UGT reclama una Ley de Cooperación al Desarrollo coherente y ambiciosa
Fecha: 27 Sep 2021
Jesús Gallego exige en el Congreso de los Diputados una política pública de cooperación que haga justicia, que siembre justicia, y que contribuya al bien común y a la mejora de las condiciones de vida de las ciudadanas y ciudadanos europeos
El secretario de Relaciones Internacionales de UGT ha demandado, durante la ponencia sobre “La Cooperación Internacional para el Desarrollo en la Conferencia sobre el Futuro de Europa” en el Congreso, “una Europa generosa, valiente, justa, solidaria y comprometida con un mundo más democrático, más libre e igualitario” ante los “fuertes desequilibrios que existen entre el norte y el sur del continente”.
En este sentido, ha denunciado que la Unión Europea (UE), “lejos de apostar por el avance, se ha mostrado cicatera, cuando no directamente miserable, disminuyendo el presupuesto de la cooperación al desarrollo en la mayoría de Estados”. Para Jesús Gallego, “la cooperación al desarrollo no es un ejercicio de caridad”, por lo que reclama que “la voluntad de la ciudadanía europea, generosa y comprometida, se vea refrendada en las políticas que emanan de los órganos de gobierno de la UE con una cooperación al desarrollo justa y suficiente”.
Los PGE 2022 deben dignificar la cooperación en nuestro país
Además, ha exigido a nuestro país que “acelere y dé prioridad a una política de cooperación como una política pública y de Estado en el marco de la Agenda 2030. El actual gobierno se comprometió a poner la cooperación internacional en el lugar que merece, y ya hemos perdido una década de gobiernos incomprensiblemente insolidarios en esta materia”.
De esta forma, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) “deben acompasar nuestro previsible crecimiento económico con un aumento similar en el aporte como país a la contribución al desarrollo. España tiene la oportunidad de dignificar la cooperación y convertirla en motor de liderazgo internacional en la solidaridad y respuesta a los desafíos globales”.
“Pero también”, ha considerado, “es la mejor respuesta que se puede dar a las lamentables posiciones políticas retrógradas de pensamiento y acción que incitan al odio, a la xenofobia, al racismo o a la discriminación que manifiestan algunos países en los últimos años”.
Por ello, ha reclamado “dotarnos de las herramientas adecuadas legislativas, como una Ley de Cooperación que sustituya al actual instrumento legal de 1988, que sea una política de Estado, ambiciosa y coherente con el actual escenario internacional y sus retos en el marco de una política coordinada con el futuro de la Unión Europea”.