La reforma laboral mantiene su impacto positivo

Fecha: 04 Abr 2022

La buena evolución del empleo y la mejora de su calidad continúa gracias a la reforma laboral, a pesar de las incertidumbres económicas provocadas por la guerra en Ucrania. UGT considera positiva la decisión del Gobierno de preservar el empleo, restringiendo, de manera temporal, el despido por causas relacionadas con el incremento del coste de la energía para todas aquellas empresas que reciban ayudas. Insta a avanzar en el anteproyecto de Ley de Empleo y abordar una reforma absoluta de las políticas activas, para erradicar las cifras de paro de larga y muy larga duración.


A pesar de las repercusiones que en materia económica tiene la situación internacional, los datos de paro registrado y de afiliación a la Seguridad Social conocidos hoy continúan mostrando una evolución positiva de la creación de empleo, en línea con la tendencia dibujada en los meses anteriores.  Así, dada la actualización a la baja de todas las predicciones económicas, que se mantenga el dinamismo en el mercado laboral es una buena noticia. Una prueba de que la reforma laboral, si bien aún no está completamente desplegada, sí que está empezando a asentar incentivos en la dirección adecuada. Pues no sólo se está creando empleo en un contexto de completa incertidumbre respecto a la guerra rusa en Ucrania y de incremento del nivel de precios (el IPC registró en marzo una tasa interanual del 9,8%), sino que está siendo un empleo de mayor calidad, aumentando la contratación indefinida a máximos históricos y reduciéndose la temporal, especialmente aquélla de muy corta duración. 

Aunque aún es pronto para confirmar si este cambio de tendencia de la contratación será permanente, los buenos datos que se vienen registrando en este primer trimestre suponen un atisbo de esperanza para un mercado de trabajo que tradicionalmente se ha caracterizado por el dominio del empleo temporal y el subempleo involuntario. Acabar con la inestabilidad y la rotación laboral mejorará la calidad de vida de la población trabajadora, alejándola de la incertidumbre y la insuficiencia salarial que rodea al empleo precario, y posibilitará que las empresas sean más productivas. 

En relación a la situación internacional, si bien todo apunta a que acabará debilitando la capacidad de crecimiento y creación de empleo de la economía española, también hay que tener en cuenta las distintas repercusiones que pueda tener el plan anticrisis aprobado el Consejo de Ministros el pasado martes 29 de marzo. Un conjunto de medidas diseñadas para, con carácter excepcional y temporal, aminorar el impacto derivado de la guerra en Ucrania, estableciendo ayudas para mantener la actividad económica y proteger al tejido productivo a la par que se sostienen los salarios y las rentas de las familias. 

UGT valora muy positivamente las restricciones temporales al despido por causas relacionadas con el incremento del coste de la energía aprobadas por el gobierno para todas aquellas empresas que reciban ayudas del plan, que se une a la ya existente para aquellas empresas que tienen en ERTE a sus trabajadores. Es imprescindible salvaguardar el empleo ante adversidades económicas, primando la utilización de otras opciones menos traumáticas. 
Como ya ocurriera con la anterior crisis del coronavirus, estas actuaciones suponen una clara voluntad de proteger el empleo ante las previsibles dificultades que generará el contexto internacional, permitiendo a las empresas contar con la flexibilidad necesaria para mantener sus plantillas y volver a la actividad ante los primeros signos de recuperación económica. A la vez, como ya se ha demostrado, proteger las rentas de las personas trabajadoras supone la mejor manera de mantener el consumo interno y sostener con ello la demanda agregada, principal palanca de crecimiento económico de nuestro país, necesaria para impulsar un modelo de desarrollo justo y equilibrado en el tiempo. 

Datos

Los datos de paro registrado correspondientes al mes de marzo, publicados por el Servicio Público de Empleo, señalan una caída de 2.921 personas desempleadas respecto a febrero. No es un buen dato, puesto que, sin tener en cuenta cinco años en los que el paro aumentó en este mes, es la menor reducción en un mes de marzo, tradicionalmente bueno para el empleo. El paro registrado se sitúa así en 2.108.763 personas, la menor cifra para un mes de marzo desde 2008. Respecto a marzo de 2021, el número de parados ha descendido en 840.877 personas (-21,3%), tratándose de la mayor reducción interanual de la serie histórica. 

Por su parte, el número de personas afiliadas a la Seguridad Social se sitúa en 19.834.504 personas, aumentado en 140.232 (0,7%) en el mes de marzo respecto a febrero. En términos anuales, aumenta en 913.602 personas (un 4,8%). Aislando los efectos de estacionalidad y calendario, las personas afiliadas a la Seguridad Social aumentan en 23.998. Se trata del nivel más alto de afiliación de la serie histórica, tras registrar once meses consecutivos de crecimiento. 

Con respecto a los contratos registrados en el mes de febrero, éstos ascienden a 1.671.841, incrementándose en 167.734 (19,1%) sobre el mismo mes del año anterior. Hay que destacar los datos de contratación indefinida, al registrarse 513.677 contratos bajo esta modalidad, récord absoluto para cualquier mes de la serie histórica, representando el 30,7% del total de contratos firmados, también la mayor proporción en términos históricos. Del total de indefinidos, el 50,8% fueron a tiempo completo, el 28,6% a tiempo parcial y el 20,6% se realizaron bajo la modalidad de fijos discontinuos. Un 15,6% del total de contratos fueron indefinidos a tiempo completo, una cifra elevada en comparación con los meses precedentes. Por su parte, los contratos temporales ascienden a 1.158.164, un 3,2% menos que el mismo mes de 2021. 

Por otro lado, el número de personas registradas en ERTE decrece a pesar de las circunstancias en las que nos encontramos. A día 31 de marzo, el número de personas en ERTE era de 88.530, 27.260 personas menos que las registradas en el último día de febrero. Los ERTE-COVID se sitúan en 79.441 personas, un 0,5% del total de afiliados. 

En relación al número de beneficiarios de prestaciones en el mes de febrero hubo una disminución del 21,8% respecto al mismo mes de 2021, siendo de 1.844.256 los beneficiaros existentes a final de mes. La tasa de cobertura para ese mismo mes se situaba en un 62,5%, 0,7 puntos porcentuales menos que en el mismo mes del año anterior y 3,6 puntos porcentuales menos que el mismo mes de 2020, cuando era de 66,1%.  

► Otros datos de interés

 


Fuente: UGT