​La Dirección de Bankia ha comunicado a los sindicatos con representación en la entidad financiera –entre los que se encuentra UGT– su intención de abordar un expediente de regulación de empleo que afectaría, aproximadamente, a 2.500 trabajadores y trabajadoras (incluyendo a Banco Mare Nostrum).

Para UGT esta es una declaración de intenciones que marca un rumbo equivocado respecto a las potencialidades que, en opinión del sindicato, debería explorar la Dirección de Bankia-BMN, las cuales pasarían por la consolidación de un modelo de banca pública que, con una estrategia ambiciosa, abordara todos aquellas oportunidades de inversión que redundaran en beneficio de la sociedad civil y contribuyera a la financiación de proyectos empresariales que fueran dinamizadores económicos en múltiples sectores de actividad productiva a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Adelgazar la plantilla de Bankia-BMN no es una buena noticia. En todo caso, a pesar de que aún es pronto para entrar a analizar las condiciones económicas de un posible ERE, la Unión General de Trabajadores abordará esta realidad desde una posición de firmeza en la defensa del empleo pero, también, en la búsqueda de alternativas no traumáticas y que, en todo caso, se sostengan sobre premisas  de voluntariedad, universalidad y no discriminación ante la posibilidad de un ajuste de plantilla.

Insistimos en que las circunstancias que llevaron a Bankia y BMN a ser intervenidas por el Estado deben ser el germen de una entidad financiera que, desde una vocación de servicio público y sin renunciar a la viabilidad económica, atienda las necesidades de todos aquellos ciudadanos que están en riesgo de exclusión financiera o son víctimas involuntarias de una brecha digital que les impide acceder a nuevos y modernos modelos de servicios financieros.