La CES advierte que la UE puede caer en una tercera fase de la recesión con un tercer pico de desempleo
Fecha: 23 Oct 2014
La Unión Europea está cayendo en una recesión que sería una tercera caída;
La zona euro está al borde de la deflación;
El riesgo de un tercer pico de desempleo es real;
Para salir de la crisis, hay que relanzar la demanda favoreciendo la inversión.
Cuando tomen la palabra, en la Cumbre Social tripartita del próximo 23 de octubre que se celebra antes de la Cumbre europea y los debates sobre economía, los líderes sindicales recordarán que:
En el segundo trimestre de 2014, el crecimiento del PIB se ha ralentizado para quedarse en un 1,3%, es decir, por debajo del 1,5% del primer trimestre y del nivel del segundo trimestre de 2013.
Un 10,1% de la mano de obra de la UE no tiene trabajo y en 2013 casi un trabajador de cada cinco (19,5%) ocupaba un empleo a tiempo parcial, es decir, 3 millones más que en 2008, lo que demuestra que la demanda global de mano de obra ha disminuido más que lo que indican los datos de empleo.
La tasa de inflación global en la zona euro se estima en un 0,3% para septiembre, cuando en Grecia, España y Portugal ya hay inflación negativa.
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) teme que, si esto no se cambia con urgencia, esta tendencia deflacionista tendrá consecuencias devastadoras para la economía de la zona euro y, particularmente, para los países muy endeudados que agravarán su deuda aún más.
Las inversiones han caído más que cualquier otro elemento del PIB respecto a los niveles de antes de 2008, con bajadas espectaculares en los países más afectados por la ausencia de créditos y por la reducción del gasto público. Durante el periodo 2008-2013, las inversiones han disminuido un 21% en el conjunto de la UE, 4% en Alemania, 52% en Irlanda, 56 % en Grecia y 30% en Letonia.
“Europa necesita un programa más importante de inversiones”, ha declarado Bernadette Ségol, Secretaria General de la CES. “Esto implica inversiones públicas para favorecer las inversiones privadas. Para que esto tenga un impacto, el Plan Juncker de inversiones debe prever una aportación considerable de dinero público fresco”.
“Nuevas reformas del mercado de trabajo que debilitan el empleo y la protección de los ingresos no harán más que aumentar la inseguridad económica, incitando a los hogares a ahorrar más que a consumir, y llevando aún más a la economía europea hacia la recesión y la deflación”.