La presión social, imprescindible para cambiar las políticas de austeridad y la regulación laboral
Fecha: 10 May 2017
El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, ha puesto en valor el libro que se ha presentado hoy sobre “Precarización y empobrecimiento de la población trabajadora en España”, coordinado por Inmaculada Cebrián y editado por la Universidad de Alcalá en colaboración con la Fundación Francisco Largo Caballero porque “ofrece análisis rigurosos sobre la situación real que atravesamos, y ayuda por tanto a fijar un diagnóstico cierto, que sirva como punto de partida para adoptar medidas eficaces”. Unas medidas que no deben caer en saco roto.
En este sentido, Pepe Álvarez ha afirmado que es necesario cambiar las políticas “érroneas e injustas” que nos han llevado a un panorama de “precariedad generalizada y desigualdad y pobreza crecientes”. Cambios que deberían ser consensuados pero que, de momento, no hay expectativas de que sea así, pues “no compartimos ni con el Gobierno, ni con la patronal, ni el diagnóstico ni las líneas de actuación a desarrollar”. Por eso, los sindicatos nos movilizamos y es necesaria la presión social, para que los gobernantes entiendan que el expolio ha terminado y comience “una recuperación que debe llegar a todos y a todas”.
Nunca el empleo fue de tan baja calidad
Álvarez, que ha hecho estas declaraciones durante su intervención en el acto de presentación de este libro, ha afirmado que nunca el empleo ha sido de tan baja calidad, tan inestable, inseguro, mal pagado y carente de expectativas de futuro, como en la actualidad, y ha destacado que “hemos pasado de un problema de dualidad de indefinidos-temporales, a uno de precariedad generalizada·.
Así, tras la reforma laboral de 2010, que “inició el camino”, y luego la de 2012, que “ha hecho añicos nuestro modelo de relaciones laborales, el mercado de trabajo es ya uno de los más precarios y desiguales de Europa. La tasa de temporalidad es ya del 25,7%, la rotación laboral se ha disparado (1 de cada 4 contratos temporales dura menos de 7 días), el 36,5% de los contratos indefinidos firmados no duran más de un año (es decir, tienen poco de indefinidos), el empleo a tiempo parcial se ha convertido en una forma del empleo barato, hiperflexible e involuntario y cada año se realizan unos 180 millones de horas extraordinarias no pagadas, lo que supone una pérdida para los trabajadores de 2.800 millones de euros al año.
A todo esto se suma el impacto de nuevas formas laborales, como las empresas multiservicios que están tirando a la baja las condiciones laborales de miles de trabajadoras y trabajadores; los falsos autónomos; o muchas nuevas plataformas de negocio, que se encuadran en la genéricamente llamada economía colaborativa, y que tan solo buscan la obtención de beneficios en base a la completa desregulación y desprotección de las personas que prestan el servicio (trabajadores encubiertos).
Álvarez también se ha referido a la devaluación salarial que se ha producido estos años. “Para el 10% que menos cobra, los salarios han caído hasta un 20% en términos reales, y, desde 2008 a 2016 las rentas de los asalariados han disminuido en 33.679 millones de euros, un 6,1%, mientras que los excedentes empresariales han aumentado en 7.850 millones de euros, un 1,7%.
Asimismo, ha destacado la alarmante situación de los 4,2 millones de personas desempleadas, de las que sólo un 45% cobra alguna prestación. Así, la “cobertura que es 20 puntos inferior a la que había hace siete años” .
El Secretario General de UGT ha querido dejar claro que todo esto es fruto de una estrategia deliberada, “un tornado neoliberal” que se formó en 2010 con la puesta en marcha de las política de austeridad extrema y que ha arrasado con el mercado laboral de los países del Sur de Europa, con el consentimiento sumiso y devoto de algunos gobiernos.
Por ello, es preciso un giro en la política en Europa y que los partidos progresistas retomen el rumbo de la UE impulsando políticas que velen por las personas y por el interés general. Es preciso "un nuevo contrato social que recupere el bienestar y el equilibrio en Europa" e incorporar los nuevos retos, como es la digitalización de la economía.