​La Unión General de Trabajadores exige al Ministerio de Interior, de quien dependen los Centros de Internamiento de Extranjeros, que tome las medidas necesarias para garantizar la dignidad y los derechos de las personas internas y de los trabajadores y empleados públicos de los centros.

No es la primera vez que UGT pone de manifiesto las deficiencias de los Centros de Internamiento de Extranjeros, que afectan tanto a la población interna como a los trabajadores que desarrollan distintas funciones en los centros.

Por otra parte, el sindicato quiere recordar que estos centros, que no tienen carácter penitenciario, deben contar con la infraestructura y los medios materiales y humanos necesarios para asegurar el cumplimiento de la normativa desde el punto de vista de los servicios que deben ser prestados a los internos y de su seguridad y sus derechos. Pero también para permitir que los trabajadores lleven a cabo su labor en las mejores condiciones.

Los reiterados incidentes a lo largo de estos años, incluida la vulneración de determinados derechos de la población interna o la falta de medios para que estos derechos se cumplan, son un aviso más que suficiente de que es necesario dejar de abordar la cuestión de los CIES como si fueran un "aparcamiento temporal" de personas que van a ser expulsadas. Esta concepción, que implica, entre otras cosas, la ausencia de los medios materiales y humanos necesarios, perjudica tanto a la población interna como a los trabajadores de los Centros, y no garantiza los derechos de ambos colectivos ni la función que deben tener los CIES.