La apuesta del Gobierno para salir de la crisis es peores salarios y empleos de peor calidad

Fecha: 17 Mar 2015

Los datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales correspondientes al cuarto trimestre de 2014 y publicados hoy muestran una caída del salario mensual de un 0,2% y del salario por hora de un 1,2% respecto al año anterior. Un empresario en 2014 pagó 21 euros menos de media por cada trabajador que en 2011.  La publicitada recuperación económica no llega a las retribuciones de los trabajadores y los salarios siguen bajo mínimos. Para UGT, ésta es la apuesta del Gobierno para salir de la crisis, peores salarios y empleos de peor calidad. La consecuencia es que los trabajadores han perdido en los últimos cinco años casi 7 puntos de poder adquisitivo y los hogares tienen mayores dificultades para llegar a fin de mes. Y la patronal sigue queriendo condenar a los trabajadores a un empobrecimiento perpetuo al negarse a aumentar los salarios reales en las negociaciones del AENC. Ante esta realidad, UGT afirma que los salarios no van a seguir reduciéndose, sino que van a crecer con el fin de recuperar el esfuerzo realizado en los últimos años por los ciudadanos de este país y relanzar así el consumo y la inversión para llegar de manera real y efectiva a la recuperación en nuestro país.  

Los datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales del cuarto trimestre de 2014 confirman que los salarios siguen bajo mínimos. Otra vez han vuelto a caer: un 0,2% el salario mensual por trabajador, y un 1,2% el salario por hora, ambos respecto al año anterior. El salario por hora ha caído más porque ha aumentado el número de horas trabajadas. De los últimos nueve trimestres los salarios nominales mensuales han caído en siete. La publicitada recuperación económica no está llegando a las retribuciones de los trabajadores.

Los costes laborales totales han caído medio punto porcentual en el cuarto trimestre. En el conjunto de 2014, se han reducido un 0,3%. Con ello, han descendido en nueve de los últimos once trimestres.

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El resultado es que en 2014 el coste laboral de un trabajador ha sido el menor desde 2011. Un empresario ha pagado 21 euros de media que hace tres años por cada trabajador contratado. Tres años de depresión salarial y del empleo. Esta es la apuesta del gobierno para salir de la crisis, peores salarios y empleo de peor calidad.
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La consecuencia es que los trabajadores cada vez tienen menos poder adquisitivo. El hecho de que la inflación haya sido negativa en 2014 (-0,2% de variación media del IPC) apenas ha servido para que los asalariados ganaran una exigua décima de poder de compra, porque sus salarios brutos también han descendido una décima.

Con todo y con eso, en los últimos cinco años los salarios han perdido casi 7 puntos de poder de compra (-6,9 puntos). Estos son los datos reales, los que perciben día a día los millones de hogares que tienen dificultades para llegar a fin de mes, y que necesitan un empleo de calidad y un salario digno. 

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Y en esta realidad, caracterizada por esta intensa caída de los salarios y por una economía en expansión -que se prevé crezca al menos un 2% en 2015 y en el entorno del 2,5% en 2016- la patronal sigue negando en la negociación de un acuerdo salarial para los próximos años una subida de al menos el 1% para 2015, y la garantía de que en 2016 los trabajadores de las empresas que vayan bien ganen también poder adquisitivo. La patronal quiere condenar a los asalariados a un empobrecimiento perpetuo. Pero eso no va a ser así. 

Los salarios no van a seguir reduciéndose; van a crecer en términos reales, y a recuperar parte del esfuerzo realizado en los últimos años. Es una cuestión de eficiencia económica y de justicia social. No basta con que la inflación sea moderada o negativa, o que baje el IRPF, porque esas medidas extienden sus efectos sobre todos los ciudadanos, no solo sobre los asalariados. Con independencia de lo que suceda con los impuestos, los salarios deben crecer de manera nítida, para participar del aumento del excedente generado en esta nueva etapa de bonanza en las empresas. 

Las empresas lo entienden, y así lo están señalando destacados dirigentes empresariales. En expansión, los salarios tienen que crecer en aquellas empresas que expandan sus ventas y beneficios, para poder relanzar el consumo de las propias empresas y para mejorar la deteriorada situación económica de sus familias. Esperemos que la patronal no vuelva la espalda a esta realidad y ajuste sus planteamientos a lo lógica económica, que es la que están reclamando alto y claro los dirigentes empresariales y los trabajadores. 

Fuente: UGT