Nuestro poder, nuestro planeta: una transición ecológica justa
Este año, bajo el lema “Nuestro poder, nuestro planeta”, la celebración se convierte en un llamamiento global a movilizar nuestra fuerza colectiva para proteger nuestro hogar común.
Fecha: 21 Abr 2025

Hoy, 22 de abril, se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una jornada que invita a reflexionar sobre la urgencia de conservar nuestros ecosistemas y construir un modelo de desarrollo en armonía con la naturaleza.
La humanidad se enfrenta a una crisis multidimensional sin precedentes: a la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad y a una crisis humanitaria y económica. Nuestra forma de vida basada en la sobreexplotación de recursos ha llevado al planeta al límite. La comunidad científica advierte de que 2025 podría convertirse en uno de los años más cálidos registrados hasta ahora, con consecuencias devastadoras para las personas y los territorios más vulnerables.
Frente a este escenario, desde UGT defendemos que la transición ecológica es necesaria, pero tiene que ser justa. No podemos dejar que los costes del cambio recaigan sobre las espaldas de quienes menos responsabilidad tienen en la crisis ambiental.
Por ello, para el sindicato es fundamental:
• Anticipar y planificar con justicia social la transformación de los sectores productivos.
• Asegurar empleos de calidad en las nuevas actividades sostenibles, con inversión pública, diálogo social y protección social para las personas trabajadoras y sus comunidades.
• Apostar por un modelo energético renovable y democrático.
• Restaurar ecosistemas, defender la agricultura y ganadería familiar y garantizar la soberanía alimentaria.
Nuestro poder, nuestro planeta
La defensa del planeta no es solo una cuestión ambiental, sino también social y laboral. Es imprescindible reforzar la cooperación internacional y el compromiso firme de gobiernos y empresas con una transición ecológica que respete los derechos de las personas y garantice condiciones laborales dignas.
El futuro del planeta está en nuestras manos y nuestro poder colectivo puede marcar la diferencia.