Las medidas del BCE, aunque tarde, muestran que otra salida de la crisis era posible

Fecha: 05 Sep 2014

​UGT valora las medidas adoptadas hoy por el Banco Central Europeo, que avanzan en la misma línea de las planteadas hace ahora tres meses, el 4 de junio, y que tienen como objetivo impulsar el crédito y fortalecer la demanda en los países de la eurozona.

Tal y como anunció el pasado 22 de agosto el Presidente del Banco Central Europeo en su intervención en el simposio de Jackson Hole, el organismo que dirige parece convencido de que la economía europea necesita un impulso monetario paralelo al que ya llevan tiempo aplicando los bancos centrales de Estados Unidos, Japón e Inglaterra.
 
Es, en definitiva, lo que desde UGT ha reclamado insistentemente con el fin de escapar de la situación depresiva que amenaza a los países de la zona euro y, señaladamente, a algunos de los que han sufrido con más intensidad la crisis y la errónea estrategia de austeridad a ultranza seguida hasta ahora, entre ellos España.
 
Aunque tarde, el sindicato espera que estas medidas sean la consolidación de una estrategia política y económica de salida de la crisis diferente a la aplicada hasta ahora, que ha generado tanto sufrimiento inútil. Es preciso ahora que tanto el resto de instituciones europeas como Alemania apoyen este cambio de visión con medidas coherentes con la misma. 
 
La nueva rebaja de tipos los sitúa en niveles históricos y extraordinariamente bajos, 0,05%, lo que es en la práctica cero. Aunque ya eran muy bajos, el riesgo de deflación aconsejaba esta nueva medida para continuar encareciendo la paralización del dinero y fomentando su circulación y la concesión de nuevo crédito. Además, ha reducido el tipo de interés para la facilidad marginal de crédito de las instituciones financieras al 0,30%.
 
En la misma línea va el aumento de los tipos que cobrará el BCE por el dinero que depositen los bancos en sus cajas al 0,2% (medida que por primera vez se adoptó el 4 de junio).
 
Con todo, la más importante de las medidas es el anuncio de un próximo programa de compra de activos financieros (quantitative easing), algo de cuya preparación ya se sabía desde el pasado mes de junio y con el que el BCE adopta una decisión que vienen utilizando a discreción la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón, y que supone un instrumento de primerísimo orden para incidir en la actividad económica a través de la política monetaria. Algo que, para UGT, debe ser complementado con otra política presupuestaria, con un impulso europeo a las inversiones (como propone la Confederación Europea de Sindicatos) y otra política salarial que permita que los salarios ganen poder de compra y ayuden a fomentar el consumo.
 
En suma, el sindicato considera que estas medidas vuelven a poner de relieve que otra salida de la crisis, más razonable, eficiente y solidaria, es posible y necesaria, y que está en la mano de quienes dirigen las instituciones europeas y los gobiernos nacionales de los países de la zona euro.
Fuente: UGT