Los datos desmienten las declaraciones del Gobernador del Banco de España

Fecha: 29 Abr 2015

Los datos desmontan la tesis del Gobernador del Banco de España  a cerca de que destrucción de empleo entre 2008 y 2012 está directamente relacionada con el crecimiento de los salarios.

De hecho, los trabajadores han perdido mucho poder adquisitivo durante los años de la crisis y la negociación colectiva en estos años ha hecho un ejercicio de moderación significativo, que comenzó incluso antes de la firma del I AENC en 2010. 

En efecto, mientras en 2007 los salarios en convenio subieron un 4,21% en 2009 este porcentaje se situó en 2,24%, casi la mitad. Y ese año fue el peor para el empleo, en España y en el resto del mundo, como consecuencia de una crisis financiera provocada en primera instancia por la codicia de la banca, de la que el Banco de España no se dio cuenta, ocupado como estaba, también entonces, en reclamar bajadas de salarios.

Los años de la crisis en que más ha aumentado la tasa de desempleo, 2009, en que creció 6,6 puntos sobre 2008, y 2012 en que creció 3,4 puntos sobre 2011, son también los años en que más se redujo el crecimiento salarial en los convenios: 1,36 puntos entre 2008 y 2009 y 1,13 puntos entre 2011 y 2012.

Además, los años de mayor reducción de empleo asalariado son igualmente 2009, con una bajada de 5,8% respecto a 2008, y 2012, con una bajada de 5,3% respecto a 2011. En medio, el 2010 supuso una reducción de empleo asalariado de 1,8% y el 2011 de 1,3%, con subidas salariales superiores a 2012.

Achacar a los incrementos salariales de los convenios firmados antes de 2008, la pérdida de empleo asalariado de 2009 es una desfachatez porque resulta que también fue el año que más aumentó el desempleo en el conjunto de los países europeos.

Los únicos años en que el empleo asalariado ha disminuido más que el empleo total han sido 2012 y 2013, lo que no puede estar relacionado con los convenios firmados en 2007 o antes, con una duración media de tres años.

Lo cierto es que fue en esos años cuando la pérdida de empleo asalariado aumentó vertiginosamente, pero fue como consecuencia de la reforma laboral, que se centró en facilitar los despidos en un país con una tasa de paro de un 21,4%, consiguiendo de esa manera subirla hasta el 26,1%.

Fuente: UGT