​Ante la noticia del brutal ataque con armas químicas  perpetrado por el  ejército sirio contra población civil, que ha provocado al menos 58 muertos civiles, entre ellos niños, en la ciudad de Jan Sginjun, la Unión General de Trabajadores condena esta barbarie, así como todas a la que se está sometiendo a la población civil desde hace seis años, y que ha provocado miles de muertos y refugiados.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la oposición siria acusa al Gobierno de perpetrar este horrendo ataque contra civiles indefensos, con el único objeto de causar terror entre una población que sufre un sinfín de calamidades provocadas por una guerra fratricida.

Por parte de la oposición siria se ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU para realizar una reunión de urgencia que abra una investigación inmediata que determine, oficialmente, el uso de armas químicas prohibidas por el Gobierno de Bashar el Asad y sus aliados.
La gravedad de este nuevo atentado contra los derechos humanos sitúa nuevamente la perentoria situación por la que atraviesa la zona en conflicto, y en especial el escenario de guerra geoestratégico sirio.

Desde UGT instamos a la comunidad internacional para que ponga en marcha todos los mecanismos de Naciones Unidas necesarios para que termine por fin la masacre que está sufriendo la población civil siria.