Cristina Antoñanzas interviene en la I Jornada por la Igualdad de UGT-Cádiz

La Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, ha afirmado que “la historia de UGT es la historia por la defensa de la igualdad. Una lucha pasada y presente en la defensa de los derechos laborales y sociales de las mujeres, que hay que continuar hasta no lograr la igualdad efectiva y real”.

Cristina Antoñanzas ha realizado estas declaraciones durante la I Jornada de UGT-Cádiz por la igualdad: “Mujeres en el mundo. Sindicalismo, derecho y comunicación”, donde ha señalado que “la historia avala que UGT es feminista” y ha hecho un reparo a la contribución de distintas mujeres ugetistas y socialistas a la lucha obrera, y a la igualdad de oportunidades, “muchas de los cuales pagaron con su vida o su libertad”.

“Nombres de mujeres que permanecen en un segundo plano”, ha considerado, “pero sin cuya aportación y sacrificio no se habría avanzado en una sociedad que tiene que aspirar todavía a ser más igualitaria”.

Regina García y el XXX Congreso Confederal de 1976

La Vicesecretaria General de UGT que ha hablado sobre la conciencia de género y las movilizaciones sociales, y ha hecho un repaso a la trayectoria de distintas mujeres dentro del sindicato, desde su fundación hasta nuestros días.

Así, ha recordado, entre otras muchas, a Regina García, maestra afiliada a FETE que representó a UGT en el XV Conferencia Internacional del Trabajo, organizada por la OIT para analizar la baja sindicación de las mujeres en Europa. En la misma se propusieron soluciones como a igual trabajo, igual salario para hombres y mujeres, contratos que fijen las retribuciones del trabajo a domicilio, implantación de escuelas profesionales femeninas, reuniones de los grupos sindicales en horarios compatibles con los derechos del hogar, etc. “Regina García informó de todo esto en el Boletín de UGT y, como consecuencia de lo acordado, el XVII Congreso del sindicato, celebrado en 1932, fijó por primera vez en sus resoluciones el principio de “A igual trabajo, igual salario”.

Además, ha destacado el XXX Congreso de UGT, celebrado en 1976. Un Congreso, celebrado aún en la semiclandestinidad, en el que se pusieron las bases para el salto a la legalidad, conformando un sindicato de masas socialista, independiente del PSOE y con una estructura federal y territorial nítida. “Las mujeres tuvieron una representación que permitía aflorar el trabajo clandestino que llevaban años realizando en la más absoluta invisibilidad. Sin embargo, las resoluciones adoptadas en el Congreso, eufórico por los tiempos que se avecinaban en el terreno sindical, no prestaron atención a la situación laboral de la mujer. Tuvo que pasar un cierto tiempo hasta que, en 1984, UGT tomara conciencia de la necesidad de articular un departamento específico para la problemática laboral femenina, que pasaría a dirigir Matilde Fernández Sanz”, ha manifestado.

A partir de ahí, y hasta la actualidad, Cristina Antoñanzas ha recordado que “UGT ha ido integrando en su estructura y en sus documentos de trabajo a las mujeres, y su especial situación en el mercado laboral, aprobando diversas resoluciones a lo largo del tiempo (cuota de género, escuela de mujeres dirigentes, coordinadora de igualdad de género, huelga feminista, etc.)”.

Las empresas no cumplen tres derechos fundamentales y no hay sanciones

La Vicesecretaria General de UGT se ha referido también a los tres derechos fundamentales que las empresas no están cumpliendo: la subida del SMI a 900 euros, el registro de jornada y los planes de igualdad, “tres derechos que no se tienen que negociar, sino que las empresas tienen que cumplir. Es obligatorio para ellas, pero llevan años incumpliendo la ley y no reciben ninguna sanción”.

En este sentido, ha recordado que la subida del SMI a 900 euros “es obligatorio para este año. Las empresas están absorbiendo complementos que no se pueden absorber. Este aumento de los salarios supondría que millones de mujeres ganen poder adquisitivo y mejoren su calidad de vida, algo que es fundamental”.

En relación a los Planes de Igualdad, “son obligatorios desde 2007 en las empresas para más de 250 trabajadores. Pero solo alrededor del 15% de estas empresas lo tienen, con una ley en vigor desde hace 12 años. Es lamentable”.

Sobre el Registro Horario, “hay que obligar a las empresas a que establezcan un mecanismo para fichar. Hay que regular la jornada de los trabajadores y trabajadoras y recortar las horas extras. Es fundamental para la población de este país y evitar el fraude de los empresarios”.
Por todo ello, ha reclamado al Gobierno “que actúe e imponga las sanciones oportunas, y acuerde con los interlocutores sociales las medidas en lugar de aprobarlas de manera unilateral, con el fin de que sean más eficientes y efectivas”.