​La Unión General de Trabajadores considera que el Gobierno en funciones debería admitir el plazo extraordinario que concede la Comisión Europea a España para cumplir el objetivo de déficit, en vez de empecinarse en afirmar que este objetivo se cumplirá en un año, que provocará un ajuste más duro y con repercusiones graves sobre el crecimiento y el empleo. Para el sindicato es necesario cambiar de política económica y realizar los ajustes necesarios vía ingresos y no vía reducción de gasto público.

UGT denuncia la postura que está adoptando el Gobierno español en materia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, empecinándose en intentar cumplir en un solo año el objetivo de déficit, cuando la propia Comisión Europea está ofreciendo dos años. Es cuestionable que un Gobierno en funciones se comprometa en alcanzar un objetivo de déficit en un plazo aún menor que el que le exige la Comisión Europea.

Y aún es más inexplicable esta postura, cuando el Gobierno ha cometido, al menos dos graves errores durante el año 2015:

• Una rebaja electoralista de IRPF, que ha consolidado un sistema fiscal lleno de agujeros por los que escapa la recaudación y de resultados muy injustos, han generado una insuficiente recaudación vía impuestos y cotizaciones sociales.
  
  
• Falsear las previsiones de déficit de la Seguridad Social, negándose a tener en cuenta debidamente, y en toda su magnitud, el bajo nivel de crecimiento de los ingresos por cotizaciones debido a la política del Gobierno (empleo de mala calidad y reducciones de cotizaciones con cargo a la Seguridad Social).

Para el sindicato, el Gobierno en funciones quiere ofrecer, de nuevo, una imagen de rigor y no de realismo, pese a que incumple sistemáticamente el objetivo de déficit. Si pretende cumplir con un calendario incluso más corto y más duro, las consecuencias serán nefastas y muy negativas para la economía y el empleo. Además, dejaría hipotecado al próximo Gobierno en el cumplimiento de ese objetivo.

Hay que tener en cuenta que hoy la Comisión Europea, en su corrección de las cifras de déficit para España, prevé menos empleo en 2017 y 2018 que los anunciados en el pasado Consejo de Ministros por el Gobierno en funciones. Ya el recorte que realizó hace pocas semanas el propio Ejecutivo español sobre sus previsiones iniciales suponía más de 200.000 empleos menos de los estimados.

Es necesario dar un giro a las políticas económicas y caminar en una senda de consolidación fiscal más ajustada a la realidad de la economía española y más justa para los trabajadores y las trabajadoras. Y no intentar dar cumplimiento al Pacto de Estabilidad y Crecimiento en España vía recortes de gasto público esencial, sino incrementando los ingresos públicos.