UGT reclama una mayor regulación y control en la lucha contra el tráfico ilegal de la vida silvestre

Fecha: 03 Jun 2016

​En el Día Mundial del Medio Ambiente, que incide mañana, 5 de junio, en la lucha contra el tráfico ilegal de vida silvestre, UGT reclama un fortalecimiento de la legislación ambiental en nuestro país para combatir esta lacra y una mayor sensibilización ciudadana sobre el respeto a la vida silvestre y los ecosistemas. Además, el sindicato reclama la mejora de la capacitación y recursos materiales de los agentes o guardas forestales para reforzar la lucha directa sobre el terreno contra el tráfico ilegal de especies en los países de origen, y avanzar hacia los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, que insta a los países a que adopten medidas urgentes para poner fin a la caza furtiva y al tráfico de especies protegidas de fauna y flora.

Mañana, 5 de junio, se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, que en esta ocasión incide en la lucha contra el tráfico ilegal de vida silvestre que, según datos de INTERPOL, es el tercer negocio ilícito más relevante a nivel mundial, tras el contrabando de estupefacientes y de armas.

El tráfico de fauna es una de las formas más lucrativas de las actividades ilegales, alcanzando un valor global anual de entre 7-23 mil millones de dólares, el tráfico de peces entre 11-30 mil millones de dólares, y la tala ilegal de madera se estima que comporta un negocio ilegal anual entre 30 y 100 mil millones de dólares. El comercio de especies silvestres, controlado por cazadores furtivos que operan a través de las fronteras, amenaza la conservación de los ecosistemas y la seguridad de agentes ambientales y comunidades locales a las que se expolia de su riqueza natural.

España no es ajena a este gravísimo problema ambiental. Según datos de la subdirección de CITES-España, en 2014 el tráfico ilegal de especies en España se movió en torno a los 450.000 euros.

Para UGT, el comercio de especies entraña severas consecuencias, como son, entre otras, la extinción de especies protegidas; aumento del riesgo de pobreza de las comunidades locales, a las que se les sustraen sus recursos naturales y biodiversidad y se les priva de medios de vida; o el desequilibrio en los ecosistemas, cuando ejemplares de especies procedentes del tráfico ilegal terminan en el medio natural de los países de destino y se comportan como especies invasoras causando serias alteraciones en los ecosistemas autóctonos.

Para combatir el tráfico ilegal de especies es necesaria la cooperación mundial. En este sentido, UGT valora la Resolución de la ONU sobre la Lucha contra el tráfico ilícito de fauna y flora silvestre (A/RES/69/314/30/julio 2015). Además, recientemente, la CE ha adoptado un Plan de Acción de la UE para combatir el tráfico de especies silvestres dentro de la UE y para reforzar la contribución de Europa en la lucha mundial contra esta actividad ilegal.

Con el fin de luchar contra el tráfico ilegal de vida silvestre en nuestro país, UGT reclama reducir la demanda de los consumidores, a través de la sensibilización ciudadana sobre el respeto a la vida y los ecosistemas; fortalecer la legislación ambiental y asegurar su cumplimiento, intensificando la cooperación entre agentes medioambientales y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, tanto nacionales como europeas; y la obligatoriedad de los poseedores de “especies CITES” de someterse a inspecciones periódicas.

En el ámbito de la cooperación al desarrollo, el sindicato demanda reforzar la lucha directa sobre el terreno contra el tráfico ilegal de especies en los países de origen, a través de proyectos específicos, dirigidos a potenciar los recursos humanos (agentes o guardería forestal) dedicados a prevenir y combatir el comercio ilegal de especies en dichos países.

En este sentido, deben adoptarse medidas destinadas, no sólo a incrementar el número de efectivos sino también a mejorar la capacitación de los agentes o guardas forestales a través de la formación continua y programas de intercambio de experiencias con otros países; apoyar un marco legal que respalde sus funciones de policía y vigilancia; y mejorar el equipamiento técnico y demás medios materiales con los que cuenta este personal, con el fin de aumentar la eficacia de sus funciones.

Para UGT, la brecha de desigualdad socioeconómica entre las distintas regiones del planeta es un importante factor que contribuye al comercio ilegal de vida silvestre. Combatir esta lacra debe ser una prioridad en la lucha contra la desigualdad y en el avance hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que figuran en la Agenda 2030, donde se insta de forma explícita a los países a que adopten medidas urgentes para poner fin a la caza furtiva y al tráfico de especies protegidas de flora y fauna, así como a abordar la demanda y la oferta ilegales de productos silvestres.

Fuente: UGT