​En la defensa de los derechos laborales y la igualdad
La Unión General de Trabajadores (UGT) participa en el Foro Social Mundial 2018 que se está desarrollando durante estos días en Salvador de Bahía (Brasil), bajo el lema “Resistir es crear. Resistir es transformar”. Este Foro que reúne a numerosas organizaciones y movimiento sociales, nació en 2001, en respuesta al neoliberalismo representado por el Foro Económico Mundial, que se produjo al mismo tiempo en Davos, Suiza. Desde entonces, ha venido celebrando reuniones en distintos países en defensa de los derechos de las personas, de la justicia, y de la solidaridad.

En la edición de este año, el mundo del trabajo y sus transformaciones tienen un lugar destacado, con diferentes actividades impulsadas por organizaciones sindicales de todo el mundo y coordinadas por el sindicato brasileño CUT, anfitrión de algunos de los escenarios del Foro, donde se celebran las diferentes mesas de debate y conferencias.

Uno de los temas más importantes que se abordan es el del futuro del trabajo, los retos y amenazas que pueden suponer los avances tecnológicos y la digitalización de la economía sobre el empleo, las condiciones laborales y la respuesta sindical ante esta realidad.

En este sentido, se ha constatado la importancia de las organizaciones sindicales frente a las nuevas formas de precarización del empleo. El trabajo sindical es y será esencial para evitar la pérdida de derechos laborales que el modelo de la mal llamada economía colaborativa promueve (falsos autónomos, ausencias de derechos básicos como vacaciones, falta de protección sanitaria, bajos salarios, etc.)

La lucha por la igualdad también está siendo uno de los asuntos centrales del foro. La delegación de UGT ha impulsado el trabajo para que la estrategia sindical siga luchando contra las discriminaciones sociolaborales a las que las somete el desarrollo económico de corte neoliberal y machista.

Asimismo, en el foro se están debatiendo asuntos tan fundamentales para la UGT como la introducción de nuevas soluciones de protección social (como la renta básica), la distribución del tiempo de trabajo, la justicia fiscal, la protección de los datos personales y el desafío sindical y de los movimientos sociales frente al actual monopolio de importantes datos personales por parte de grandes empresas multinacionales.

Ante los desafíos propios del mundo del trabajo, el Foro Social Mundial implica un compromiso global con los derechos humanos y la justicia social. Por esta razón, UGT está implicándose especialmente en las actividades en defensa de los derechos de los migrantes, así como una actividad específica de apoyo claro a las reivindicaciones de libertad del pueblo saharaui, una de las reivindicaciones con las que UGT está singularmente comprometida.

Dentro de esta misma actividad, también en relación a un asunto en el que UGT presta especial atención, y como seguimiento a la participación que el secretario de Política Internacional Confederal, Jesús Gallego, tuvo en el acto en favor de la democracia y del presidente Lula celebrado recientemente en Brasil, nuestra delegación ha mantenido un encuentro con Luiz Ignacio “Lula” da Silva y la expresidenta Dilma Rousseff para tratar de la peligrosa deriva antidemocrática e involucionaría en la que el gobierno de Temer está conduciendo a Brasil y posteriormente ha participado en una protesta contra el asesinato de la activista de los Derechos Humanos y concejala socialista Marielle Franco.

Un Foro Social para hacer frente al Foro Económico

El Foro Social Mundial (FSM) fue constituido en 2001 en Porto Alegre por distintas organizaciones y movimientos sociales, en contraposición al neoliberalismo representado por el Foro Económico Mundial, que se desarrolló, al mismo tiempo, en Davos (Suiza).

Hasta 2005 se ha reunido en Porto Alegre, y a partir de entonces en distintas partes del mundo: Mumbai, Caracas, Karashi, Bamako, Nairobi, Belém, Dakar, Túnez y Montreal. Asimismo, ha desarrollado encuentros temáticos regionales y continentales.

Los encuentros del FSM en el Norte de África fue parte de los acontecimientos de la llamada Primavera Árabe. La reunión del FSM en Canadá, el primer encuentro en un País del Norte, fue especialmente reseñable por el fuerte compromiso de la juventud.

Este año, el FSM vuelve a Brasil con la perspectiva de apoyar a las democracias de América Latina frente al inexorable avance de las doctrinas neoliberales.