El 27 de enero de 1945, el ejército soviético libero el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, descubriendo al mundo el horror y exterminio al que habían estado sometido durante años personas judías, gitanas, oposición política y otras víctimas de la barbarie nazi. La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores quiere recordar y homenajear hoy a todas las víctimas del Holocausto, y volver a alertar de las atrocidades que a las que llevan los caminos del odio, el racismo y la xenofobia.

Las democracias están sufriendo una erosión permanente por parte de grupos de extrema derecha, que ya gobiernan en países como Italia, Polonia y Hungría. En la memoria del sufrimiento de las víctimas del Holocausto debemos recordar que su sufrimiento devino de la degradación democrática sucedida durante los años veinte y treinta del siglo pasado en Europa, desde la cruel Guerra Civil en España, al genocidio en los territorios controlados por países del Eje y, por supuesto, a la Segunda Guerra Mundial, el conflicto más sangriento de la historia de la humanidad.

El exterminio de Auschwitz retrata alguno de los más claros elementos del nazismo: su necesidad imperiosa de destruir y la veneración de la mayor y más sangrientas de las violencias. UGT quiere que este aniversario sirva para alertar de nuevo del riesgo de blanquear el fascismo, a sus líderes y colaboracionistas. El mero hecho de que algunos se denominen “nostálgicos” debiera espantarnos a no ser que se entienda que la barbarie, el odio y el terror sean respetables en un sistema democrático. 

La ultraderecha actual dirige su odio hacia las mismas víctimas del nazismo: las personas judías, las que tienen discapacidad, el colectivo LGTBI, las que defendemos la democracia, las y los sindicalistas, y, en definitiva, cualquier grupo social o político que los señale claramente y que no piense rendirse a sus amenazas. La que destruye el legado de un represaliado en un campo de concentración nazi como fue el ugetista Largo Caballero.

UGT rinde hoy tributo especial a las y los judíos, así como al resto de los veinte millones de personas asesinadas por nazis, y, en memoria de estas víctimas, reafirma su compromiso de luchar contra la barbarie genocida, enemiga de la ansiada patria de la humanidad.