Mejoras salariales y más inversiones públicas para salir de la crisis

Fecha: 27 Nov 2014

UGT considera que los salarios deben ganar poder adquisitivo, que hay que apostar por el empleo de calidad y poner en marcha un plan de estímulo más ambicioso, a nivel europeo y nacional, pues los datos de Contabilidad Nacional, del tercer trimestre del año, aunque apuntan a una incipiente recuperación, ésta es muy frágil. La alta precariedad y temporalidad (empleos a corto y muy corto plazo) y los bajos salarios sólo certifican la debilidad de nuestro modelo productivo. El sindicato considera que para salir de la crisis es preciso una política al servicio de los ciudadanos y apoya la iniciativa ciudadana europea “New Deal 4 Europe”, que exige a la Comisión Europea un plan público de inversiones de 400.000 millones de euros, en tres años, para la producción y la financiación de bienes públicos europeos, el desarrollo de la sociedad del conocimiento y la creación de empleos.

En esta ocasión hay que comenzar el análisis de los datos de Contabilidad Nacional resaltando el hecho de se trata de la primera publicación del avance del PIB trimestral realizada en la base contable 2010, y por tanto, elaborada de acuerdo con el nuevo estándar metodológico obligatorio de la Unión Europea: el Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales (SEC-2010), aprobado mediante el Reglamento (UE) Nº 549/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo.

Como ya advertimos el pasado 25 de septiembre de 2014 en nuestra valoración de este cambio metodológico (Carta Circular Sª Acción Sindical–Coordinación Área Externa: 184/14), conviene señalar que la nueva estimación del PIB tiene un efecto inmediato en los grandes agregados macroeconómicos, fruto única y exclusivamente de la incorporación de la nueva metodología de cálculo de la actividad económica en nuestro país y no de una mejora de la misma. 

Principales datos

Así las cosas, los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) relativos a la Contabilidad Nacional Trimestral, reflejan un crecimiento interanual de la economía española en el tercer trimestre del año 2014 del 1,6%, tres décimas superior al experimentado en el trimestre anterior. Por lo que se refiere al crecimiento trimestral, la variación ha sido de 0,5%, la misma que la registrada en el trimestre anterior. Tanto la tasa de crecimiento trimestral como la anual coinciden con las publicadas en la avance del PIB del pasado 30 de octubre.

La contribución al crecimiento agregado anual de la demanda nacional es tres décimas superior a la registrada en el trimestre anterior (pasando de 2,2 a 2,5 puntos), mientras que la demanda exterior mantiene su aportación al PIB trimestral en –0,9 puntos.

Por su parte, el análisis trimestral pone de manifiesto una caída del gasto en consumo final de los hogares de una décima (del 0,9% a 0,8%), un aumento de dos décimas en el gasto de las Administraciones Públicas (del -0,1% al 0,1%) y un descenso de la formación bruta de capital de fijo de siete décimas (desde el 1,7% al 1,0%). El comportamiento por el lado de la oferta, el análisis señala una mejora en el sector de la agricultura, con una ligerísima mejoría del sector servicios, pero un peor comportamiento de la industria y la construcción. Y el empleo de la economía en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo registra una variación trimestral del 0,5%, dos décimas inferior a la registrada en el trimestre anterior.

Atendiendo al análisis anual, por la lado de la demanda nacional, el gasto en consumo final presenta una variación anual mayor en el tercer trimestre de 2014 que en el segundo (mejora cuatro décimas el de los hogares y dos el de las Administraciones públicas), mientras que el ritmo anual de variación de la inversión en capital fijo es ligeramente menor (una décima menos) en este trimestre respecto al anterior. Por otro lado, la contribución de la demanda exterior neta de la economía española al crecimiento anual del PIB trimestral se mantiene en –0,9 puntos. Tanto las exportaciones de bienes y servicios como las importaciones presentan crecimientos superiores a los del trimestre precedente, si bien el aumento es más acusado en el caso de las importaciones: las exportaciones pasan del 1,5 al 4,6%, mientras que las importaciones pasan del 4,8 al 8,2%. El comportamiento por el lado de la oferta arroja datos interanuales negativos en la industria, mientras se van recuperando la agricultura, la construcción, y los servicios.

En términos anuales, el empleo aumenta a un ritmo del 1,4%, crecimiento seis décimas superior al estimado en el segundo trimestre de 2014, lo que supone un incremento neto de aproximadamente 221 mil puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año. Ahora bien, la variación trimestral del empleo en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo es del 0,5%, dos décimas inferior a la experimentada en el trimestre anterior.

En cuanto a la distribución de la renta, la remuneración de asalariados ha aumentado un 1,6% en términos interanuales (una décima menos que el trimestres anterior) y el excedente bruto de explotación se reduce en tasa interanual un -0,2% (frente al -0,3% anterior). El coste laboral unitario se sitúa en el -0,4% (frente al -0,1% anterior). La remuneración por asalariado ha caído cinco décimas hasta situarse en negativo en el -0,1% y la productividad por trabajador un 0,3% (dos décimas menos que el trimestre anterior). De este modo la aportación de la remuneración de asalariados al deflactor del PIB se sitúa en -0,1% (frente al 0,2% anterior), mientras el deflactor del PIB continúa en tasas negativas por tercer trimestre, situándose en -0,4%.

Valoración

Los datos de la Contabilidad Nacional del tercer trimestre del año, publicados en la mañana de hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), arrojan un crecimiento interanual de la economía española del 1,6%, mostrando una incipiente recuperación de la economía. 

