​La Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, ha afirmado que la huelga de dos horas por turno del 8 de marzo es “un paso más, para hacer visible las discriminaciones de la mujer en el mercado laboral”. Unas discriminaciones que permanecen e incluso se acrecientan por las medias de recorte y austeridad, impuestas por el Gobierno del PP, y por su falta de compromiso para avanzar en las políticas de igualdad”.

Antoñanzas, que ha hecho estas declaraciones durante su intervención en una asamblea conjunta celebrada en Pamplona con motivo del 8 de marzo, ha señalado que “pese al actual contexto de recuperación económica no se ha producido ningún avance en materia de igualdad”.

Así hay mayor desempleo de las mujeres que de hombres, la tasa de paro también es mayor, la tasa de actividad menor, el tiempo parcial recae en las mujeres (siendo mayoritariamente de carácter involuntario), el 90% de los permisos de paternidad, maternidad y excedencia por cuidado de familias son utilizados por mujeres y éstas son también las que mayoritariamente asumen el cuidado de hijos, hijas o familiares. Además, persiste una brecha salarial del 23%. Y a todo esto hay que añadir una “intolerable violencia de género”.

Una huelga justificada

La Vicesecretaria General de UGT ha justificado la convocatoria de esta huelga porque hay que “mejorar la situación sociolaboral de la mujer y su entorno para hacerlo es la empresa y los centros de trabajo. Muchas son trabajadoras precarias y temporales y queremos visibilizar sus problemas y facilitar también una mayor participación de las trabajadoras y trabajadores en las empresas”
Antoñanzas ha aclarado que se trata de mantener “una estrategia continuada en el tiempo” y que esta huelga refuerza el compromiso de UGT con la igualdad y no discriminación por razón de género dentro de las empresas. “Somos partidarios- ha dicho- de combinar negociación y presión”.

Asimismo, ha declarado que “compartimos objetivos y respaldamos otras iniciativas que pretenden luchar contra la discriminación y la violencia hacia las mujeres porque UGT es feminista”. Por eso, “entre nuestras reivindicaciones de siempre, compartimos con otros colectivos que hay que seguir exigiendo corresponsabilidad y más y mejores servicios de cuidados públicos; promover hábitos adecuados, denunciando la publicidad sexista y toda forma de actuación que denigra a la mujer; y exigir un modelo de educación pública, igualitaria y de calidad”.

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