UGT exige garantizar el empleo y facilitar la reincorporación de las personas que sufren cáncer

Fecha: 04 Feb 2020

#DíaMundialcontraelcáncer


► 8.700 hombres y 850 mujeres fallecen anualmente en España debido a cánceres laborales, según estimaciones de la OIT. Sin embargo, en 2019 solo se han reconocido 63 enfermedades caudadas por agentes cancerígenos, de un total de 27.343 enfermedades profesionales.
 
► UGT exige la revisión y ampliación de la Lista de Enfermedades Profesionales, sobre todo en los casos de cánceres de origen laboral y extremar la prevención a la exposición cancerígenos en el entorno laboral (lo que requiere la transposición urgente de la modificación de la directiva europea 2004/37/CE, pero respetando los valores limites vigentes en España en aquellos casos en los que eran inferiores a los propuestos)
 
► El sindicato demanda facilitar la reincorporación al trabajo a las personas que sufren cáncer y establecer mecanismos de apoyo para ello, sobre todo en las pymes, y a través de la negociación colectiva flexibilizar la incorporación al trabajo tras el cáncer, haciéndola de manera progresiva, en los casos en los que así se solicite.
 
► Exige derogar el artículo 52 a del Estatuto de los Trabajadores en el que se incluye la extinción del contrato de trabajo por causas objetivas por discapacidad sobrevenida, pues debe primar la adaptación del trabajo a la persona y no al contrario.

El cáncer es una enfermedad que afecta tanto a la salud física como psicológica del individuo, así como a su ámbito social, familiar y laboral. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer constituye la segunda causa de muerte en el mundo y se estima un incremento de éstos de un 70% en los próximos 20 años.
 
La OMS y la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer estiman que anualmente 8 millones de personas mueren por esta enfermedad y se diagnostican 14 millones de casos nuevos. De ellos, el 19% sería atribuible al medio, en particular al laboral, lo que supondría alrededor de 1,3 millones de muertes cada año.
 
Mantener el empleo, los ingresos y la estructura de vida de las personas enfermas
 
Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA), en Europa se diagnostican cada año 3,2 millones de nuevos casos de cáncer y aproximadamente la mitad de ellos corresponden a personas en edad de trabajar. En España, según estimaciones de la OIT, fallecen anualmente cerca de 8.700 hombres y 850 mujeres debido a canceres laborales.
 
Después del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer, en el que se anula el proyecto de vida de la persona y de su entorno familiar, es importante garantizar la calidad de vida de los supervivientes y esto se puede conseguir si mantienen su empleo, sus ingresos y su estructura de vida.
 
Las secuelas tanto físicas como psíquicas provocadas por la enfermedad pueden suponer problemas para la vuelta al trabajo después de haber padecido cáncer, por ello recordamos que, tras ausencias prolongadas al trabajo debido a enfermedad, el empresario debe ofrecer al trabajador la realización de la vigilancia de la salud, para conocer si es necesaria la adaptación del puesto de trabajo a las nuevas condiciones de la persona que lo ocupa. Por otro lado, la incorporación laboral progresiva genera seguridad y una menor ansiedad en los trabajadores.
 
Es importante la prevención de la exposición a cancerígenos en el entorno laboral y para ello urge la trasposición de la modificación de la Directiva 2004/37/CE relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes carcinógenos o mutágenos, pero respetando los valores límites vigentes en España en aquellos casos en los que eran inferiores a los propuestos por la Directiva de modificación, al objeto de mantener el nivel de protección de los trabajadores expuestos de los últimos años.
 
UGT no comparte una trasposición literal de la modificación de la Directiva a nuestro ordenamiento jurídico, ya que puede suponer un grave deterioro del nivel de protección de la población laboral expuesta, ya que en el caso de la sílice cristalina se pasa de 0,05 mg/m3 a 0,1 mg/m3, en el del bromoetileno de 2,2 mg/m3 a 4,4 mg/m3 y en el de la acrilamida de 0,03 mg/m3 a 0,1 mg/m3.
 
El sindicato recuerda que, en el caso de la sílice, la Comisión Europea advertía, ya en 2016, que había 5.300.000 personas trabajadoras expuestas a este cancerígeno en la UE, siendo España el país con mayor cantidad de trabajadores y trabajadoras expuestos, con un 26,8% del total, una cifra que ha experimentado un acusado repunte en los últimos años.
 
Además, reivindica la revisión y ampliación de la Lista de Enfermedades Profesionales de nuestro país, así como la mejora del procedimiento de identificación y notificación de las enfermedades profesionales y de origen profesional, sobre todo en los casos de cánceres de origen laboral. Ya que sigue existiendo una enorme infradeclaración de este tipo de enfermedad, así, durante 2019 únicamente han sido reconocidas 63 enfermedades causadas por agentes cancerígenos de un total de 27.343 enfermedades profesionales.
 
Propuestas de UGT
 
  • Deben favorecerse programas de reincorporación al trabajo a las personas que sufren cáncer y establecer mecanismos de apoyo para ello, sobre todo en las PYMES.
     
  • A través de los convenios colectivos es preciso negociar fórmulas para flexibilizar la incorporación al trabajo tras el cáncer, haciéndola de manera progresiva, en los casos de los trabajadores afectados que así lo soliciten. De igual forma, es fundamental una comunicación fluida entre el trabajador afectado, el empresario, el servicio de prevención y los representantes de los trabajadores para que la reincorporación sea lo menos traumática posible
     
  • Debe derogarse el art. 52.a del Estatuto de los Trabajadores en el que se incluye la extinción del contrato de trabajo por causas objetivas debido a la “ineptitud del trabajador sobrevenida con su posterioridad a su colocación efectiva en la empresa”. En los casos de discapacidad sobrevenida, debería primar la adaptación del trabajo a la persona y no al contrario.

Fuente: UGT