Pepe Álvarez: "Sánchez debe aclarar que va a derogar de la reforma laboral"

Entrevista a Pepe Álvarez en "El Economista"


► "No vamos a permitir que el teletrabajo se convierta en un nuevo foco de abuso y explotación"


Dice, textualmente, que está "enamorado" de este Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, pero añade, sin pestañear, que UGT no ha dado jamás un cheque en blanco a un Gobierno y tampoco se lo dará a Pedro Sánchez, aunque sea el líder del partido en el que lleva militando desde hace 40 años. Durante la entrevista, realizada telefónicamente, se muestra especialmente crítico por la gestión que se está haciendo en Moncloa de temas esenciales como el Ingreso Mínimo Vital, las pensiones o los Presupuestos Generales del Estado. Haber liderado durante un cuarto de siglo la UGT catalana, y llevar afiliado al sindicato socialista desde el 75 le ha curtido en batallas laborales de todo tipo y no está dispuesto a bajar la guardia en unos momentos tan difíciles para España sanitaria y económicamente. A Josep María Álvarez (Belmonte de Miranda, Asturias, 1956) todos en su entorno le llaman Pepe, haciendo honor a su fama de hombre campechano y sencillo que tiene un discurso de sindicalista en estado puro, sin ninguna concesión a la galería, pragmático y resolutivo. Es la cara y la voz de la UGT, el hombre que lidera uno de los dos sindicatos más importantes de España y ha conseguido lo que parecía casi imposible en estos tiempos revueltos: elevar el nivel de afiliación, en descenso desde hacía años. Dice que los Ertes tienen que durar indefinidamente mientras continúe la pandemia, acusa al Gobierno de comportarse como "tecnócratas que no pisan la calle" e insiste en la necesidad de derogar completamente la reforma laboral. Afirma que no van a permitir que el teletrabajo se convierta "en un nuevo foco de explotación y abuso" y califica de falacia la propuesta del ministro Escrivá de alargar la edad de jubilación y recortar las jubilaciones anticipadas. Insiste en que la decisión de Isabel Díaz Ayuso de bajar los impuestos es una "golfada" y advierte que no van a dejar de ejercer el derecho a la manifestación, incluso no descarta, llegado el caso, recurrir a la huelga general.

 

Finalmente el Gobierno está dispuesto a derogar sólo parte de la reforma laboral y no completa, como ustedes pedían. ¿Qué le parece?

Nosotros mantenemos que el cien por cien de la reforma tiene que ser retocada, en unos casos con derogaciones y en otros sustituyendo las normas por otras. Este sería el proceso normal, pero yo no respondo a más dimes y diretes, porque el Gobierno cada día dice una cosa, un día pacta con Bildu la derogación y a las horas cambia de criterio, por lo que el tema está demasiado manoseado. Todos saben que la reforma laboral ya no sirve ni para los momentos de crisis ni para los de crecimiento económico. Es un desastre que sólo trae pobreza para los trabajadores y trabajadoras, porque tenemos un sistema productivo que, como hemos visto en la pandemia, no aguanta una situación como la actual. Pido al Gobierno que deje de marear la perdiz y diga qué aspectos son los esenciales que piensan derogar, y, a partir de ahí, ya veremos lo que hacemos los sindicatos.

Lo más importante ahora es sacar los Presupuestos. ¿Le parece bien que Cs forme parte de las negociaciones y Podemos se niegue?

Los Presupuestos deben responder a las prioridades del acuerdo de Gobierno de Unidas Podemos-PSOE, y además reunir un consenso suficiente para abordar la situación postcovid, y caminar hacia una nueva economía en España desde un punto de vista productivo. Por eso, es positivo que se sumen no sólo los partidos que dan soporte al Gobierno, sino también Cs y, si fuera posible, el PP.

Hay que repartir los 140.000 millones de ayudas de Europa y eso requerirá acuerdos ¿no?

