​De nuevo la realidad contradice el triunfalismo de las cifras ofrecidas por el Gobierno cuando habla de empleo. En este caso de empleo tecnológico. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en el marco de la entrega de premios Digital Talent afirmó que el empleo en el sector de las nuevas tecnologías ha crecido un 13,4% desde 2013, más que en ningún otro sector, resaltó que el “futuro se escribe en digital”, resaltó la importancia de la formación de los trabajadores españoles y aseguró que las actividades relacionadas con las TIC representan el 5,7% del PIB español frente al 5% de media.

Pues bien, las políticas del Gobierno del PP se traducen en empleos cada vez más precarios y poco cualificados, en competir en base a rebajar los costes laborales y perpetuar un modelo productivo arcaico e insostenible, que hipoteca el futuro de nuestro país y propicia la huida del talento.  La gestión de la crisis del PP ha sido retroceso y recortes.

En España hay talento y mucho, pero ese talento huye de nuestro país ante la falta de oportunidades.  Datos de Eurostat del mes de octubre  constatan que el empleo de especialistas formados en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en España ha descendido en más de 106.000 personas entre los años 2014 y 2015. Datos que certifican que la masiva destrucción de puestos de trabajo tecnológicos en nuestro país no es comparable en nada con lo que ha ocurrido en otros países. Se han creado miles de empleos en estos sectores: en Francia 109.000, en Reino Unido 85.000 y en Alemania 48.000.  De 38 países analizados sólo 8 presentan un saldo negativo y ninguno se acerca a las cifras de nuestro país (Noruega el segundo peor país por detrás de España ha destruido 12.300 empleos TIC, frente a los 106.000 empleos que se han destruido en España).

Es más, en lugar de ir a mejor hemos ido a peor y el porcentaje de empleo TIC sobre el empleo total es cada vez menor un 2,4%), retrocediendo a niveles de 2010 y alejándose cada vez más de la convergencia con la media europea (que es del 3,5% en 2015, una décima más que en 2014).

Además, los trabajadores y trabajadoras españolas tampoco se encuentran entre los más formados en competencias digitales. El Digital Scoreborad de la Comisión Europea sitúa a los ocupados españoles muy por debajo de la media de la Unión en conocimientos digitales y únicamente un 16% de los parados de nuestro país usa Internet con frecuencia.

Los tres parámetros - destrucción masiva de empleo TIC, poca formación de la fuerza de trabajo y la exclusión de los parados del mundo digital- colocan a la ciudadanía de nuestro país fuera de la Era Digital y somete a nuestra economía a un lastre que pone cuestiona el futuro de nuestra competitividad.