​La web www.okdiario.es  publicó el pasado 16 de agosto una presunta información en la que acusaba a UGT y CCOO de falsear sus datos de afiliación, utilizando para ello datos de la Agencia Tributaria correspondiente a la campaña de la renta de 2014. El manejo de los datos es tan burdo y las argumentaciones tan alejadas de la práctica periodística profesional, y hasta del sentido común, que la Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, se ha dirigido por carta al director de la publicación, el periodista Eduardo Inda, para poner en evidencia las inconsistencias de la presunta información, la gravedad de las acusaciones, y exigiendo el derecho de rectificación, así como la intención del Sindicato de defenderse, sin descartar para ello los instrumentos legales si fuera necesario.

Reproducimos a continuación el texto de la carta:

Señor director: 

En el diario digital que usted dirige, con fecha 16/08/2016, hora 21:42, firmada por Lorenzo Ramírez, aparece una presunta información sobre la afiliación de las organizaciones sindicales titulada “LOS SINDICATOS CCOO Y UGT FALSEAN SUS DATOS AL INCLUIR 180.000 AFILIADOS FANTASMA”. Esta presunta información está construida sobre premisas falsas, nos acusa de falsear datos esenciales relacionados con la gestión democrática de las organizaciones sindicales a la que nos obliga la Ley Orgánica de Libertad Sindical entre otras, algo que comprenderá no podemos consentir.

Según la presunta información, en la Campaña de la Renta de 2014, 1.816.077 contribuyentes afiliados a organizaciones sindicales se acogieron a la posibilidad de desgravar sus cuotas sindicales. Con ese dato, se suman los afiliados de UGT y CCOO (1.999.000 según se dice), y como entre la primera cifra (personas acogidas a la desgravación por cuota sindical) y la segunda (afiliados a UGT y CCOO) hay una diferencia de 182.923, se concluye que son afiliados “fantasma”, no existen, y eso implica que UGT y CCOO “falsean sus datos”.

Varias consideraciones simples:

- La cuota sindical se puede desgravar en la declaración de la renta, pero no es una obligación hacerlo. Además, mucha gente no sabe que se lo puede desgravar, o es un contribuyente con un nivel de ingresos que le sitúa entre los que no están obligados a realizar la declaración de la renta. O son contribuyentes que dan por válidos los borradores de declaración que les realiza la Agencia Tributaria y no piden modificarlos para desgravarse las cuotas sindicales. Por tanto, es perfectamente posible que existan afiliados sindicales que no se han desgravado las cuotas, no son “fantasmas”.

- En España existe pluralidad sindical, y muchas organizaciones sindicales registradas. Cerca de un centenar de ellas reciben subvenciones anuales del Ministerio de Empleo en función de la representatividad que obtienen en los procesos de elecciones sindicales en las empresas. UGT y CCOO no somos los únicos, somos oficialmente los mayoritarios por nuestros resultados electorales, no por nuestra afiliación, que no es una variable válida legalmente a estos efectos. 

- Es de suponer que entre los contribuyentes que se desgravan la cuota sindical habrá afiliados de UGT, CCOO y de otros sindicatos, ¿o es que los 1.816.077 son sólo de estas dos organizaciones? Es de suponer que entre los que no lo hacen también los hay de distintas organizaciones sindicales, ¿o es que sólo son “fantasmas” los nuestros?. La relación que ustedes establecen entre una cifra y otra no tiene sentido, es un absurdo construido para desinformar, para comprometer la credibilidad y reputación de dos organizaciones concretas.
- UGT, a cierre de 2015, tiene 928.846 cotizantes al corriente de pago, como hemos hecho público en diferentes ocasiones y como figura entre los datos de gestión y transparencia de nuestra web oficial. Pueden ser muchos o pocos, es opinable, pero no les hemos visto nunca publicar los afiliados de partidos políticos, organizaciones empresariales, organizaciones cívicas, etc… que podrían servir para determinar si realmente son muchos o pocos. Si tenemos en cuenta que la principal actividad de las organizaciones sindicales es la negociación de las condiciones laborales en las empresas (es decir, la negociación colectiva), y que sus beneficios se aplican a todos los trabajadores, estén o no afiliados, la consideración puede ser diferente. Es más, en UGT consideramos que los recursos que destinamos a esa tarea, que son cada vez más especializados y que se financian con las cuotas de nuestros afiliados, tienen que empezar a tener un tratamiento bien diferente en nuestro sistema institucional, puesto que son recursos privados que financian un servicio de eficacia general.

- El resto de la presunta información es un compendio de las falsedades habituales en relación con las organizaciones sindicales:
No, no nos financiamos con los recursos públicos para formación de los trabajadores, que son finalistas y se dedican al fin establecido.
No, las mesas de negociación de diálogo social y negociación colectiva no se configuran en función de la afiliación de los sindicatos, sino en función de los trabajadores que les han votado en las elecciones sindicales.

No, nuestra participación en la gestión de fondos de pensiones no es un negocio; esos fondos se constituyeron en el marco de la negociación colectiva de muchas empresas, es dinero de los trabajadores que se gestiona con la participación de los representantes de los trabajadores.

No, no nos financiamos con la gestión de los Expedientes de Regulación de Empleo, realizamos una gestión técnica y de representación y actuación jurídica que tiene un coste, que se realiza por profesionales, y cuya financiación sería imposible -e ilógico- que asumiera el Sindicato, y además sería injusto que se financiara con las cuotas de los afiliados costes que afectan al conjunto de los trabajadores afectados.

No sólo respetamos, sino que defendemos desde lo más profundo de nuestras convicciones el principio constitucional que reconoce el derecho a “expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones”, pero también ese otro que establece el derecho a “comunicar o recibir libremente información veraz” y en el derecho al honor y la propia imagen. La presunta información que está en el origen de esta carta no es veraz, no es ni tan siquiera información, es un producto destinado a la difamación y el descrédito de dos organizaciones sindicales. Les invitamos a ejercer el derecho a la información veraz, a recuperar la esencia del periodismo al servicio del interés general, porque nosotros estamos dispuestos a utilizar los instrumentos que sean necesarios, incluidos los legales, para defendernos. Les instamos a rectificar dicha información en los términos que indica la ley y les recordamos que una de las primeras normas del periodismo es contrastar la información.