El Gobierno debería ya instar al diálogo para ver en qué se van a invertir esos 74.000 millones de ayudas directas que van a venir de Europa. No se trata de que cada autonomía por sí sola decida cuáles son sus prioridades porque ese reparto tiene que hacerse con una estrategia de país, y eso significa que deben ser discutidas con los sindicatos, los empresarios, participadas por los grupos parlamentarios y con los presidentes de las CCAA. No es de recibo que desde que el 3 de julio se anunciara en Moncloa solemnemente lo conseguido en Europa hoy todavía no se haya constituido la comisión sobre este tema, que tanto tiene que ver con la industria, los servicios y el turismo.

¿Usted cree que esas ayudas van a venir de Europa si no hay consenso político o el desencuentro las puede retrasar?

Sin consenso político, y sobre todo sin consenso social será más difícil recibir las ayudas europeas. Nosotros no vamos a poner en peligro a España ni los créditos que tengan que llegar, pero el acuerdo social es imprescindible.

Dígame tres prioridades de UGT de cara a los Presupuestos...

La primera prioridad es la inversión pública en servicios tanto sanitarios como sociales, y en educación. El eje central tiene que ser reforzar los servicios públicos , porque si estos hubieran estado más reforzados la gravedad de la pandemia no habría sido la misma, como ha ocurrido en Alemania. El segundo eje para los Presupuestos son los subsidios que amortigüen el número de parados que ha alcanzado una cifra absolutamente desconocida, si contamos las personas que están en Ertes, y la tercera prioridad debe ser la investigación, el desarrollo y la innovación.

¿Hasta cuándo se deben prolongar los Ertes? ¿Deben ser generalizados o sólo para las empresas afectadas directamente?

Los Ertes tienen que durar de manera indefinida lo que dure la pandemia, y deben tener la intensidad que tenga el Covid. Ahora tenemos 800.000 personas en Erte y hemos llegado a tener casi cuatro millones en pleno confinamiento. La carga y el coste que hoy tienen los Ertes no tiene nada que ver con la que tenían en marzo o en abril. Además, hay que tener en cuenta no sólo a las empresas afectadas directamente, sino indirectamente, y recomiendo que el Gobierno salga a la calle, deje la teoría y se centre en la práctica. Diciendo según qué cosas algunos ministros se comportan más como un Gobierno de tecnócratas que no pisan la calle ni tienen un conocimiento exacto de lo que ocurre.

¿Los Ertes van a verse recortados al 50% de la prestación o no?

No. La condición necesaria es que se mantengan al 70%, y esa no es una línea roja, pero si una condición necesaria. Los Ertes tienen una cuantía económica absolutamente ajustada y extremadamente baja para las necesidades de las personas. Y bajarlos al 50% supondría para algunos no poder sobrevivir.

Dígame, ¿hay un acuerdo en el diálogo social sobre el teletrabajo?

No, no está cerrado un acuerdo en relación con el teletrabajo. Nosotros queríamos que fuera a partir de cero, pero después de las demandas de la patronal habíamos llegado al compromiso de que con el 20% de las personas teletrabajando no se considerara teletrabajo a efectos de la ley. Luego la CEOE ha propuesto el 30%, y el Gobierno está coqueteando con esa idea, que a nosotros nos parece una barbaridad, porque el 30% es un día y medio a la semana, y eso no tiene ningún sentido.

¿Cuál es lo esencial en la regulación del teletrabajo?

Lo esencial es que se le reconozcan los derechos que tendrían en una empresa trabajando por cuenta ajena, las horas de su jornada laboral, y que se cubrieran los costes que tiene por esta actividad, como la conexión a Internet, la energía, la adquisición de muebles adecuados, etc. El teletrabajo ha venido para quedarse y nosotros no vamos a permitir que se convierta en un nuevo foco de explotación y abuso. En este tema debe haber consenso, y creemos imprescindible que la Administración dé un paso adelante y aplique el teletrabajo también en la función pública bajo unos parámetros razonables.

