Transversales y transparentes, con perspectiva de género
Fecha: 21 Dic 2020
Tribuna de opinión de Cristina Antoñanzas, Vicesecretaria General de UGT, en "El Siglo de Europa"
El plan de transformación, recuperación y resiliencia, que guiará las actuaciones públicas para invertir los fondos europeos que recibirá España para la reconstrucción, contempla la igualdad de género como uno de los ejes estratégicos.
Este objetivo, sin duda, es muy bienvenido, pero queremos que este esfuerzo económico procedente de la Unión Europea se traduzca en realidades tangibles que contribuyan a reducir la brecha que este país arrastra y que lastra el crecimiento y la competitividad.
El plan contempla una actuación transversal en materia de igualdad entre mujeres y hombres, al igual que en los otros ejes estratégicos –transición ecológica, transformación digital, cohesión social y territorial– pero no queremos que esta actuación quede diluida en un todo que nos impida cuantificar y observar a dónde van a ir destinadas y, sobre todo, sin poder valorar, de forma objetiva, los resultados.
Desde UGT, compartimos el diagnóstico general de la situación que realiza el plan del Gobierno, ya que considera que las mujeres van a ser las principales perjudicadas por la pandemia por su elevada presencia en sectores afectados por las medidas de confinamiento –sectores muy feminizados, de bajos salarios y mucha precariedad–, una menor actividad económica, una deficiente política de cuidados, que mayoritariamente asumen las mujeres y que se ha agravado durante la pandemia, y al incremento de la violencia de género.
Y a la situación actual, consecuencia del Covid-19, tenemos que sumar la brecha de género ya existente.
Desde la Unión General de Trabajadores llevamos muchos años alertando sobre la situación sociolaboral de las mujeres y advirtiendo sobre las consecuencias de estas diferencias. Y justo el epicentro de la pandemia se ha situado y apoyado en el núcleo de un sistema muy desigual. Por este motivo compartimos que es necesario invertir para evitar que se profundice en las desigualdades y conseguir que la recuperación de la crisis sanitaria se realice con perspectiva de género.
No podemos permitir retrocesos en los avances, ni dejar a nadie atrás. Es necesario invertir en igualdad, impulsar el acceso en igualdad de condiciones de las mujeres, rediseñar el sistema de cuidados, frenar la destrucción de empleo, potenciar la estabilidad del empleo femenino, erradicar el contrato a tiempo parcial involuntario, reducir la temporalidad, la precariedad y los bajos salarios, entre otras cuestiones.
Para nosotros, el interés que se refleja sobre el papel debe plasmarse de forma concreta en las actuaciones de este plan y evitar que quede en papel mojado bajo el concepto de transversal, que implica la incorporación de la perspectiva de género a todas las políticas públicas.
Por eso es muy necesario que a la transversalidad le incorporemos transparencia a las actuaciones.
Los interlocutores sociales estamos participando, en la mesa de diálogo social sobre el Plan de Reconstrucción que se constituyó el pasado mes de noviembre, fruto de una reclamación del movimiento sindical europeo, que exigió que las organizaciones sindicales y patronales de cada país fueran partícipes para concertar los proyectos comunes financiados con los fondos europeos. En España, un total de 72.000 millones de euros en tres años, el 50% de la cantidad que llegará procedente del proyecto Next Generation de la UE.
No sólo es cuestión de justicia social, la igualdad de género es fundamental para el crecimiento económico y la productividad. Y es vital, y estaremos vigilantes, en toda esta discusión para que no se pierda la género.