UGT considera que la subida de tipos del BCE nos traslada a una política económica equivocada

Esta medida vuelve a cargar sobre las personas trabajadoras, asfixiando su economía

Fecha: 15 Sep 2023

Subida de las hipotecas

El Banco Central Europeo ha reeditado la política monetaria austericida, tan nefasta para el mercado de trabajo español, que nos llevó a tener 5 millones de desempleados en la gran recesión (2008-2017).


El incremento de los tipos de interés hasta el 4,5 % no va a servir para controlar la inflación, excesivamente alta en los países centrales, y puede afectar a la inversión y al empleo a los países, que como España, están más cerca del objetivo del 2 % marcado por las autoridades europeas.    
 

Esa medida del BCE es absolutamente equivocada porque va a cargar, una vez más, sobre la clase trabajadora europea el coste del ajuste de la incertidumbre económica actual. La Autoridad Monetaria Europea se ha mostrado ineficiente e incapaz, en más de 2 años, de controlar la tendencia alcista de los precios, a pesar del aumento constante y paulatino de los tipos de interés que castigan, especialmente, a las rentas más modestas. 


La medida es todavía más absurda porque es ineficiente para contener la inflación, por lo que desde UGT reclamamos políticas más audaces como son los incrementos impositivos sobre beneficios extraordinarios de las empresas del sector de la energía y la banca, o la creación de un fondo presupuestario estatal para ayudar a las personas que estén pagando una hipoteca, tal y como abogamos desde nuestro sindicato cuando el BCE inició su política de la subidas de tipos de interés. 


La inflación está determinada por dificultades en la oferta, derivadas por la crisis de suministros y la guerra de Ucrania, y después alimentada por el aumento de márgenes y beneficios de las empresas, lo que hemos denominado la inflación de la avaricia, ya que algunas empresas han aprovechado este desajuste para aumentar sus precios más que los costes, alimentando la inflación, que se mantiene persistente en unos niveles elevados en la Zona del Euro. 
 

UGT manifiesta que la política monetaria restrictiva de subida de tipos es ineficiente para contener la evolución de los precios, sólo produce encarecimiento de los créditos y préstamos, reducción de la actividad económica y desempleo, cargando. de nuevo, el coste de la política económica en las personas trabajadoras, reduciendo su renta disponible. 


Es necesario poner en marcha políticas que regulen los precios de sectores con capacidad de propagación de impulsos negativos en términos de costes, como son los sectores de la energía y el transporte. Además, hay que garantizar mecanismos de recuperación salarial de los trabajadores, pues hay espacio para el incremento de las nóminas sin tensionar costes a las empresas (sólo hay que repartir el beneficio extra del que están apropiándose en estos momentos).


En definitiva, UGT señala que: 

La política monetaria de tipos de interés elevados del Banco Central Europeo es equivocada, reduce las expectativas de crecimiento económico, inversión y empleo, y fomenta el comportamiento oportunista de las empresas garantizándoles mantener el incremento de los beneficios, impidiendo una distribución de los excedentes de la producción equitativos entre empresas y personas trabajadoras.


Ante esa coyuntura económica y social incierta, con restricciones fiscales que se están incrementando en el marco de la Zona Euro, la clase política española no puede perder más tiempo en la formación de un gobierno que ponga urgentemente en marcha políticas de empleo y renta para atender a las necesidades de los trabajadores en los sectores que ya empiezan a sentir las consecuencias negativas de la política del Banco Central Europeo.


Además, en el futuro próximo, hay que revisar la gobernanza de la Unión Monetaria Europea, incluyendo mecanismo de control y supervisión de la Autoridad Monetaria Europea en la que participen los interlocutores sociales, de forma que se garantice que la política monetaria de la Zona Euro tenga en cuenta los costes sociales de sus medidas. 
 


Fuente: UGT