UGT condena firmemente los dos últimos asesinatos machistas ocurridos esta semana en Catalunya, donde un policía jubilado ha matado con un arma de fuego a su pareja y a su expareja. El doble crimen que está siendo investigado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Durante los meses de verano han sido asesinadas 19 mujeres por sus parejas o exparejas. Se trata de más de la mitad de los asesinatos por violencia de género llevados a cabo este año.
La época estival es un periodo crítico en el que los crímenes machistas aumentan por diversos motivos, como la falta de control del agresor sobre la víctima o el aumento del tiempo de convivencia, entre otros factores. Según los registros de mujeres víctimas mortales de violencia de género, los tres meses estivales son los meses más cruentos de la violencia machista. Se han contabilizado 117 víctimas en los meses de junio, 136 víctimas en los meses de julio, y 119 víctimas en los meses de agosto desde el año 2003. Es estas estadísticas se tienen en consideración los dos últimos asesinatos ocurridos esta semana, pendientes de confirmación oficial. 

También repunta la violencia vicaria en este año 2024. Son ya 10 las víctimas menores de edad asesinadas. Se trata del peor dato desde que se comenzaron a contabilizar en el año 2013. Esta violencia supone la instrumentalización de hijas e hijos, especialmente, para hacer daño a la madre. Desde UGT consideramos necesario que se adopten las medidas necesarias que aseguren y protejan la vida de estos menores, ya que corren un gran riesgo en los casos de violencia machista.

La violencia machista se da en todas las esferas de la vida social, incluido el ámbito laboral, en el que su principal manifestación es el acoso sexual y el acoso sexista o por razón de sexo, que sufren de forma abrumadoramente mayoritaria las mujeres. Se trata de la manifestación máxima de desigualdad, ampliamente extendida, habitual, normalizada, muy invisibilizada y de graves consecuencias para la vida de las mujeres que lo sufren. 

Pese a que contamos con instrumentos específicos para combatir este tipo de violencia, como son los protocolos de acoso sexual y acoso sexista, y los planes de Igualdad en las empresas, entre otros, la escasa sensibilización social, el miedo a las represalias laborales y la dificultad de la prueba, hacen que un gran número de casos de acoso sexual o de acoso sexista no lleguen a denunciarse. 

A la ausencia de denuncias se une la falta de datos oficiales sobre esta materia, lo que dificulta aún más la lucha para su erradicación. Contar con datos oficiales es esencial para poder hacer un seguimiento y evaluación de los resultados de la aplicación de las medidas legales y de negociación colectiva existentes, para combatir el acoso sexual y el acoso sexista en el trabajo y conocer su evolución.

Desde UGT reivindicamos el aumento de las políticas y recursos para la prevención y la atención integral de todas las víctimas de estas violencias. Del mismo modo, apelamos a los poderes públicos, agencias y organizaciones comprometidas con esta lucha al rechazo frontal y a la condena explícita de los discursos negacionistas de la ultraderecha. Estos ponen en peligro los avances en la lucha contra las violencias machistas, cuestionan las políticas públicas en esta materia, la educación en igualdad, y revictimizan a las mujeres que sufren dicha violencia. Nuestra participación y compromiso en la lucha contra todas las formas de violencia machista y, específicamente, contra la violencia de género en el ámbito laboral, así como en la consecución efectiva de la igualdad entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo es ineludible y firme.