A pesar del crecimiento económico cada vez hay más trabajadores y ciudadanos pobres
Fecha: 26 May 2016
UGT advierte que el crecimiento de la economía española (un 0,8% en el primer trimestre del año) convive con claros perdedores: los trabajadores y los ciudadanos. Así la pobreza social y laboral ha crecido desde 2008 a 2015 y se han incrementado de manera alarmante las desigualdades. Los datos de la Contabilidad constatan que el empleo que se ha creado es cada vez más precario. Aunque crece el número de asalariados, su remuneración cae del 4,3% al 3,2% en tasa anual. Esto es consecuencia de la reforma laboral que ha devaluado el mercado de trabajo. UGT, que exige la derogación de las dos últimas reformas laborales, considera que hay que poner fin, de inmediato, a las políticas de austeridad, que han agravado los efectos de la crisis, y que se debe apostar por un modelo de crecimiento que apueste por la recuperación de los salarios, la corrección de las desigualdades y el crecimiento de la inversión pública.
Los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral del primer trimestre del año, publicados hoy por el INE, confirman que la economía española registró un crecimiento del 0,8%, tal y como señalaba el indicador adelantado, que se conoció el 29 de abril. Esta tasa coincide con la registrada en el trimestre anterior. Por su parte, el crecimiento anual, que se sitúa en el 3,4%, cae una décima respecto al trimestre anterior.
La contribución al crecimiento agregado de la demanda nacional cae tres décimas respecto a la registrada en el trimestre anterior, situándose en 3,8 puntos, y la demanda exterior mejora su aportación al PIB trimestral en dos décima respecto al trimestre pasado, pero sigue en negativo (-0,4 puntos). Las exportaciones frenan su crecimiento en siete décimas, desde el 5,3% al 3,7%, y las importaciones también disminuyen su ritmo de crecimiento en más de dos décimas, pasando del 7,7% al 5,4%.
En cuanto a la situación de los principales componentes de la demanda interna, el gasto en consumo final de los hogares experimenta un crecimiento anual del 3,7%, dos décimas más que la del trimestre anterior; el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas cae más de un punto respecto al trimestre precedente, y presenta una variación interanual del 2,6%; y la formación bruta de capital fijo registra una descenso de 1,2 puntos respecto al trimestre anterior, y se sitúa en el 5,2%.
Por su parte, el empleo, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registra una variación trimestral del 0,9%, tres décimas superior a la experimentada en el trimestre anterior, y en términos anuales presenta una tasa de crecimiento del 3,2%, dos décima por encima de la anterior, lo que supone un aumento neto de 533.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.
Por último, la remuneración de los asalariados cae del 4,3% al 3,2% en tasa anual, debido a que a pesar de que número de asalariados crece respecto al trimestre anterior (del 3,3% al 3,5%) la remuneración media por asalariado cae 1,2 puntos, desde el 0,9% al -0,3%, dada la precariedad de empleo creado. Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se sitúa en el -0,5%, tres décimas por debajo de la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (-0,2%). Por su parte, la variación anual del excedente bruto de explotación/ renta mixta se ralentiza un punto, desde el 3,5% del trimestre anterior al 2,5% de este trimestre. y los impuesto sobre la producción y las importaciones desaceleran en casi un punto su crecimiento, desde el 7,3% del trimestre anterior hasta el 6,4% del primer trimestre de 2016.
Valoración
2016 continúa con buenas noticias para la economía, pero con malas noticias para la ciudadanía. Este crecimiento económico convive con claros perdedores. España asiste a la evolución favorable de los datos macroeconómicos y a una regresión muy desfavorable de los datos microeconómicos, porque a pesar de la evolución de los datos del PIB, el crecimiento en términos económicos no se traslada a los ciudadanos y trabajadores de nuestro país. Además, tal y como viene advirtiendo UGT, nuestro modelo de crecimiento es tan dependiente de actividades y factores estacionales y tradicionales, que nuestra economía es muy vulnerable ante shocks externos y vaivenes del ciclo económico internacional.
Hoy el escenario de una nueva desaceleración de la actividad económica está caracterizado por menos industria, menos empleo y de peor calidad, y ahogado por las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Por ello Europa tiene la obligación de permitir el crecimiento de sus miembros y no ahogarlos con unos objetivos de déficit público imposibles de garantizar sin una estructura económica fuerte.
UGT pide una reforma integral del sistema tributario para que sea más justo y equitativo
En este sentido, UGT denuncia que son vergonzantes las promesas de nuevas bajadas de impuestos vinculadas a nuevos recortes sociales, recortes que solo han logrado aumentar los niveles de pobreza y exclusión en nuestra país, mientras se siguen incumpliendo sistemáticamente los objetivos de déficit público exigidos por Bruselas. En este sentido, UGT demanda un incremento de la recaudación fiscal, a través de una reforma integral del sistema tributario, de tal forma que sea más justo y equitativo y pague más quien más tiene. Sólo así se logrará mantener nuestro Estado de Bienestar, clave para combatir la creciente desigualdad social en España.
El próximo Gobierno debe ser consciente de este hecho para no volver a caer en políticas erróneas que han dado lugar a un modelo económico y productivo incompatible con el progreso social y la igualdad, e incluso con la propia estabilidad macroeconómica. Porque las políticas practicadas en España en los últimos años solo han conseguido debilitar de la estructura económica y aumentar la desigualdad.
Para muestra los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2015, publicada por el INE, que constatan que en 2015 había un 23,8% de población en riesgo de pobreza o exclusión social en España, casi cinco puntos más que en 2008; un 14,8% de población ocupada pobre, frente al 11,7% del 2008 (tres puntos más); un 44,8% de parados pobre, frente al 31,3% de 2008 (más de 13 puntos por encima); que la renta media por hogar ha caído 2.700 euros al año entre 2008 y 2015 (pasando de casi los 28.800 euros al años a los 26.100); que los hogares con baja intensidad en el empleo se han más que duplicado en estos años, pasando del 6,6% en 2008 al 15,4% en 2015. El resultado es que los indicadores de desigualdad muestran un claro empeoramiento: el índice de Gini ha crecido más de dos puntos, desde el 32,4 en 2008 hasta el 34,6 en 2015, mientras que el indicador S80/20 ha crecido 1,3 puntos, desde el 5,6 en 2008 al 6,9 en 2015.
Antes esta radiografía de nuestro país, UGT demanda a las instituciones europeas una política económica y social expansiva, para poder reconstruir el modelo social europeo: con una sociedad cohesionada, con igualdad de oportunidades y con derechos conseguidos mediante la negociación colectiva. Porque nuestra economía funciona mejor cuando funciona para todos y no sólo para unos pocos. Hasta la propia OIT en su informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2015, advierte de las crecientes desigualdades en nuestro país, se están convirtiendo en estructurales, señalando especialmente caída de la participación de los salarios en la renta nacional como consecuencia de la devaluación salarial como una de las claves de esta desigualdad.
Y en esta clave deben establecerse los objetivos del Plan Nacional de Reformas de nuestro país: la lucha contra el desempleo, la pobreza y la desigualdad. Esto pasa por finiquitar de inmediato las políticas de austeridad que han agravado los efectos de la crisis. Porque la recuperación real y social de nuestra economía no se puede producir sin aumento del consumo, lo que pasaría inexcusablemente por la recuperación de los salarios, la corrección de las desigualdades y el crecimiento de la inversión pública.
Gonzalo Pino, Secretario de Política Sindical de UGT