Mejorar las condiciones laborales incentiva el crecimiento económico

Es el momento de seguir mejorando el mercado laboral para hacerlo más eficiente y justo

Fecha: 03 Dic 2024

Los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social de noviembre muestran un descenso del número de personas desempleadas y de las afiliadas con respecto al mes anterior, debido a la caída del empleo en un mes que es tradicionalmente malo para el sector turístico.

Así, este mes hay 16.036 personas menos en desempleo que en octubre, y con ello, el número total de personas desempleadas se sitúa en 2.586.018, el valor más bajo para un noviembre desde 2007. Comparando con el mismo mes del año anterior, hay 148.813 personas registradas como paradas menos. 

Por su parte, la afiliación disminuye en noviembre en 30.050 personas, motivado principalmente por el retroceso del empleo en la hostelería tras el fin de la temporada estival. Aun así, se trata de un descenso ligeramente inferior a los niveles registrados en el periodo prepandemia. 

A pesar de esto, el número total de personas afiliadas continúa manteniéndose por encima de los 21,3 millones, con 21.302.463. Esto supone 496.389 personas más que el año anterior, ralentizándose el ritmo anual de creación de empleo del 2,47% al 2,39%. En términos desestacionalizados, sin embargo, la afiliación vuelve a incrementarse, esta vez en 13.116 personas, suponiendo ya 55 meses consecutivos de crecimiento ininterrumpido del empleo, marcando un nuevo máximo de 21.301.787 personas afiliadas.

Asimismo, lo más relevante es que el empleo creado continúa siendo mayoritariamente estable y de calidad, puesto que la temporalidad de la afiliación se mantiene en mínimos del 12,65%. De esta forma, la tasa de temporalidad sigue 15,4 puntos por debajo de la registrada en el mismo mes de 2021, antes de que entrara en vigor la reforma laboral, cuando era del 28%. 

En relación a la contratación, este mes se han formalizado un total de 1.301.482 contratos, de los que 544.519 son de carácter indefinido, representando el 41,8% de la contratación; una proporción que, antes de la reforma laboral, apenas llegaba al 10%. Entre ellos, destaca el indefinido a tiempo completo, que alcanza el 17,5% del total de contratos, triplicando los niveles registrados antes de la reforma.

De modo que los datos de este mes vuelven a reflejar una evolución positiva del mercado laboral, sobre todo en términos cualitativos. Tras casi tres años de vigencia de la última reforma laboral, la tasa de temporalidad sigue registrando valores mínimos, a la vez que la creación de empleo, una vez descontada la estacionalidad, se mantiene dinámica, con más de 55 meses consecutivos de crecimiento ininterrumpido. 

Abordar las cuestiones pendientes como la reducción de jornada o la subida del SMI 

Ahora, por tanto, es el momento de seguir mejorando cuestiones pendientes del mercado laboral, para hacerlo más eficiente y justo. 

En este sentido, además de insistir en la reducción de la temporalidad, es preciso avanzar en tres ámbitos: primero,  seguir mejorando el SMI y alcanzar en la negociación colectiva aumentos salarios que permitan recuperar todo el poder de compra perdido con la crisis inflacionista; segundo, atacar el paro de larga duración (más de un año buscando empleo), que todavía afecta al 37,2% de las personas desempleadas; y tercero, reducir la involuntariedad del tiempo parcial (46,9%), que es la principal fuente de pobreza laboral en nuestro país. 

A su vez, hay que incidir en la necesaria reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales en el próximo año, como primer paso para conseguir la jornada laboral de 32 horas, que permita una mejor redistribución de las horas de trabajo, favoreciendo la conciliación de la vida laboral y familiar para las personas trabajadoras, a la vez que una ganancia de productividad y eficiencia económica para las empresas.
En definitiva, la experiencia de la reforma laboral en estos casi 3 años de vigencia, así como las subidas del SMI de los últimos años, muestra que mejorar las condiciones laborales de las personas trabajadoras no repercute de manera negativa sobre el crecimiento de la economía española; todo lo contrario, lo incentiva, conformando una senda de desarrollo económico socialmente más justa, sólida y sostenida en el tiempo.

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Fuente: UGT