La Secretaria para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, ha calificado la iniciativa de Facebook y Apple de financiar a sus empleadas la congelación de óvulos, como una “medida claramente retrógrada y machista”, porque se plantea como un premio a las mujeres que decidan retrasar su maternidad para así poder promocionar y, por tanto, puede suponer un castigo para aquellas otras mujeres que decidan no hacerlo. Queda “en evidencia” que para estas empresas los hombres pueden perfectamente compaginar sus carreras profesionales con su paternidad, mientras que nuevamente a las mujeres se les vuelve a plantear la disyuntiva de ser madre o ser trabajadora. “En este caso tienen que elegir entre sus óvulos o su carrera profesional”- ha declarado.
Tenemos que hacer de la conciliación un problema social
Sobre si hay una doble moral en cuestiones de conciliación en nuestro país, Fontecha ha señalado que “lo que hay es una clara equivocación de todas las políticas de conciliación que se han hecho en nuestro país”, pues el debate de la conciliación no debe plantearse como una responsabilidad únicamente de las mujeres, o quedarse con que es una corresponsabilidad en la que hay que incorporar a los hombres. Este discurso queda corto porque sitúa la conciliación en el ámbito privado. “Mientras eso sea así las políticas de conciliación serán erráticas y esa batalla siempre va a ser injusta, porque es muy difícil que conciliemos nuestras necesidades como trabajadores y trabajadoras, en el ámbito de las responsabilidades familiares, con las necesidades de las empresas. Tenemos que ser conscientes de que lo que se tiene que producir es una corresponsabilidad social”.
Se trata de “hacer de la conciliación un problema social y público. Mientras no lo hagamos así, no solo tendremos consecuencias negativas desde el punto de vista de las oportunidades de empleo para las mujeres, sino que además no resolveremos el grave problema que este país tiene desde el punto de vista demográfico y es que, cada vez más, las mujeres, ante las escasas oportunidades de ser madres y trabajadoras, deciden retrasar la maternidad o directamente no tener hijos, lo que tiene consecuencias sociales.
Para muchos la igualdad es un elemento de lujo
Fontecha ha manifestado que esta crisis ha vuelto a poner de manifiesto algo que ha pasado históricamente que “las mujeres se utilizan como una mano de obra comodín” y que “por muy difíciles que sean las leyes, mucho más difícil es cambiar las estructuras sociales y económicas”, algo que no ha ocurrido. Ha precisado que “para muchos la igualdad se sigue considerando como un elemento de lujo, que solo nos podemos permitir cuando las cosas van bien y que, por tanto, podemos prescindir de ello cuando las cosas van mal”. De tal forma, que se plantea el discurso de que “solo es posible la igualdad en momentos de crecimiento y en momentos de recesión económica, aquí todo vale”.