UGT aboga por una respuesta integral para hacer frente a los retos de la economía digital
Fecha: 16 Sep 2017
UGT defiende una respuesta global que involucre a agentes de todos los ámbitos
-políticos y civiles- para que se comprometan a buscar soluciones que permitan que los trabajadores 4.0 puedan hacer frente a los retos que presenta la cuarta revolución industrial en el nuevo mundo del trabajo que está conformando la era digital.
Ésta es la posición que ha defendido la Coordinadora de la Unión de Técnicos y Cuadros de UGT (UTC-UGT), Paula Ruiz, en la Conferencia Anual de Uni Global Profesionales y Directivos, que, en esta ocasión, ha abordado el futuro del trabajo, y la necesidad de crear una “estrategia de formación y cualificación a través del diálogo social para hacer frente a los retos de los nuevos perfiles laborales y el desempleo por falta de cualificación adecuada a las nuevas necesidades de la industria 4.0”.
Las exigencias del nuevo mercado laboral, marcadas por una alta digitalización y tecnificación, exigirán que, desde los sindicatos, exijamos el impulso de nuevas políticas formativas destinadas a la recualificación y mejora de las cualificaciones digitales de los trabajadores actuales, que den respuesta a las necesidades del tejido empresarial para que los profesionales puedan acceder, mantener y mejorar sus puestos de trabajo.
"Muchos de los motores que impulsan la transformación laboral digital –globaliazación, digitalización, población, innovación-- ya están afectando al empleo y ampliando, en muchos casos, la brecha digital. El debate en torno a la transformación de los perfiles laborales se polariza entre los que piensan que la automatización ofrece oportunidades sin límites para el aumento de empleo –en el ámbito de las STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) se prevé una creación de 1250.000 puestos de trabajo hasta 2020 según estudios de Randstad Research) y aquellos que piensan que se perderán muchos más de los que se crearán -solo en España la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cifra en el 12% los empleos manuales y rutinarios que pueden estar en riesgo por la automatización. El problema no es el número de empleos que se pierdan con la automatización, sino que se produzcan los suficientes para compensar la pérdida de puestos de trabajo que ocasiona la digitalización, es decir, que no se dé la célebre “destrucción creativa”, pero sin crear empleo. Para paliar el efecto que tendrá sobre el mercado laboral, se tendrán que corregir las desigualdades en esta transición y mejorar la formación de las personas con baja cualificación y mejorar la de los profesionales para los trabajos del futuro”, ha señalado
“El futuro del mundo del trabajo afectará a los empleos, a los mercados y a las empresas. La transformación del modelo de negocio en torno al llamado capitalismo de plataformas en sus múltiples formas (intermediarios, mercados digitales, comunicación social y de crodworking) hará que aumenten los emprendedores y las PyMES, que se pase del “trabajador del conocimiento” al “digitrabajador” y, con ello, las empresas se someterán a una reorganización en la que los sindicatos tendremos que exigir que los derechos de los trabajadores se renegocien para permitir una mayor flexibilidad, un modelo de codecisión y el derecho a la desconexión”, ha apuntado.
“El aumento de la demanda de habilidades digitales ha hecho que la formación, recualificación profesional y mejora de las cualificaciones sea una prioridad para los gobiernos, a nivel estatal y a nivel europeo, y los sindicatos desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de planes educativos y formativos de mejora que permitan a los profesionlaes acceder a una formación a lo largo de la vida, formación profesional de calidad con acuerdos de prácticas con las empresas que repercutan en beneficio de la empresa y de los trabajadores, planes de movilidad al exterior que permitan el reconocimiento de la experiencia y cualificaciones profesionales, así como estrategias que permitan establecer un equilibrio entre las cualificaciones profesionales y el trabajo desempeñado; todo ello para conseguir un mercado de trabajo más productivo con empleos y salarios de calidad que impulsen el crecimiento económico”.