Trump amenaza con aranceles del 50% a Brasil: una agresión comercial con consecuencias globales
UGT manifiesta su total solidaridad con la clase trabajadora brasileña y con sus organizaciones sindicales en la lucha por la soberanía y la justicia social
Fecha: 23 Jul 2025
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) expresa su más firme rechazo a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 50% sobre las importaciones procedentes de Brasil.
El contexto en el que este anuncio se hace demuestra una clara voluntad de injerencia por un motivo ya no político, sino partidista: la defensa de Trump hacia el expresidente carioca Jair Bolsonaro, imputado por cinco graves delitos, entre ellos tentativa de golpe de Estado, organización criminal o daños al patrimonio público, por los que se enfrenta a una posible condena de cuarenta años de cárcel. En otras palabras: el presidente de Estados Unidos realiza un ataque directo a la soberanía democrática de Brasil por el apoyo del primero a un dirigente de extrema derecha.
Donald Trump ha anunciado la imposición de un arancel del 50% a todas las exportaciones brasileñas hacia su país, con entrada en vigor prevista para el 1 de agosto. Sin causa económica que esta vez lo motive, el presidente estadounidense ha declarado que la medida se toma como represalia por el proceso judicial abierto contra Bolsonaro, a quien ha calificado públicamente como víctima de una “caza de brujas”. Trump ha condicionado su política comercial a la suspensión del juicio, una exigencia que vulnera de forma flagrante la soberanía institucional brasileña.
Aunque el presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva ha respondido con firmeza, diciendo que Brasil es una nación soberana que no aceptará ser controlada por nadie y anunciando que su gobierno activará su Ley de Reciprocidad Económica (lo que permite aplicar aranceles equivalentes a productos estadounidenses), la decisión de Trump adquiere esta vez un matiz más grave.
Se justifica (aunque de manera engañosa) en desequilibrios comerciales, ya que entra directamente a castigar los bolsillos de las y los brasileños por la acción judicial, independiente y legítima, del gigante sudamericano, en lo que constituye una agresión a la autoridad del Estado de Derecho con el fin de salvar a un líder de ultraderecha y, de paso, poner en jaque a un gobernante democráticamente elegido.
Lula ha defendido la independencia del poder judicial brasileño y ha devuelto formalmente la carta enviada por Trump, como muestra de rechazo institucional. Además, ha iniciado conversaciones con los países del Mercosur para preparar una respuesta conjunta.
Las consecuencias de la estrategia arancelaria de Donald Trump
Las consecuencias económicas de la maniobra de apoyo del ultraderechista del norte al neofascista del sur no han tardado en manifestarse. El real brasileño ha caído casi un 3% en dos días, y sectores clave como el café, el zumo de naranja, el acero y la industria aeronáutica ya anticipan pérdidas millonarias. El impacto en el número de puestos de trabajo que se pierdan puede ser devastador, especialmente en regiones y sectores altamente dependientes del comercio exterior, en particular en las regiones del sur y del sudeste del país.
Las principales centrales sindicales brasileñas CUT, UGT Brasil y Força Sindical, todos ellos miembros de la Confederación Sindical Internacional (CSI), han iniciado movilizaciones contra lo que consideran un ataque directo al país y a su clase trabajadora, reafirmando el papel del sindicalismo como defensor de la democracia frente a injerencias externas.
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) expresa su total y activa solidaridad con la clase trabajadora brasileña y con sus organizaciones sindicales más representativas, en su lucha por la soberanía, la justicia social y el respeto a los derechos democráticos. Compartimos su denuncia frente a este chantaje arancelario y respaldamos su defensa de un Brasil libre de injerencias y que avance en la mejora de las condiciones de vida y trabajo de su pueblo.
Asimismo, UGT reitera su denuncia de que esta ofensiva arancelaria no responde a ninguna lógica comercial legítima, sino a una operación política que atenta contra el principio de separación de poderes, instrumentaliza el comercio internacional y amenaza con desencadenar una espiral de represalias con graves consecuencias sociales y laborales. UGT vuelve a hacer una defensa firme del derecho internacional, del multilateralismo y de la soberanía de las naciones frente a políticas injerencistas.
UGT reclama una respuesta firme y justa desde las instituciones europeas y nacionales
El sindicato recuerda que España, como Estado miembro de la Unión Europea, también está siendo objeto de amenazas arancelarias por parte de la actual administración Trump. El anuncio reciente de nuevos aranceles generalizados a productos europeos, que podrían alcanzar hasta el 50%, supone un ataque directo a la economía productiva, al empleo y al modelo social europeo.
Pero, además, es conveniente señalar que las recientes amenazas de Trump a España -de manera singular- por la decisión autónoma del Gobierno de nuestro país de no comprometer el 5% del PIB para la OTAN tiene muchas similitudes con el caso brasileño, en lo que parece se ha constituido ya en una forma común de chantaje de Trump en apoyo a partidos y gobiernos de su cuerda antidemocrática.
Por último, UGT reitera la necesidad de una respuesta firme, coordinada y socialmente justa desde las instituciones europeas y nacionales. No podemos permitir que la clase trabajadora vuelva a ser víctima de intereses geopolíticos que ignoran los principios más elementales de la justicia social y del comercio basado en reglas. La clase trabajadora no puede seguir siendo rehén de decisiones autoritarias que desprecian todas las expresiones en las que toma forma la democracia, entre ellas, los derechos laborales.
