UGT reclama la extensión de los ERTE durante la desescalada

La EPA del primer trimestre ya apunta la necesidad de medidas de protección social y una renta mínima


La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre de 2020, publicada en el día de hoy por el INE, revela la desaceleración de la actividad y del empleo acentuada por la incertidumbre generada por el COVID-19 y las medidas de confinamiento desde mediados de marzo, y ya apunta la  necesidad de medidas de protección social. El número de ocupados se sitúa en 19.681.300 personas,  285.600 menos que en el trimestre previo (-1,43%).

Por su parte, la cifra total de desempleados subió en 121.000 personas (un 3,79%), hasta 3.313.000 (con una tasa de paro del 14,41%, 0,63 puntos por encima que en el trimestre previo. La peor situación de las mujeres en el mercado laboral se corrobora, con una tasa de paro que alcanza el 16,24%.

Esta crisis no finalizará con el fin del Estado de Alarma. Para UGT es imprescindible continuar aplicando medidas económicas y laborales que protejan a las personas que han perdido el empleo, no pueden acceder a uno o se han visto afectados por una reducción de ingresos. Es urgente poner en marcha una renta mínima coyuntural y extraordinaria que dé cobertura a las cientos de miles de familias que se han quedado fuera del escudo de protección social y hasta que se haga realidad una Ley de Ingreso Mínimo Vital.

Asimismo, es imprescindible sostener el apoyo a las empresas, en especial a las pymes, con el fin de evitar la destrucción del tejido productivo y del empleo. Exigimos la extensión y favorecimiento de las medidas de ajuste temporal (ERTE) para salvaguardar la existencia de nuestras empresas y empleos durante la desescalada. Si no es así, todo el esfuerzo realizado se irá por el sumidero y se destruirá el empleo que hemos conseguido preservar y las empresas desaparecerán.

Además, el sindicato considera que el diálogo social debe avanzar en el diseño de un plan de reconstrucción para el impulso económico y social, que considere la recuperación como una oportunidad para cambiar nuestro modelo productivo y de bienestar social, tomando como marco el pilar europeo de derechos sociales y los objetivos de desarrollo sostenibles.

El COVID-19 aún no se refleja completamente en la EPA

UGT recuerda que la irrupción del COVID-19 en el mercado de trabajo español se ha dejado ya sentir en algunas estadísticas disponibles. En concreto, los datos de afiliación a la seguridad social y el registro del paro del SEPE hasta fin de marzo, ofrecen un panorama inicial del impacto que la pandemia está teniendo sobre el empleo. Sin embargo, la EPA, principal instrumento de análisis del mercado laboral español, requiere un tiempo para recopilar la información de manera precisa, por lo que los datos trimestrales que se ofrecen hoy únicamente consideran la primera semana del periodo de confinamiento. 

Al igual que sucedió en la pasada crisis de 2009, el número de asalariados temporales sufre el mayor descenso trimestral (255.300 menos, un 5,8 %), mientras el número de asalariados con contrato indefinido muestra una cifra de caída trimestral más moderada (-0,25%, con 30.700 asalariados indefinidos menos). La tasa de temporalidad, por ello, se sitúa en un 25%.

Además, el sindicato muestra su preocupación por los datos del paro de larga duración. El 41,5% de las personas desempleadas lleva más de un año buscando empleo y un 28% más de dos. Una situación que se puede agravar con la presente crisis.

Datos de interés
 
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de 2020 el empleo descendió en 285.600 personas empleadas respecto a fin de 2019 (un 1,43%), aunque aún no se refleja una ruptura por el COVID-19 y se mantiene la tendencia anual de crecimiento (con 210.100 ocupados más, un 1,08%).
 
Asimismo, hay que destacar que las horas efectivas de trabajo realizadas han disminuido un 4,25% respecto al trimestre previo. Por su parte, el número de personas que no trabajaron (considerándose ocupados) por paro parcial por razones técnicas u organizativas o EREs alcanzó un volumen de 562.900 personas.
 
La tasa de empleo se sitúa en el 63,6%, 1,1 puntos inferior a la del trimestre previo y similar (0,03 p.p.) a la del inicio de 2019.
 
Mientras, el desempleo aumentó en el trimestre en 121.000 personas (3,79%), también sosteniendo la caída anual (41.300 parados menos, un -1,23%). El número total de desempleados se situó en 3.313.000, y la tasa de paro se situó en el 14,41%, 0,63 puntos por encima del último trimestre de 2019, pero 0,29 puntos por debajo que un año antes. En la serie desestacionalizada, la tasa de variación trimestral del empleo es del -0,41%, mientras la de paro es del 0,36%.
 
