UGT apuesta por promulgar una Ley para la Igualdad de Salarios
Fecha: 16 Sep 2015
"La salud democrática de un país se puede y se debe testar sobre el factor de la igualdad y, en ese sentido, tanto en España como en el conjunto de Europa, esa comprobación arroja, en general, un balance demoledor".
El Secretario General de UGT, Cándido Méndez, ha realizado estas declaraciones en la inauguración del seminario "Herramientas para combatir la brecha salarial", un proyecto promovido por UGT y cofinanciado por el Instituto de la Mujer destinado a cumplir con los objetivos recogidos en el Memorándum del Acuerdo sobre la Aplicación del Mecanismos Financiero del Espacio Económico Europeo 2009-2014, suscrito entre el Reino de Noruega, Islandia y el Principado de Leichtenstein y el Reino de España a través del programa "Igualdad de Género, y Conciliación de la vida laboral y familiar" que tiene como objetivo incrementar el número de convenios y planes de igualdad que contengan medidas dirigidas a reducir la brecha salarial entre mujeres y hombres.
Méndez ha destacado en su intervención que "España ha sido el país de Europa donde más han crecido las desigualdades en esta etapa de crisis". "De hecho", ha explicado, "desde 2008 la brecha salarial no ha dejado de crecer y, en nuestro país, significa que, a igualdad de trabajo e igualdad cualificación, una mujer trabajadora tendría que trabajar 80 días más que un hombre para alcanzar la misma retribución y tendría que cotizar 46 años y medio -once años y medio más que un hombre- para alcanzar el 100% de la pensión contributiva".
"En cuanto a los salarios, y según datos de 2012, en España el 46,55% de las mujeres trabajadoras tiene un salario anual inferior a 15.000 euros, y hay casi un millón y medio de mujeres con un salario inferior al Salario Mínimo Interprofesional. Además, sólo el 2,58% de las mujeres trabajadoras cobran más de 53.877 euros, mientras el número de hombres triplica ese porcentaje" ha señalado.
"Aquí la brecha salarial no sólo es una realidad en los salarios inferiores sino que también lo es en los salarios superiores, de hecho, en algunos sectores aumentan las desigualdades conforme aumenta el nivel salarial entre hombres y mujeres" ha añadido, por eso, "hay que promulgar una Ley para la Igualdad Salarial".
El Secretario General de UGT ha recordado que "las políticas de recortes aplicadas por el Gobierno han provocado un aumento de las desigualdades, la brecha de género y la brecha salarial y la Reforma Laboral lo que ha hecho ha sido agravar esta situación" y que "el golpe sobre los servicios fundamentales ha impactado por partida doble en la mujer porque se ha dificultado extraordinariamente la conciliación y, además, son sectores muy feminizados –en educación el 60% de la población laboral es femenina- donde ha caído mucho el empleo y se ha sufrido un deterioro de las condiciones laborales y salariales".
Méndez ha mencionado varios estudios según los cuales cada reducción de un punto de la brecha salarial provocaría un crecimiento de una décima en el conjunto de la economía, de manera que si en España se hubiera erradicado la brecha salarial, la recesión económica hubiese sido menos dura y el crecimiento económico ahora sería más intenso y más justo. Además, con la erradicación de la brecha salarial en España, de cada dos hogares que han traspasado el límite de la pobreza, uno saldría del umbral de la pobreza.
De manera que "erradicar la brecha salarial contribuiría a mejorar la calidad de vida, la situación económica de los hogares españoles y del conjunto de nuestro país" ha finalizado.
Preguntado por los medios sobre los datos del INE que han revisado a la baja los datos del PIB de 2011, 12 y 13, y el crecimiento del empleo Méndez ha manifestado que esos datos muestran que "la reforma laboral, en la verdad desnuda, lo que ha venido a provocar ha sido una degradación de las condiciones laborales, una devaluación de los salarios, un aumento de las desigualdades y un aumento de la brecha salarial".
Algo similar ha ocurrido con los recortes del Gobierno en materias fundamentales como la sanidad y la educación, que han degradado la calidad de estos servicios, hasta el punto que han sido las familias las que han tenido que dar un paso adelante.