¿Quién tiene razón, el ministro Escrivá cuando dice que se bonificará a quienes alarguen la edad de jubilación o la ministra Díaz, que afirma que eso perjudica a los jóvenes?

La falacia de alargar la edad de jubilación que pretende el ministro no tiene nombre, ni tampoco su idea de recortar hasta un 8% las pensiones de las jubilaciones anticipadas. A ver si somos serios. Más del 80% de los trabajadores de este país no se jubilan voluntariamente porque quieren antes de la edad, lo hacen porque están en paro y no tienen otra opción. Recortarles aún más su pensión sería castigarles doblemente. La ministra de Trabajo tiene razón cuando dice que en un país que tiene un 40% de paro juvenil es poco razonable que la solución sea alargar la edad de jubilación. Es poco lógico que los jóvenes se queden en casa sin trabajar y sus padres lo tengan que hacer, aunque las condiciones físicas no sean las adecuadas por una cuestión de edad.

Me está diciendo que no es que se jubilen, sino que son expulsados del Sistema, ¿no?

Efectivamente, no se jubilan anticipadamente porque quieren, sino que son expulsados. Sólo el 16% de los jubilados el año pasado escogieron esta posibilidad. El total de jubilaciones anticipadas fueron 650.000, y de esas 531.472 sufrieron recortes tras haber cotizado más de 40 años por haberse retirado anticipadamente. En cuanto a los parados de 50 años o más, son 817.500, de ellos 392.000 llevaban más de un año buscando, y los parados de 55 años o más son 474.000, 249.300 de larga duración.

¿Qué le parecen los desencuentros que hay dentro del Gobierno entre la parte socialista y la de Podemos?

Yo soy un enamorado del Gobierno de coalición de izquierdas. Estamos viviendo una experiencia altamente positiva y no es malo que se aireen las posiciones políticas que tiene un partido u otro del Gobierno, porque eso significa que debe cumplirse el programa electoral y que el acuerdo de coalición no es papel mojado. A mí me cuesta mucho escuchar al ministro de Seguridad Social hablar de penalizar a los trabajadores que se van a jubilar anticipadamente y no cumplir el programa con el que el PSOE ganó las elecciones y se hizo la coalición con Podemos. Nosotros no vamos a negociar nada si no cumplen los compromisos, y eso en materia de pensiones es algo esencial.

Pues fíjese, de las 900.000 solicitudes que se han presentado para el Ingreso Mínimo Vital, sólo se han atendido 86.000. ¿Esto es serio?

Ni siquiera es verdad que se hayan atendido 86.000 porque la cifra tiene truco, ya que de ellas 75.000 estaban reconocidas. Son prestaciones que ya se daban antes y han quedado absorbidas por la del mínimo vital, no tenían que ser analizadas y sólo había que pagarlas. En realidad, las peticiones atendidas son alrededor de 6.000, lo cual es vergonzoso.

Muchas pueden decaer por silencio administrativo, ¿no?

Ahora parece que el Gobierno después de la denuncia que hicimos nosotros en el mes de agosto, ha decidido prorrogar seis meses más el plazo para que no decaigan por silencio administrativo, pero esto no es serio, como no lo es escuchar al ministro decir que se pagará con carácter retroactivo. Porque con el carácter retroactivo no se come. El mínimo vital no es para llevarlo a la cuenta corriente, es para poder tener dos comidas al día porque para tres seguro que no llega. ¿Dónde está la promesa solemne del presidente en junio de que 255.000 ciudadanos recibirían de forma inmediata el mínimo vital en sus cuentas bancarias?

Lo que dice el Gobierno es que la Administración está colapsada y de ahí el retraso...

El Gobierno sabía perfectamente que vendría una avalancha de peticiones, y por eso debería haber hecho lo que le propusimos desde UGT: que se hiciera una aceptación provisional de oficio, que se acompañara con una declaración de buena fe de los afectados y se revisará después, cuando pasara este colapso y en caso de fraude se persiguiera a quienes no cumplieran los requisitos.

