​La Unión General de Trabajadores lamenta que el Congreso de los Diputados haya votado en contra de la enmienda a la totalidad al acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Canadá, conocido como CETA, y a su control previo de constitucionalidad, como pedía el Grupo Parlamentario de Unidos Podemos.

Para UGT, lo más sensato hubiera sido enmendar totalmente un acuerdo que se olvida de salvaguardar los derechos de los ciudadanos en favor de los mercados, que no asegura el empleo ni las condiciones del mismo, ni los servicios públicos fundamentales y que no descarta, de forma expresa, que los estándares sociales, laborales y medioambientales puedan ser interpretados como barreras al comercio, entre otras cuestiones.

El sindicato recuerda que el CETA fue aprobado por el Parlamento Europeo el pasado 15 de febrero y ahora cada Estado Miembro tiene que ratificarlo. Para UGT, sería un error mayúsculo ratificar este acuerdo sin el necesario y profundo debate, tanto parlamentario como social, que aclare las serias dudas que se llevan planteando desde hace tiempo.

Por ello, UGT reclama a los grupos parlamentarios un debate serio y riguroso sobre esta cuestión, que cuente con la participación de los sindicatos y las diferentes organizaciones sociales afectadas, y que se proyecte a las Comisiones oportunas, dadas las numerosas cuestiones que abarca (tanto empleo como servicios públicos fundamentales o medioambiente).

La Unión General de Trabajadores, junto a otras fuerzas sociales y sindicales, seguirá presionando para que los grupos políticos escuchen a la ciudadanía de nuestro país, busquen un replanteamiento general de este acuerdo y adopten las medidas necesarias para proteger y mejorar los derechos laborales comunitarios, la promoción de trabajos y salarios decentes, los servicios públicos fundamentales y el medioambiente.