insuficientes. Un acuerdo que rebaje los convenios colectivos no nos interesa. La negociación de 2018 puede llevarnos a salir de la situación que tenemos".
En este sentido, señaló que, si la patronal no se aviene a negociar, habrá movilizaciones. "Si se retoma la negociación con lógica para repartir la riqueza que se genera en nuestro país el nivel de movilizaciones será menor. Si la patronal se sigue aprovechando de la reforma laboral a la hora de negociar tendremos movilizaciones porque es el momento de repartir la riqueza en nuestro país".
La lectura de los datos de empleo, por parte del Gobierno, no tienen nada que ver con la realidad
Una riqueza menguada por la calidad del empleo y los salarios. "El Gobierno da los datos de paro desde la perspectiva publicitaria y no desde el problema de fondo. España tiene un problema de creación de empleo estable, de salarios dignos. Se crea empleo estacional y precario, hay que hacer políticas para que la industria sea el motor que genere empleo en nuestro país y para mejorar sustancialmente los empleos en el sector servicios".
La lectura de los datos de empleo por parte del Gobierno "no tienen que ver con la realidad", aseguró. "Muchos ciudadanos tienen sueldos por debajo de los 600 euros, con trabajos que no son a jornada completa porque no tienen otra oportunidad. La mujer y los jóvenes siguen siendo los grandes perdedores de la recuperación económica, trabajan en peores condiciones y con contratos más inestables".
En este sentido, afirmó que "hay dos velocidades, la del Gobierno y poderes económicos y otra la del ciudadano de a pie, que ve como cada día tiene más dificultades para llegar a fin de mes.
Por ello, exigió "otras políticas que ayuden a crear empleo pero para poder vivir. Hay que crear empleo de calidad que nos acerque al centro de Europa y no al norte de África. El Gobierno tiene el objetivo de los 20 millones de empleos en 2019, pero con eso no habrá autosuficiencia, porque el problema es la cotización que tienen esos trabajadores. Por eso creo que el Ejecutivo tiene que derogar la reforma laboral, para volver a un país más estable mediante la negociación y el acuerdo".
Solucionar la cuestión catalana mediante diálogo y entendimiento
Preguntado por la situación en Cataluña, Pepe Álvarez reiteró la necesidad de "diálogo y entendimiento" con España. "Solo en este camino se podrán encontrar soluciones al momento en el que vivimos. Estamos perdiendo el tiempo. Cataluña necesita poner las energías en sacar a las personas de las dificultades en las que se encuentran, España necesita sumar energías también, y mientras nos mantengamos en la actual situación perdemos el tiempo y muchas de esas energías".
En relación con las acciones de los últimos días contra el turismo, señaló que "que no tiene nada que ver con la ciudad de Barcelona o Mallorca. La cuestión del turismo en algunas zonas requiere cambios sustanciales en las políticas. Los turistas no se pueden continuar contando por las personas que nos visitan, sino por lo que dejan en nuestro país".
Por ello, manifestó la necesidad de "abordar políticas a fondo para que la vivienda sea accesible a todos, para que el comportamiento de los turistas sea adecuado, etc. Estas gamberradas no representan para nada a la mayoría de ciudadanos de Barcelona o Mallorca, que quieren a los turistas y que comparten vida con ellos".