​El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, le ha trasladado hoy al negociador jefe de la Unión Europea, Michel Barnier, las inquietudes del sindicato en relación al Brexit y las propuestas de UGT para asegurar los derechos de los ciudadanos europeos.

Para Álvarez, la Unión Europea (UE) “tendrá que tomar las medidas necesarias para que el impacto del Brexit en el mercado de trabajo sea lo menos traumática posible para los ciudadanos europeos y, en especial, para los derechos de los cerca de 200.000 españoles que residen en Reino Unido”.

En este sentido, Pepe Álvarez ha considerado que “las personas no deben pagar el precio de las decisiones políticas en el Reino Unido, ya que todo hace pensar que así será.

Por ello, Pepe Álvarez ha afirmado que “el sindicato va a hacer todo lo que esté en su mano para defender los intereses de los trabajadores comunitarios. UGT se niega a que en la mesa de negociación solo estén presentes los intereses comerciales” y, por ello, exigirá que los sindicatos sean un agente activo en las negociaciones y potenciará la coordinación y colaboración con los sindicatos británicos y con la Confederación Europea de Sindicatos (CES).

Además, “UGT reclama una Unión que afronte el drama del paro, de la precariedad, de la pobreza y de la desigualdad, que se preocupe de asegurar unas condiciones de vida y trabajo justas y sepa afrontar los nuevos retos sociales, laborales y económicos”.
Y al Gobierno español le exige que “defienda los intereses de los trabajadores y las trabajadoras españolas y no vuelva a acordar un tratado comercial favorable al capital que deje en la cuneta a las personas, como hizo al subscribir el vergonzoso acuerdo del Consejo de la UE con Reino Unido, firmado antes del referendo”.

Pepe Álvarez también ha trasladado a Michel Barnier la preocupación concreta del sindicato por los 18.000 trabajadores españoles empleados en el  Peñón de Gibraltar y ha pedido que se defiendan los derechos y condiciones de estos trabajadores.

Todo ello con el fin de lograr una UE más solidaria, coherente y más humana, que dé pasos más decididos hacia una Europa de los ciudadanos y las ciudadanas. Una Europa Social que anteponga los intereses de sus ciudadanos frente a los intereses económicos, que ponga por delante los derechos de las personas frente a los intereses de las corporaciones y las empresas y que luche, promueva y defienda los derechos de sus ciudadanos, especialmente de los más desfavorecidos.