De esta forma, el texto refleja la apuesta de los interlocutores sociales por el impulso del empleo de calidad y con derechos, centrándose en la estabilidad del empleo y las modalidades de contratación, en el empleo de los jóvenes, en la formación y cualificación profesional o en la igualdad de trato y oportunidades y la seguridad laboral; o los criterios en materia salarial, con el fin de exponer de manera clarificante las pautas que contribuyan a aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores y a seguir mejorando nuestra competitividad, y con ello a preservar y crear empleo de calidad. 

 

Además, la guía expone los instrumentos de flexibilidad negociada, como herramienta para facilitar la adaptación competitiva de las empresas y para mantener el empleo, su estabilidad y calidad y la actividad productiva; la regulación de la ultraactividad, con el fin de preservar la vigencia de los convenios; el fortalecimiento de la Comisión Paritaria como institución de mediación y seguimiento de la negociación colectiva; y el impulso de la utilización de los organismos de la solución autónoma en los conflictos que existan en cada Comunidad Autónoma y a nivel estatal.

 

Todo ello para recoger el contenido amplio y de gran calado del III AENC, que UGT considera muy relevante para contribuir a afianzar una nueva etapa de crecimiento, hacerlo más sólido y sostenible, y repartir sus frutos de manera más justa, así como para sentar las bases de un modelo laboral basado en la calidad del empleo. Solo a través de una negociación colectiva fuerte, con consenso, se podrán regular de manera más efectiva las condiciones de trabajo, en oposición a modelos autoritarios basados en la imposición discrecional o en la individualización de las relaciones laborales.