¿Este país resistiría económicamente un nuevo confinamiento?

Aquí que cada palo aguante su vela. Lo que no se puede es decir, como se afirmó durante el estado de alarma, que estábamos ante una dictadura camuflada, y ahora que las autonomías pretendan recurrir al Gobierno central. Hay que exigir a las CCAA que cumplan con sus obligaciones estatutarias y son ellas las que deben decidir si hay o no nuevos confinamientos.

¿Pero económicamente el país resiste?

Yo no me planteo que haya un confinamiento similar al de marzo, pero no porque no se aguante sino porque espero que no se llegue a una situación así. De todas formas no se puede anteponer economía a salud y si no se toman las medidas necesarias no se podrá elegir entre confinarse o no. Es un error pensar que se puede elegir. En EEUU ya se ve cómo les va por elegir, y en Brasil hay una situación absolutamente insoportable. Es verdad que en España estamos muy lejos de esta situación. Ahora las CCAA tienen que invertir y trabajar para que no volvamos a tener un verdadero genocidio de personas mayores como el que hubo en las residencias de ancianos.

¿Qué le parece la bajada de impuestos que ha anunciado la presidenta de la Comunidad de Madrid?

La bajada de impuestos que propuso Isabel Díaz Ayuso me parece una golfada. Cuando no han contratado rastreadores, estamos empezando el curso escolar bajo mínimos, y se está maltratando a los sanitarios que trabajan denodadamente, pensar en bajar los impuestos es una golfada absoluta.

¿La fusión Bankia-CaixaBank da al traste con la idea de banco público?

No, todo lo contrario, esa fusión debe ser el embrión de un banco público con participación privada, muy centrada en una fundación de CaixaBank. De esa fusión me preocupan fundamentalmente tres cosas: el número de empleos que se van a destruir, que cada día se reduzcan más las opciones bancarias en nuestro país y que no se salvaguarde en la economía real los activos industriales. Estaremos muy vigilantes al respecto sobre las tres cuestiones.

Oiga, y tal como está la pandemia, ¿no será mejor dejar de convocar manifestaciones?

En absoluto. Se deben seguir convocando manifestaciones con pleno respeto a las recomendaciones sanitarias. Hasta ahora ha habido unas cuantas movilizaciones, y yo he participado en algunas, como en Alcoa, en la Nissan de Barcelona, etc. Y no han sido focos de coronavirus. Nosotros no vamos a dejar de ejercer el derecho a la manifestación. De hecho, si el Gobierno no atiende las reivindicaciones que tenemos en la mesa en relación con los Ertes, el mínimo vital o la reforma del sistema de pensiones, las movilizaciones estarán a la orden del día. Si la pandemia ha venido para quedarse, la tendremos que introducir también en la acción sindical y en la lucha de los trabajadores/as.

Pero la huelga general supongo que ni está ni se la espera...

Yo ni pienso ni despienso en una huelga general. Lo que es seguro es que en estos momentos hay frentes abiertos que tienen una gran importancia y la pelota está en el tejado del Gobierno.

Vamos, que al Gobierno no le dan un cheque en blanco, aunque ideológicamente estén en el mismo lado...

En UGT no le hemos dado un cheque en blanco al Gobierno nunca, y a este tampoco se lo daremos. El Gobierno no puede aprovechar esta situación económica, que en buena parte es consecuencia de la pandemia, para intentar hacer reformas estructurales basadas en estos números actuales que son ficticios. Porque eso me parece un insulto a la inteligencia. Nosotros no vamos a negociar reformas de fondo condicionadas por un momento económico que vive nuestro país. Yo voy a seguir al pie de la letra esta frase que ha hecho tan popular el presidente del Gobierno de que "nadie quede atrás", y le pregunto ¿cómo se da la garantía de que nadie quede atrás?


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Fuente: El Economista