La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores reitera su rechazo absoluto al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto de manera unilateral por los Estados Unidos contra la República de Cuba, una política que constituye una violación flagrante del Derecho Internacional y un ataque directo al principio de soberanía de los pueblos.

La comunidad internacional tiene hoy en la Asamblea General de las Naciones Unidas una nueva oportunidad de pronunciarse ante una política cuya vigencia —tras más de seis décadas— representa una forma de castigo colectivo que busca el ahogamiento económico y social del pueblo cubano por motivos puramente políticos.

UGT denuncia que esta política de coerción, sostenida por sucesivas administraciones estadounidenses y agravada bajo la actual tendencia intervencionista de Washington, no ha contribuido en ningún momento a la mejora de las condiciones económicas, sociales o políticas en la isla. Por el contrario, ha profundizado las carencias, ha obstaculizado los esfuerzos de desarrollo y ha dificultado el acceso a bienes esenciales, tecnologías, alimentos y medicinas, afectando directamente a la población civil.

Levantar el bloqueo y abrir un marco de diálogo constructivo 

El bloqueo no solo es injusto e inhumano: es también una herramienta de extorsión contraria a los principios de convivencia internacional y a los valores de la Carta de las Naciones Unidas. Las relaciones entre Estados no pueden estar determinadas por el favoritismo político ni por los intereses económicos coyunturales de los gobiernos de turno, sino por el respeto al derecho internacional, la igualdad soberana y la búsqueda de soluciones mediante el diálogo político y la cooperación.

El sindicato considera que la única vía legítima para avanzar hacia un futuro de prosperidad y justicia social en Cuba pasa por el levantamiento total e incondicional del bloqueo y por la apertura de un marco de diálogo constructivo, basado en el respeto mutuo, la cooperación y la no injerencia.