UGT condena el asalto de neofascistas al Parlamento brasileño
Fecha: 09 Ene 2023
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores hace una llamada a las fuerzas democráticas y a las instituciones militares de aquel país a que preserven el orden constitucional.
Un grupo de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro asaltaron ayer, ocho de enero, la sede del Congreso de la República y más tarde han ocupado los edificios del Tribunal Supremo. El ataque a la sede de la soberanía popular se conseguía tras agredir a las fuerzas de orden que los custodian, destrozando mobiliario y vehículos policiales y dañando parte de los edificios, cuando no ha transcurrido aún una semana de la Asunción de Luiz Inacio Lula da Silva a la presidencia del país americano.
Si Jair Bolsonaro había amenazado varias veces con no reconocer los resultados de los comicios generales y el ataque de sus seguidores al parlamento y al supremo no han hecho nada más que poner en práctica la falta de respeto a la democracia y sus instituciones de la que el neofascista siempre ha hecho gala. Esta violación de la voluntad popular que puede ser calificada de intento de golpe se suma a la llamada al levantamiento militar que los bolsonaristas llevan más de un mes exigiendo en las calles. Un nuevo acto contra la democracia de Brasil se suma a los sufridos ya por la democracia brasileña desde 2014, con el golpe institucional contra la entonces presidenta Dilma Rouseuff o la persecución y encarcelamiento ilegal de Lula en 2016.
Estas imágenes recuerdan y mucho a las que pudimos ver hace poco más de dos años en el Capitolio estadounidense, cuando seguidores de Donald Trump asaltaron esa cámara tras la victoria de Joe Biden y el no reconocimiento de la victoria por parte del candidato republicano, constituyendo un nuevo ejemplo de cómo la extrema derecha populista comienza cuestionando la legitimidad de las más altas representaciones de los Estados o los gobiernos, para continuar llamando a las armas y al golpe de Estado si las urnas no les son propias. Resulta asimismo desasosegante que tanto en el caso brasileño como en el estadounidense y en otros, estos representantes del anti estado se hayan autoproclamado verdaderos demócratas y únicos defensores de la libertad y hayan contado con el beneplácito de grandes medios de comunicación, que no dudaron el blanquear estas figuras extremistas y obviar o suavizar ante la opinión pública una identidad ideológica no es otra que el autoritarismo, la violencia y el golpismo, dando pábulo y cabida a defensores de teorías conspiranoicas que tienen como única finalidad retorcer la realidad y enfrentarla a la misma democracia.
El fascismo no admite posición intermedia y representa una amenaza constante y real al orden constitucional en nuestras democracias. Por todo ello, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) condena vehementemente el ataque al Congreso brasileño, hace una llamada alas fuerzas democráticas y a las instituciones militares de aquel país a que preserven el orden constitucional, y envía su solidaridad al pueblo de Brasil y al gobierno electo presidido por Lula da Silva. Asimismo, llamamos al rechazo de todos los gobiernos democráticos y significativamente al de España y a la Comisión Europea a manifestarse en contra de este intento de Golpe de Estado dirigido a seguir diezmando los logros conseguidos por las fuerzas políticas democráticasbrasileñas. UGT quiere solidarizarse de manera significativa con sus organizaciones sindicales hermanas, CUT, UGT, CNPL Y NCST, así como con el PT de Brasil, garantes y hacedoras, junto con otras organizaciones del progresismo brasileño, de la democracia en aquél país.