UGT lamenta el fallecimiento de Jerónimo Saavedra
Saavedra, miembro de la Comisión Ejecutiva Confederal del sindicato entre 1976 y 1983, fue un luchador por la libertad en todos los sentidos posibles
Fecha: 21 Nov 2023
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores quiere trasladar su más sentido pésame a la familia y amigos de Jerónimo Saavedra, miembro de la Comisión Ejecutiva Confederal del sindicato entre 1976 y 1983.
Saavedra, doctor en Derecho, tuvo también una dilatada carrera política que fue desde la presidencia del gobierno de Canarias, al consejo de ministros o la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. Pero para UGT, Jerónimo fue, sobre todo, un luchador por la libertad en todos los sentidos posibles.
Afiliado a la organización y al Partido Socialista Obrero Español en la clandestinidad, fue un compañero comprometido que defendió con orgullo e inteligencia los derechos de la clase trabajadora y la libertad sindical como principios básicos de la democracia, imprimiendo en su gestión sindical y política la profunda huella humanista, la libertad, igualdad y fraternidad, que lo caracterizaron. Siempre haciendo gala de sus principios y elegancia, fue un político de activismo incansable que extendió su acción por todos los ámbitos que entendía propios de la emancipación de la clase trabajadora: desde la cultura, al activismo LGTBI.
Su carrera vital y personal lo hicieron merecedor de un premio que le fue entregado por el secretario general, Pepe Álvarez, en un reconocimiento que coincidió con el 130 aniversario de la fundación de la confederación sindical. Coherente con lo que siempre defendió, Saavedra, acababa de despedirse como diputado del Parlamento de Canarias, donde había hecho un llamamiento al pleno parlamentario sobre la obligación de responder a las necesidades de la sociedad: residencias de mayores, vivienda, atención a la dependencia y escuelas infantiles.
Las afiliadas a afiliados de UGT, orgullosos del legado que Jerónimo Saavedra nos deja, quieren reconocer el valor de su persona en el que forma y contenido siempre fueron de la mano: constantes, nunca estridentes, siempre con las personas más débiles.
Sirva su recuerdo hoy, en el que la falta de sosiego y razón parecen tomar cada vez más peso, como ejemplo de defensa del verdadero valor de las palabras valentía, libertad y democracia.