Cabe resaltar la trayectoria seguida por la población activa y la población inactiva. La población mayor de 16 años crece, pero la población activa cae en el primer trimestre un 0,71% (-164.600 personas activas menos), lo que se corresponde con un aumento trimestral de la inactividad (se suman 257.400 personas en situación de inactividad, un 1,58%). Parte de este aumento significativo podría corresponder a personas que se han quedado sin empleo, pero dada la situación de confinamiento no han podido cumplir con el requisito de búsqueda activa de empleo, o bien no están disponible para incorporarse a un empleo por razones de cuidado de personas dependientes (ancianos, niños, personas con discapacidad,…), quedando fuera del concepto de desempleo, e incluidas en el de inactividad.
 
La tasa de actividad, en el 58,18%, similar a la del año previo (-0,17 puntos), desciende en el trimestre (-0,55 puntos), encontrándose aún una brecha de 10 puntos de diferencia entre hombres (63,63%) y mujeres (53,03%).
 
Por sexo, en el año, ha aumentado el número de ocupados, hombres (un 0,59%) y mujeres (un 1,67%) y ha descendido el paro entre los hombres y las mujeres (-0,4% y -1,96%). En el trimestre, se reduce la ocupación femenina un 1,51% y sube el desempleo un 3,73%; en las cifras masculinas el descenso de la ocupación es del 1,36% y el incremento del paro del 3,86%.
 
La brecha entre hombres y mujeres persiste: el 43% de las personas ocupadas sin mujeres, mientras el peso en el desempleo es del 53%. La tasa de paro masculina se encuentra en el 12,79%, mientras la femenina es del 16,24%.
 
El trimestre es negativo para todos los sectores, salvo para la industria. En términos absolutos, el número de ocupados desciende de forma llamativa en los servicios (con 275.900 personas empleadas menos, -1,82%), seguido del sector primario (9.100 personas, -1,15%) y en la construcción (-6.200, -0,48%). En la industria aumenta la ocupación un 0,2% (5.600 personas). En el año, aumenta el empleo en industria y servicios y cae en construcción y agricultura.
 
En términos trimestrales decrece la ocupación en el sector privado y en el público. En el primero se pierden 280.300 empleos, frente a 5.400 en el sector público. Desde el inicio de 2019, aumenta el número de ocupados en el sector privado (175.800 empleos más) y en el público (34.300 más).
 
Entre los extranjeros aumenta el empleo en términos anuales (un 5,29%) pero cae en el trimestre (-1,5%). Al tiempo, se incrementa el número de desempleados en el trimestre (6,33%) y en el año (7,7%). La tasa de paro se sitúa en un 21,23%, por encima de la española (13,35%). Un 20% de las personas en desempleo son extranjeras.
 
Por grupos de edad, el paro asciende en el trimestre en todos los tramos, excepto entre 55 años y más años en el caso de los hombres y de las mujeres menores de 20 años. Un 15% de las personas en paro tiene más de 55 años, mientras otro 15% tiene menos de 25 años. La tasa de paro entre los menores de 25 años se alza al 33% y entre los mayores de 55 años al 12,1%.
 
A ello se añaden los datos de desempleo de larga duración. El porcentaje de personas en desempleo que lleva más de un año buscando empleo, se sigue elevando hasta el 41,5%, siendo alta la incidencia de las personas que llevan buscando empleo más de dos años (28,1% de los desempleados).
 
El número de asalariados ha caído en el trimestre en 286.000 personas (-1,7%); con un retroceso mayor del empleo temporal (un -5,8%; 255.300 personas menos con contrato temporal) y, en menor dimensión, del indefinido (-0,25%, 30.700 personas menos con contrato indefinido). En el año aumenta el volumen de asalariados (un 1,24%) por el incremento de los indefinidos (2,42%). A pesar de esto, la temporalidad sigue elevada: la tasa se establece en el 25% (en el 26,3% la femenina), con valores algo inferiores a los registrados en el mismo trimestre del año 2019.
 
Por su parte, la parcialidad este trimestre se encuentra en el 14,5% (23,4% para las mujeres). Hay que tener en cuenta que, sólo en el último trimestre el número de ocupados a tiempo completo descendió en 189.100 personas (-1,1%), mientras a tiempo parcial lo hizo un 3,3% (96.500 personas, de las que 70.800 son mujeres). La parcialidad involuntaria se mantiene en el 50,1%, con 1.449.500 ocupados a tiempo parcial que aceptan esta situación por no encontrar empleo a tiempo completo.

 

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Mari Carmen Barrera, Secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT
Fuente: UGT