Más temporales y precarios que nunca

Fecha: 04 Jul 2017

La reducción del paro en el mes de junio, en 98.317 personas, obedece, como es habitual, a factores estacionales y se basa en contratos temporales y cada vez más precarios (se alcanza la cifra récord de contratación temporal en un mes con 1.923.058 contratos). Las empresas abusan de este tipo de contratos a pesar de que llevamos tres años con crecimiento del PIB y que han superado los beneficios que tenían antes de la crisis, algo que no ocurre en ningún país de Europa.

Además las prestaciones por desempleo apenas cubren a la mitad de los parados. UGT urge a cambiar el modelo laboral y apostar por el empleo estable y con derechos, a través de un Plan de Choque por el Empleo.  

En el mes de junio el paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo se ha reducido en 98.317 personas. Hay que tener en cuenta que junio es uno de los mejores meses del año para el empleo, de modo que siempre se reduce el paro en este mes debido a factores estacionales, esencialmente por las contrataciones relacionadas con el sector del turismo y las temporadas vacacionales. En esta ocasión, siendo una cifra destacable, hay que hacer notar que es el descenso más reducido de los últimos seis años, con excepción del registrado en 2015.

El paro registrado ha caído en ambos sexos (54.943 hombres y 43.374 mujeres), en los tres mayores sectores (sobre todo en servicios, donde cae en 75.101 personas; crece en la agricultura, en 7.249 personas), y en todas las Comunidades Autónomas. El número total de parados registrados se sitúa en 3.362.811 personas. Es la cifra más baja desde enero de 2009.

Siempre es una buena noticia que el empleo aumente (la afiliación ha aumentado en 87.692 cotizantes) y que se reduzca el paro. Es, por otro lado, lo que se espera en una economía que crece a un ritmo del 3%, como actualmente la española. España sigue teniendo una crisis de empleo, con una tasa de paro que es la segunda más alta de toda la Unión Europea (18,7%), tras Grecia. Una crisis que no solo es de cantidad, sino también de calidad del empleo.

Porque los datos del mes de junio también han vuelto a poner de relieve que las empresas españolas están obsesionadas con hacer solo contratos temporales. A pesar de que llevamos tres años con crecimiento del PIB y que sus beneficios ya han superado los que tenían antes de la crisis, no están aumentando sus plantillas de manera estable. Abusan de la contratación temporal como no se hace en ningún país de Europa, la mayoría de las veces en clara situación de fraude.

En el mes de junio se ha alcanzado la cifra récord de contratación temporal en un mes: 1.923.058 contratos. Nunca se han hecho tantos en un mes. Lamentablemente, los indefinidos no aumentan igual. Por eso el porcentaje de indefinidos sobre el total de contratación es tan solo del 8%. Además, cuatro de cada diez contratos indefinidos es a tiempo parcial, y uno de cada tres temporales. En esta situación, no es exagerado decir que no se está creando empleo, sino subempleo o “infraempleo”.

Además, las prestaciones por desempleo continúan bajo mínimos. La tasa de cobertura en el mes de mayo (los datos se publican con un mes de retraso respecto de los de paro registrado) es del 54%, 27 puntos porcentuales menos que en enero de 2010, cuando alcanzó su nivel máximo. Es decir, que poco más de la mitad de las personas desempleadas registradas en los Servicios Públicos de Empleo reciben alguna prestación, mayoritariamente de carácter asistencial (el 61% es de este tipo, frente a solo un 39% contributiva).

La creciente precariedad del empleo y el bajísimo nivel de protección social existente provocan que, a pesar de que estén creciendo la actividad económica y los beneficios de las empresas, las condiciones laborales y de vida de los trabajadores y trabajadoras no estén mejorando. Se reduce el paro, sí, pero no la pobreza y las desigualdades. Crece el PIB, pero no las expectativas laborales y de vida de la mayoría de la población.

Por todo ello, es preciso cambiar nuestro modelo laboral para que se cree fundamentalmente empleo estable. Para eso:

  • Hay que derogar las últimas reformas laborales, y en especial la de 2012, que han reducido de manera drástica los derechos de los trabajadores y trabajadoras, han incrementado la precariedad laboral en todas sus facetas y han desequilibrado la negociación colectiva, otorgando un poder desmesurado a las empresas. En definitiva han instaurado un modelo laboral incompatible con el progreso, basado únicamente en la continua rebaja de costes laborales.
  • Es necesario que la inspección de trabajo extreme la vigilancia sobre las condiciones de contratación y trabajo para evitar el fraude y la explotación laboral, y de manera muy especial sobre las jornadas laborales. Porque la precariedad laboral existente tiene su causa en el abuso reiterado de las empresas, que se aprovechan de una legislación laboral muy permisiva y de unas sanciones muy reducidas, que no suponen desincentivo a estas conductas fraudulentas.
  • Es imprescindible reforzar el sistema de prestaciones por desempleo, con el objetivo de recuperar un nivel de cobertura de las prestaciones por desempleo digno, e incorporando simultáneamente una prestación de ingresos mínimos para garantizar un suelo de rentas de subsistencia, tal y como hemos planteado UGT y CCOO.
  • Y hay que reformar también el sistema de políticas activas de empleo, eliminando la mayoría de las subvenciones y bonificaciones a la contratación, ineficaces y costosas, y construyendo un nuevo modelo que ponga el acento en la formación, la orientación y la intermediación laborales.

En este sentido, resulta lamentable que los Presupuestos Generales del Estado para 2017 hayan recortado el gasto en empleo un 3,9%, un descenso que se acumula a los de años anteriores y acumula una pérdida de recursos para estas políticas del 38% entre 2010 y 2017. En suma, unos Presupuestos que profundizan en la desprotección de las personas, debilitan el papel de los servicios públicos de empleo y olvidan la necesidad de mejorar la empleabilidad e inserción de las personas en desempleo.

Desde UGT apostamos por impulsar un Plan de Choque por el Empleo, que incluya todas esas medidas, con el objetivo de impulsar la creación de empleo de calidad, estable y con derechos. Porque es la única vía para garantizar un crecimiento económico sostenible, inclusivo y generador de más riqueza y bienestar para todas y todos.

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Mari Carmen Barrera, Secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT

Fuente: UGT