La recuperación económica y del empleo no se puede asentar en factores volátiles y cortoplacistas

La Unión General de Trabajadores ha presentado en el día de hoy el Anuario de Relaciones Laborales 2015, que en esta edición se ha editado bajo el título de “Objetivo el empleo”.

Un anuario que recoge en seis módulos distintas valoraciones sobre el presente y el futuro tanto de nuestra economía como del empleo. Un análisis desde el punto de vista del Diálogo Social, con la opinión de los interlocutores sociales; el estudio de la situación del estado económico, financiero y laboral en el mundo, en Europa y en España; la negociación colectiva, tanto a nivel legislativo como en relación a la negociación sectorial; y la situación de las políticas laborales y sociales existentes y las que se deberían implementar en materia de pensiones, formación, igualdad o migraciones, entre otras cuestiones. 

En la presentación del anuario, coordinado por el Secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, el Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, Santos Ruesga, y la Economista, Laura Pérez, han intervenido Toni Ferrer y Santos Ruesga, además de la Secretaria de Formación, Teresa Muñoz, y el Secretario General del sindicato, Cándido Méndez.

De esta forma, el anuario, “que contiene un compendio de opiniones expertas sobre la situación económica y laboral de nuestro país, con el objetivo de centrar todas las políticas en la creación de empleo estable y de calidad, continúa su pretensión inicial: constituirse como un foro de expresión plural para reivindicar el valor del trabajo. Una herramienta de conocimiento, discusión y debate sobre la situación económica y del empleo actual y las perspectivas futuras”, ha señalado Ferrer.

En este sentido, Cándido Méndez ha manifestado que “estamos en un escenario de recuperación macroeconómica pero hay factores que nos deben empujar a la modestia, como la devaluación del euro o el precio del petróleo. Modestia a la hora de valorar la recuperación, que nos lleva a una preocupación: con un 24% de paro, más del 60% de parados de larga duración, más del 50% de jóvenes sin empleo, más del 29% de la población en riesgo de pobreza y el 100% del PIB de deuda no podemos hablar de recuperación. No hay motivos para la satisfacción”.

Además, ha criticado las últimas recetas del FMI, como la subida del IVA o el abaratamiento del despido, y que el Gobierno las haya rechazado, ya que “en algunas ya está de regreso porque las ha aplicado anteriormente con creces”. Los planteamientos del FMI “están inspirados en una rutina ideológica anclada en una serie de prejuicios mal entendidos que no aportan ninguna solución a la situación de España”.

“Hay una ausencia total en sus propuestas de reconocimiento de la situación económica y laboral de nuestro país, de los problemas de fondo de la economía y de sus potencialidades”.

Cándido Méndez también ha criticado la propuesta del Círculo de Empresarios sobre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para los jóvenes, al considerar que “degrada la formación y la contratación y apunta a algo muy perjudicial”. 

“Si ahora aumenta el empleo es por la recuperación económica. La reforma laboral solo ha producido un reparto perverso del empleo en nuestro país”. Además, “hay que crear las condiciones para un nuevo modelo productivo, vinculando la Estrategia 2020 de relanzar los sectores industriales más productivos, disminuyendo el costo energético (que es un problema muy importante para las empresas), y potenciando la I+D+i y la cualificación y la formación en las empresas; a lo que hay que añadir un plan ambicioso y menos fantasioso de inversiones a nivel europeo en lugar de lo que supone el Plan Juncker, y con inversiones públicas”.

Por todo ello, ha considerado que el camino de la recuperación pasa por el cumplimiento del III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que aporta “más equilibrio, más solvencia y más eficacia hacia una recuperación real para las familias de nuestro país”. 

Un acuerdo que también centra su atención en la formación y cualificación de los trabajadores, como ha señalado Teresa Muñoz. Una formación que gravita sobre el último Real Decreto Ley de Formación para el Empleo, en trámite parlamentario en la actualidad, que supone su adaptación al actual contexto económico para la mejora de su eficiencia y que abre una nueva etapa en la participación de los interlocutores sociales en la gobernanza del sistema. 

Las reformas laborales no crean empleo

Durante su intervención, Santos Ruesga ha recordado que el año 2014 “ha sido el año de consolidación del proceso de reformas del Gobierno del PP que han transformado el sistema de relaciones laborales, el cambio más intenso que ha conocido el Estatuto de los Trabajadores”.

“La reforma laboral no ha conseguido el objetivo que pretendía. El empleo que se crea es temporal y precario, no disminuye la dualidad de los contratos, no se ha producido un cambio sustancial en la flexibilidad de las empresas y esto ha hecho que no se note en la productividad de las mismas. Los problemas del mercado de trabajo no se solucionan con reformas laborales, sino cambiando la estructura productiva”.  

“Las exportaciones han disminuido y se están disparando las importaciones, retrotrayéndonos a los problemas históricos de nuestra balanza de pagos. Esta recuperación tiene los pies de barro: se apoya en factores tan volátiles como la devaluación del euro o el precio del petróleo”, ha señalado.

En este sentido, José Carlos Díez ha demandado otras políticas que supongan un nuevo cambio de modelo productivo. “Aunque estemos en un escenario de recuperación, el viento está cambiando. Ha caído el comercio mundial y  los tipos a largo plazo, por lo que el crecimiento se va a frenar. Hay que aprobar un plan de inversiones potente, que se cimente en inversión pública, apostar por capital humano, aumentar el gasto público en educación, aumentar la tecnología en la educación y en la empresa, potenciar la I+D+i y unir la creación de la riqueza a su distribución”. 

Fuente: UGT