Pero esto no significa que hayamos salido de la crisis. Y no lo hemos hecho en primer lugar, porque apenas tres trimestres de tasas de crecimiento, siendo tan moderadas, no aseguran el camino hacia la recuperación. En segundo lugar, porque las perspectivas de diferentes organismos avisan de la desaceleración de la actividad en parte de Europa, con correcciones a la baja en Alemania y Francia, las economías motor del área. El propio Banco Central Europeo advirtió el pasado 13 de noviembre del recorte de sus previsiones de crecimiento para el Eurozona, situándolo en el 0,8% para 2014 y el 1,2% para 2015 (frente a las previsiones anteriores del 0,9% y el 1,6% respectivamente). Y en tercer y último lugar, y más importante, porque las variables relativas al mercado de trabajo, junto a los indicadores sociales, nos obligan a ser precavidos en el análisis. 

En este sentido, no es posible afirmar que España haya salido de la crisis en un país con casi cinco millones y medio de parados, que elevan la tasa de desempleo hasta casi el 24% de la población activa y con una tasa de paro de larga duración que se eleva hasta superar el 62%, siendo cada vez mayor la incidencia de las personas que llevan buscando más de dos años (más del 43,2% según los últimos datos). Además, buena parte de la mejora mostrada por las tasas de paro se debe al descenso de la población activa que está ocurriendo desde la entrada de 2014. El efecto desánimo, tras años de crisis, sumado al inicio de un proceso de emigración, se han dejado notar en el volumen de activos disponibles en España.

Es decir, nuestra economía continúa mostrando importantes debilidades. Lejos de haberse corregido a través de las políticas de austeridad y reformas del Gobierno, se han acentuado, de forma que la población española sigue en una difícil situación en el contexto del sobreesfuerzo económico y social en términos de recortes de gasto público que ha supuesto el cumplimiento del Pacto de Estabilidad. Además, la incapacidad de generar ingresos a través de la mejora de actividad económica, ha provocado una disminución de la recaudación. Como consecuencia, en países como España el descenso del déficit público es lento y, en cambio, la proporción de deuda pública sigue en ascenso.

En este sentido, para el año 2015, el escenario macroeconómico presentado por el Gobierno y en el que se enmarcan los Presupuestos Generales del Estado, resulta muy poco realista y de difícil cumplimiento, puesto que las reformas aplicadas hasta ahora no han corregido los principales desequilibrios de nuestra economía ni han sentado las bases del crecimiento económico equilibrado, sostenido y generador de empleo que pregona el Gobierno de España. 

Conviene recordar que la con la reforma fiscal el Gobierno ha diseñado una reducción de impuestos en un momento en que la incertidumbre sobre la evolución económica es enorme, lo que supone retirar ingresos públicos que deberían destinarse a la inversión y la creación de empleo. En definitiva, la reforma fiscal es un lastre para la economía, genera mayor insuficiencia de recursos, aumentan la desigualdad y disminuyen la progresividad. Si a esto le unimos una previsión de ingresos muy optimista para 2015, solo quedan dos opciones: o se incumple el objetivo de déficit o se recortan los gastos. Y lo primero resulta difícil. 

Para UGT, tanto la política fiscal como la política monetaria deben orientarse hacia el impulso de la demanda agregada. Y en este marco, deben desarrollarse, por un lado, mecanismos de mejora de la distribución de la renta y del bienestar de la población, y por otro lado, medidas de política del mercado de trabajo, encaminadas hacia un empleo de calidad, medidas que pasan por recursos suficientes a través del gasto público y un plan público de recuperación global del empleo de calidad junto a planes de choque para colectivos específicos.

Para UGT, la recuperación económica será sostenible cuando las cifras indiquen un crecimiento asentado sobre actividades que incorporen mejoras de calidad y productividad y, sobre todo, una creación de empleo de calidad, que perdure en el tiempo. Cualquier incremento del empleo basado en la precariedad y los bajos salarios sólo certifica la debilidad de nuestro modelo productivo. Y a día de hoy, no hay datos que indiquen un cambio hacia una economía competitiva que sepa mantener crecimientos de actividad y empleo a medio y largo plazo. Se trata de aumentar el crecimiento potencial de nuestra economía, para lograr un crecimiento sostenible en el futuro, vía política industrial, política tecnológica, reforzando los sectores con más potencial internacional de crear más y mejor empleo, con un papel activo del sector público en todo el proceso, a través de dos vías: apoyando la financiación de la innovación y mejorando la investigación.

Además, resulta imprescindible crecer para poder pagar la deuda y volver a la senda de su sostenibilidad: dada la elevada deuda externa de nuestro país, es requisito imprescindible el superávit exterior para crecer, y en un contexto de debilidad de nuestro importadores, urge incrementar el poder adquisitivo de los salarios, junto a un plan de estímulo europeo que reactive la economía de nuestros socios y de paso de nuestras exportaciones.

Y esto es precisamente lo que busca la iniciativa ciudadana europea “New Deal 4 Europe”, porque solo el esfuerzo colectivo, las medidas expansivas y una política al servicio de los ciudadanos podrán sacar a Europa de la crisis. Se trata de exigir a la Comisión Europea la creación de un plan público de inversión para la producción y la financiación de bienes públicos europeos, el desarrollo de la sociedad del conocimiento y la creación de empleos, especialmente para la gente joven. Para ello, este plan debe dotarse con 400.000 millones de euros en tres años, financiado a través de un impuesto sobre las transacciones financieras, una tasa sobre las emisiones de dióxido de carbono y la emisión de Eurobonos. Este último elemento, el de los Eurobonos, serviría además para mutualizar la deuda, sustituyendo parte de la deuda de los países europeos más endeudados por Eurobonos, respaldados solidariamente por todos los socios europeos, lo que exigiría avanzar en la unión fiscal.

Fuente: UGT