La victoria de Erdogan, una pésima noticia para la clase trabajadora turca

Ayer, domingo 28 de mayo, tuvo lugar la segunda vuelta electoral en Turquía, en la que el conservador, Tayyip Erdogan, en el poder desde hace dos décadas, ha vuelto a alzarse con la victoria

Fecha: 29 May 2023

Turquía

Esta noticia supone una pésima noticia para la clase trabajadora turca, así como para las libertades cívicas y políticas de aquel país, que ha visto cómo la calidad democrática en Turquía se ha ido degradando con el paso del tiempo desde la llegada al poder del actual presidente. La victoria de Erdogan se ve empañada por la declaración de cientos de miles de votos como nulos y la impugnación de urnas. 

La última legislatura de Erdogan ha estado marcada por una Inflación galopante (aún superior a la ya preocupante de los últimos años), grandes recortes de libertades e islamización de la sociedad, a través del control de los medios de comunicación (acabando con la Turquía liberal y laica de Ataturk, considerado padre de la patria turca) y, sobre todo, por la pésima gestión su gobierno ante el desastre que causó el terremoto, el pasado mes de febrero.

La Unión General de Trabajadores y Trabajadoras (UGT) envía toda su solidaridad y apoyo a sus organizaciones sindicales hermanas en Turquía, defensoras de la democracia y que tantas veces han denunciado la persecución que existe contra ellas, por parte del actual Gobierno y que, todo apunta, continuará en el nuevo mandato de Erdogan. Según el informe de Derechos Humanos de la CSI, Turquía es uno de los diez peores países del mundo para los y las trabajadoras por la pérdida de libertades civiles y sindicales, la represión del derecho de huelga, el hostigamiento a las centrales sindicales, etc. 

Los cuestionados resultados de la elección de ayer afianzan a otro líder de la política internacional de corte ultranacionalista y de dinámicas autoritarias que no tiene reparo ninguno en usar la inmigración o la política de refugio como arma de presión política y que lastra el desarrollo social, económico, democrático y político del gigante euroasiático. La Unión Europea (UE), que con frecuencia ha visto en Erdogan un aliado al que subcontratar acciones tan difíciles como la llegada de refugiados de guerra o una voz que medie con Moscú en medio de un conflicto bélico, no puede seguir dando la espalda a la mayoría social que en Turquía ansía libertad, derechos y progreso. 

UGT se compromete a seguir luchando con todos los colectivos turcos que continúan en su afán diario por la democracia y la igualdad. Las organizaciones sindicales turcas, tan diversas y complejas como las de cualquier otro país del mundo, merecen nuestro más decidido apoyo en su anhelo de un Estado de Derecho justo, de progreso e igualitario.