Nuestro sistema fiscal recauda poco y mal

Fecha: 10 Ene 2017

​El Secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, ha inaugurado esta mañana unas Jornadas sobre justicia social y fiscalidad organizadas por el sindicato para analizar “el sistema tributario y el grado de justicia social de un país y reflexionar sobre los principales elementos del modelo fiscal actual de nuestro país”.

En su intervención, Gonzalo Pino ha subrayado que “el modelo fiscal de un país determina su modelo social, algo que saben todos los gobiernos, partidos políticos y grupos de interés del mundo, por eso la fiscalidad (los impuestos, las tasas, las cotizaciones sociales) son un elemento de primera magnitud en el juego político, y por eso está casi siempre en cuestión”.

“Se trata de decidir, nada más y nada menos, quién paga, cuánto paga y para que se paga” ha señalado, “cuestiones que definen las bases del propio Estado de Bienestar de un estado social moderno y que, en esta nueva y compleja legislatura política, debe ser un debate ineludible y urgente”.

“La Unión General de Trabajadores siempre ha participado de manera activa en este debate”, ha explicado, “aportando propuestas y defendiendo planteamientos para avanzar hacia un modelo fiscal capaz de sustentar el modelo productivo y social generador de riqueza, sostenible, justo, solidario e integrador”.

El Secretario de Política Sindical ha manifestado que “nuestro sistema fiscal recauda poco y mal. Poco, porque no es suficiente para sufragar los gastos derivados del funcionamiento de un sector público a la altura de un estado desarrollado, económicamente eficiente y socialmente avanzado y cohesionado. Y mal, porque los impuestos recaen de manera excesiva sobre los asalariados y asalariadas, y permiten “escapar” de la tributación a gran número de rentas del capital, a través de enormes agujeros legales”.

“Y sobre ambas cuestiones” ha añadido, “incide uno de los grandes problemas del sistema: el elevado fraude existente que no solo reduce la recaudación potencial de los impuestos, sino que hace que la distribución de la carga sea más injusta, porque quienes defraudan son también quienes más recursos tienen”.

“No es casualidad que España sea el país de la OCDE en el que más ha crecido la desigualdad y los niveles de pobreza y exclusión social, que afectan a 13,4 millones de personas (el 29,2 % de la población española)”.

Gonzalo Pino ha subrayado que “tenemos un sistema tributario que recauda menos de lo que debe, y que redistribuye muy poco. Un sistema que no cumple satisfactoriamente con los preceptos constitucionales básicos, suficiencia y equidad. Por eso hay que abordar una reforma fiscal de carácter integral, que no se limite a “parchear” o retocar algunos elementos de manera puntual”.

“Por ello”, ha finalizado, “queremos impulsar una reforma fiscal general, que surja de un amplio diálogo social, como una pieza clave de un conjunto de cambios de calado en la red de instituciones básicas de nuestro país dirigidos a alumbrar un Nuevo Contrato Social dirigido a mejorar de la calidad de vida de toda la ciudadanía y en la reducción de las desigualdades.”

En estas Jornadas, que se desarrollan durante dos días en la Escuela Julián Besteiro participan distintos miembros de las Comisión Ejecutiva Confederal, los Secretarios Generales de las Federaciones Estatales: FeSP-UGT,  Julio Lacuerda, y de FICA-UGT, Pedro Luis Hojas,  y distintos expertos procedentes de diversos ámbitos como: Manuel José Rufas Vallés, Director del Departamento  de Recursos Humanos de la AEAT; José Carlos Díez, economista y profesor e investigador de la Universidad de Alcalá de Henares; Yolanda Valdeolivas, Decana de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid; José Alberto García Varela, Director General de Tributos, o Francisco Fernández Marugán, Adjunto Primero del Defensor del Pueblo.

Han sido los trabajadores quienes han sustentado la recaudación

La Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, ha destacado durante su intervención en la mesa sobre Brecha Social y Tributación, que “urgen políticas económicas para reducir la desigualdad y la pobreza y para ello es fundamental, incrementar el poder adquisitivo de la ciudadanía, mediante el incremento tanto las rentas de trabajo como de las prestaciones sociales, sin olvidar una modificación del actual sistema tributario”. La política fiscal tiene un papel determinante como motor de crecimiento económico y creación de empleo, pero además “constituye la principal herramienta para lograr una redistribución justa y equitativa de la renta y hacer nuestra sociedad más cohesionada y equitativa, condiciones indispensables para el progreso social y económico de un país”.

Antoñanzas ha señalado que “han sido los trabajadores de este país, quienes han sustentado la recaudación estatal mediante imposición directa (IRPF) e indirecta (IVA), y que, por el contrario, se ha reducido la tributación efectiva de las empresas, bien mediante bajadas directas del tipo de gravamen, o mediante diferentes bonificaciones o exenciones”. Por eso, para corregir las disfunciones del actual modelo es precisa una reforma integral de nuestro sistema fiscal que contemple, entre otras actuaciones, la reintroducción de las rentas del capital en la tarifa general del IRPF, la revisión la tributación de las rentas empresariales de profesionales y autónomos, una modificación del Impuesto sobre Sociedades para aproximar el tipo efectivo que pagan las empresas al nominal y asegurar una aportación mínima.

Es preciso además recuperar el  Impuesto sobre Sucesiones, la reintroducción total del impuesto de patrimonio, la introducción de impuestos sobre la riqueza (bienes de lujo, grandes beneficios, operaciones especulativas y plusvalías de capital), la implantación del IVA superreducido en la factura energética, y otros bienes y productos básicos de primera necesidad, la creación de un nuevo impuesto para las viviendas vacías de las Entidades Financieras o la eliminación de instrumentos financieros y societarios que sirven para eludir legalmente el pago de impuestos sin contrapartidas positivas (como las SICAV).

Mayor concienciación fiscal

Por su parte, la Secretaria Confederal de UGT, Isabel Araque, que ha participado en la mesa redonda sobre Ética y Tributación, ha afirmado que “ningún sistema fiscal puede funcionar de manera eficiente si no existe una elevada conciencia fiscal entre la ciudadanía y en nuestro país queda mucho por hacer, porque nos falta cultura fiscal”. En este sentido, ha reclamado: más transparencia y racionalización del gasto, aumentar la visualización social de la función de los impuestos y ejemplaridad, porque “los que gestionan fondos públicos deben ser estrictamente escrupulosos en el destino que les dan”.

Ha abogado por eliminar las llamadas “puertas giratorias”, los “rescates” a empresas privadas que han sido mal gestionadas y la amnistía fiscal. Cuestiones que “minan”, la  conciencia tributaria de la sociedad.

En este sentido, UGT defiende tolerancia cero ante el fraude y la elusión fiscal, potenciar la educación y concienciación colectiva y una Agencia Tributaria mejor organizada y más eficiente. “La Agencia debe disponer de un grado suficiente de recursos, financiación, tesorería y gestión de personal. Porque sin autonomía económica y humana resulta muy difícil luchar contra el fraude eficazmente”.


 

Extracto de las intervenciones de Gonzalo Pino, Secretario de Política
Sindical de UGT y de Cristina Antoñanzas, Vicesecretaria General de UGT

Fuente: UGT