Sobre un posible III AENC y la situación de la negociación colectiva
Fecha: 24 Mar 2015
El pasado II AENC 2012-2014 incluyó unos criterios salariales coherentes con la fase de intensa crisis que atravesaba la economía española, que se traducían en un importante sacrificio de los salarios para ampliar los márgenes empresariales y que estos pudieran dedicarse a fortalecer su posición financiera e inversora y, en último término, mantener el empleo de las empresas. Este esfuerzo supuso una pérdida de poder de compra para los asalariados de nuestro país, que, al menos parcialmente, sirvió para contener la destrucción de empleo en muchas empresas y mejorar su posición competitiva vía costes.
Sin embargo, este acuerdo era necesariamente coyuntural y extraordinario, como las circunstancias que lo justificaron. Ahora el ciclo económico ha cambiado, y los criterios de actualización salarial deben acomodarse a esta nueva fase. La expansión debe traducirse en una mejora tanto de los beneficios de las empresas como de los salarios. Los trabajadores deben participar también de esta etapa de bonanza, recuperando lo perdido en los años anteriores.
Los criterios salariales para 2015 y 2016 deben asegurar esa mejora en términos reales. Por eso los sindicatos hemos defendido que los aumentos salariales se referencien a la productividad nominal de cada ámbito de negociación (productividad real más inflación), que es la variable que mejor refleja la situación productiva los mismos. Y siempre teniendo en cuenta las particularidades de cada sector y empresa. Otras referencias, como el PIB, resultan más arbitrarias e incompletas, puesto que no tiene en cuenta ni la evolución del empleo ni la de los precios, ambas clave para convertir a la negociación colectiva en un instrumento también útil para combatir el elevado desempleo.
Ambas confederaciones no podemos aceptar criterios de revalorización salarial que puedan suponer pérdida de poder de compra para los trabajadores en 2015 o 2016. Ni aumentos inferiores a los planteados para la etapa de crisis anterior. Y eso es lo que está defendiendo hasta el momento la patronal. Su propuesta para 2015 y 2016 es inferior incluso a la hubiera operado con los criterios establecidos en el II AENC, establecidos para una etapa de crisis muy diferente a la actual: con ellos, en 2015 el aumento sería del 1%, y en 2016 del 1,5%, a lo que se añadirían incrementos adicionales en función de los resultados de las empresas.
Además, las principales instituciones de análisis prevén que la inflación en 2016 se sitúe entre el 1 y el 1,5% en media anual. Por ello, aumentos como los propuestos por las organizaciones empresariales (inferiores al 1%) supondrían que los asalariados perderían de nuevo poder de compra, en un año en que la economía estaría en plena fase expansiva, con tasas de crecimiento de más del 2%. Por ello, CCOO y UGT reclamamos que, con independencia de cuál sea la referencia utilizada finalmente para fijar el dígito de incremento salarial inicial, los convenios deben incorporar una cláusula de garantía que evite que los salarios pierdan poder de compra.
2.- Dar solución al problema de la desaparición de convenios (ultraactividad), impidiendo la existencia de vacíos de cobertura, es fundamental para el adecuado desarrollo de las relaciones laborales.
La reforma laboral del 2012 está produciendo un preocupante vacío en la regulación de las condiciones de trabajo fijadas por convenio colectivo, puesto que la norma establece la pérdida de la ultraactividad del convenio, tras un año desde su denuncia sin haberse alcanzado acuerdo.
La sentencia del Tribunal Supremo, de diciembre del año pasado, evidencia los graves desequilibrios dentro de la plantilla de una misma empresa que conlleva la pérdida de ultraactividad, principalmente cuando no existe un convenio aplicable de ámbito superior, situación no resuelta por la ley.
De ahí la necesidad de alcanzar un Acuerdo Interconfederal, de carácter normativo, para prorrogar la ultraactividad de los convenios. Acuerdo que podría acompañar al III AENC y permitiría garantizar la pervivencia del convenio vencido, dar seguridad jurídica en la regulación de las relaciones laborales y, en definitiva, evitar las notables disfunciones y dificultades que, en el desarrollo de dichas relaciones, ha provocado la reforma laboral.
3.- Es necesario fortalecer la negociación colectiva y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Por eso UGT y CCOO vamos a impulsar una campaña en defensa de la negociación colectiva, la mejora de los salarios y el empleo de calidad.
Las confederaciones de CCOO y UGT queremos manifestar nuestra preocupación por la situación de estancamiento de la negociación colectiva, que tiene importantes consecuencias sobre las condiciones laborales de millones de trabajadores. Con datos hasta febrero de 2015, y en base a la cobertura de convenios de 2012 -último año consolidado- aún falta por cerrarse la negociación colectiva de 2013 para el 13% de los trabajadores, y para el 45% de 2014. En 2015 apenas si se han cerrado convenios para el 16% de los trabajadores.
La recuperación económica, para que sea sólida y equilibrada, requiere que sea percibida por las familias, para que puedan mejorar su posición financiera y aumentar el consumo. Y para esto es imprescindible aumentar el empleo y que los trabajadores que ya tienen uno perciban que mejoran sus condiciones laborales y su salario. Aumentar los salarios reales dentro de los márgenes de la productividad nominal, impulsa la creación de empleo a través del aumento del consumo de las familias y la inversión de las empresas.
Por eso ambas confederaciones sindicales vamos a desarrollar una campaña conjunta en defensa de la negociación colectiva, del empleo de calidad y de la mejora real de los salarios.