• El sindicato denuncia que el Ejecutivo pretende volver a ajustar el déficit a costa de los derechos de las trabajadoras y trabajadores desempleados. Por cada desempleado el Gobierno destinará, en 2018, 6.776 euros, menos cantidad que en 2017, y 2.758 euros menos que en 2010 (se destinaban 9.535 euros por cada desempleado), con el agravante de que en ese año la tasa de cobertura al desempleo era del 78,4% y ahora es inferior al 60%, alcanzando el paro de larga duración el 52,6%.

• Con su nueva propuesta el Ejecutivo pretende: recortar la duración de las prestaciones asistenciales por desempleo, endurecer los requisitos generales de acceso, no mejora la intensidad de la protección, mantiene los recortes a los mayores de 52 años y no corrige las carencias del subsistema de protección asistencial por desempleo.

UGT considera que el Gobierno no tiene intención de cambiar su política de recortes en materia de desempleo, tal y como refleja el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2018, muy insuficiente para atender a los más de 3,4 millones de parados y su nueva propuesta para la Integración y Consolidación de los Nuevos Programas Temporales de Protección por Desempleo (PAE, Prepara y RAI) y la reforma parcial del subsistema de protección asistencial al desempleo. Propuestas que suponen nuevos recortes a los parados, a pesar de que la mitad ya no tiene ninguna cobertura.

Menos dinero al desempleo en los Presupuestos

El Presupuesto de 2018 es insuficiente para atender a los más de 3,4 millones de parados teniendo en cuenta que por cada desempleado, se van a destinar 6.776 euros (menos cantidad que en 2017) y 2.758 euros menos que en 2010 (9.535 euros), muy lejos de los niveles europeos de referencia.

La cuantía programada para prestaciones por desempleo desciende un 3,4% en 2018, respecto a 2017 (es decir se reduce en 617 millones, pasando de 18.027 millones de euros en 2017 a 17.410 millones en 2018) y esto a pesar de que hay más de 3,7 millones de personas en paro, según la EPA (3,4 millones según el SEPE con datos del mes de marzo). Y que la tasa de cobertura no llega al 60% y más de la mitad de los desempleados lleva buscando empleo más de un año (un 36,3% más de dos años).

Por otro lado, aunque crece las partidas de políticas activas de empleo un 3,9%, el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2018 recorta el gasto del Servicio Público de Empleo, un 1,6%. Un descenso que se acumula a los de años anteriores y deriva en una pérdida de recursos para políticas de empleo del 40% entre 2010 y 2018.

Las propuestas del Gobierno empeoran la protección por desempleo

Por otra parte, UGT rechaza las propuestas del Gobierno respecto a la Integración y Consolidación de los Programas Temporales de Protección por desempleo (PAE, PREPARA y RAI) y su reforma parcial del subsistema de protección por desempleo porque suponen más recortes a las personas desempleadas.

Se recorta la duración de las prestaciones asistenciales por desempleo para la mayoría de los desempleados:

• Los parados con responsabilidades familiares (pierden entre 1 y 3 meses)

• Los parados sin responsabilidades familiares, mayores de 45 años (pierden 9 meses)

•  Los parados con responsabilidades familiares que han cotizado más de 6 meses y menos de 12 (pierden 3 meses)

•  Los parados con responsabilidades familiares, mayores de 45 años, que han cotizado más de 6 meses y menos de 12 (pierden 42 meses)

Las ganancias son exiguas:

• 1 mes, para los que han cotizado más de tres y menos de seis meses, aunque no tengan responsabilidades familiares.

• 5 meses para los menores de 45 años sin responsabilidades familiares, pero condicionado a que hayan cotizado por lo menos entre 3 y 3,5 años y hayan agotado la prestación contributiva de 12 meses.

Se endurecen los requisitos generales de acceso, al establecerse, de forma general el requisito de búsqueda activa de empleo. Antes solo era para las ayudas extraordinarias, PAE y PREPARA, y no para los subsidios (para éstos valía solo con la inscripción y el compromiso de actividad)

Se recorta el acceso a las prestaciones al exigir, de forma general, carencia de rentas familiares, cuando antes solo era de rentas personales si no se tenían responsabilidades familiares. Es decir, se sustrae del derecho a las prestaciones a personas sin rentas, solo con que su cónyuge tenga un salario muy poco más que el SMI.

No se mejora la intensidad de la protección, que sigue siendo de pobreza.

Se mantienen los recortes realizados a los mayores de 52 años.

No se corrigen los errores y vacíos que presenta el subsistema de protección asistencial por desempleo, tales como:

• La diferencia enorme e injustificada de protección entre los mayores y los menores de 45 años, lo cual es muy arbitrario y agraviante cuando el resto de condiciones de los desempleados son las mismas. Se castiga a los parados más jóvenes.

• Los precarios (y de nuevo los jóvenes) siguen castigados con una bajísima (cortísima) protección por desempleo (no tienen derecho a la contributiva por no haber cotizado un año, y la duración que ofrecen los subsidios es reducidísima.

• El resultado de todo ello, es que la cobertura de las prestaciones por desempleo se reducirá todavía más y se recortará el gasto en prestaciones por desempleo.